Tradicionalmente, para que un profesor disciplinario pueda diseñar cursos profesionales innovadores, necesitaría leer más de 20 libros en pedagogía, hacer estudios de posgrados en educación o tener mucha experiencia docente.
Pero, ni siquiera ese recorrido pedagógico garantiza el éxito educativo. Según Burroughs, N. et al. (2019), “no se identifican relaciones consistentes entre el nivel educativo de un profesor y el rendimiento de sus estudiantes. […] más de 4000 profesores de Carolina del Norte con un título de maestría estaban asociados con un menor rendimiento estudiantil.“
¿Nuestra hipótesis? Mientras los profesores sigamos trabajando aislados, estaremos plagados de vacalocas educativas.
¿Nuestra solución? Colaborar con las herramientas del kit de diseño educativo.