[MELANY MILETH JARABA PABA]

Como prioridades a tener en cuenta para mejorar la comunicación con los adolescentes siendo profesional en psicología, yo considero que, una de ellas debería ser la escucha activa, si bien el adolescente en general no es muy comunicativo, cada palabra que dice o acción que realiza debemos tenerlas en cuenta pues realmente no sabemos sus intenciones detrás y solo si prestamos y le damos la debida atención, lograremos descubrir poco a poco por qué se siente de la manera que lo hace o por qué actúo de tal manera específica, y así estaremos validando sus pensamientos, sentimientos e incluso opiniones diferentes, lo cual se considera complejo por las contradicciones provocadas por el cambio que se encuentran en esta etapa; Otra prioridad para mí sería tener muy en claro ser empático, realmente cuando nos encontramos en esta etapa de nuestro ciclo vital sentimos que verdaderamente nadie nos entiende, incluso a veces ni nuestros pares, hacerle saber al adolescente que de alguna forma empatizamos con lo que le sucede o cómo se siente puede abrir una puerta para conseguir ser alguien de confianza para ellos e ir construyendo un lugar seguro para los mismos. Por último, destacaría la prioridad de ser asertivo, comprendiendo la asertividad como una forma de expresar lo que se piensa, siente o quiere de una manera respetuoso y clara, entendiendo que existen otros puntos de vista y sin ser agresivo o pasivo, ya que para el adolescente debemos ser decididos en nuestras palabras o lo que queremos comunicar para ofrecerles seguridad y que confíen en que alguien les esté dando las herramientas que requieren para pasar por esta fase, no debemos ser ni muy permisivos ni muy limitantes, se tiene que hallar un equilibrio para así lograr una relación de respeto pero a la vez de confianza.

[ELIANA CAROLINA MORALES TORREGROZA]

Lo primero que debemos tener en cuenta en la comunicación con adolescentes, es que ellos solamente quieren escuchar a su grupo de iguales, ya que piensan que siempre tienen la razón, son los únicos que los escuchan y son los que están experimentarlo lo mismo que ellos. Siendo así, debemos emplear la efectividad y asertividad al momento de comunicarnos, entendiendo que nos mostremos hostiles y pasivos y que queremos o tratamos de comprender lo que ellos quieren decirnos. Lo segundo validar sus emociones, puesto que no hay que menospreciar o minimizar lo que sienten, es importante como lo manifiestan tanto con ellos mismos, como hacía las otras personas. <div>Y tercero y último aumentar su autonomía, confiando en su juicio, palabra y tratar de darle independencia. De esta manera incentivamos que ante un posible problema acuda a ti en busca de ayuda. Dale a tu adolescente y/o joven algo que decir en las decisiones importantes</div>

[FABIAN DAVID CASTRILLO RODRIGUEZ]

La adolescencia es una de las etapas más difíciles que afrontamos como seres humanos, todos hemos pasado por esa etapa, ya sea en diferentes momentos con diferentes costumbres, con diferentes modas, pero aún así desde siempre ha sido la etapa de la “revolución” donde cada uno de nosotros nos queremos comer el mundo. Inicialmente consideró que se debe plasmar un respeto mutuo, para lograr una escucha activa, dónde los jóvenes toman un papel protagónico en la misma, entre los profesionales y los adolescentes, ya que estos son vistos como “pelaos” que no saben lo que quieren y que todavía no saben nada del mundo, entonces el manejó de emociones tomaría un rol muy importante en la vida de los jóvenes, que junto con el respeto, llega a ser una estrategia para así poder entender que los jóvenes son sujetos partícipes de una sociedad en las que todos y cada uno de nosotros aporta algo a la misma, por lo tanto el respeto, la escucha activa y el manejó de emociones en los jóvenes pueden ser un punto de partida en este arduo trabajo de demorar la comunicación con los mismos.

[VALENTINA PATRICIA PERTUZ GARAY]

La comunicación con los adolescentes es algo que debe abordarse con cuidado, ya que los adolescentes no suelen escuchar cuando se les imponen cosas o decisiones, mucho menos si se hace a través de gritos o prejuicios. Por esta razón, es importante que dentro del ejercicio de la comunicación se implementen estrategias para un mejor desarrollo de esta. Entre estas estrategias destaco el fomentar la autonomía, dejarlos contar las cosas desde su perspectiva y confiar en lo que dicen, así como evitar juzgar o regañar, ya que esto de cierta forma crea un vínculo de confianza mutua; en segundo lugar darles independencia, no tratarlos como niños inmaduros que no saben tomar decisiones, hay que dejar que en ocasiones ellos tomen las riendas de su vida, que sepan lo que les conviene o no; y en tercer lugar, identificar los factores protectores y de riesgo presentes en esta etapa, para que se dialogue sobre ellos y que los adolescentes sepan cómo afrontar situaciones en dónde estos se le presenten, con el fin de evitar cualquier conducta riesgosa que pueda atentar contra su integridad y desarrollo.

[MARIA EUGENIA GARCIA NORIEGA]

Desde mi formación académica en el área de desarrollo humano y adolescencia creo que algunas de las prioridades que como profesionales debemos atender son principalmente las siguientes:

1. Promover la educación a los padres e instituciones educativas sobre adolescencia y todos los cambios que conlleva este estadio en la vida de las personas, sensibilizando y generando conductas de escucha, dialogo y apoyo para con los hijos/estudiantes adolescentes.

2. Brindar espacios seguros a los adolescentes, para que así ellos se sientan escuchados y puedan resolver dudas e inquietudes respecto a temas de su interés, como lo son la sexualidad, proyecto de vida, habilidades sociales, etc.

3. Respetar y validar las emociones de los adolescentes.

4. Estar atentos a los factores de riesgos a los que puedan estar expuestos y brindarle estrategias de afrontamiento, tanto a ellos directamente como a su círculo de apoyo, reforzando los factores protectores. 🤩

[SADITH VANESSA PEREIRA QUINTERO]

Como psicóloga en formación considero que la etapa de la adolescencia es muy compleja y de mucho cuidado por ende los tres puntos que debemos tener en cuenta para la buena comunicación con los adolescentes es:

1. Identificar los factores de riesgo y los factores protectores en los que esta expuesto el adolescente, y visualizar esos factores desde lo positivo o negativo que traigan consigo.
2. Hablar de manera asertiva con el adolescente y de manera eficiente de tal forma que el adolescente entienda, atienda y de respuesta a ello.
3. Brindar respeto y confianza desde ambas partes, para poder comprender desde la empatía con el adolescente, como se siente y lo que quiere trasmitir.

La comunicación con un adolescente es una cuestión de sutilezas, no de imposiciones, gritos ni prejuicios. Se trata de un ejercicio constante de flexibilidad que nos puede acercar a todos y ayudarnos a crecer juntos.

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[KAROL MISHELL CARDONA GUARIN]

Dentro de los aspectos que deben tenerse en cuenta para promover mejoras en la comunicación con los adolescentes, en función del trabajo dentro del ámbito de la psicología (siendo un estudiante en formación de tal carrera) considero que se encuentran:

La empatía: El intento por considerar la forma en que puede estarse sintiendo el adolescente, comprendiendo la manera en que, desde su visión, la situación por la que está pasando, tiene una gran magnitud.

Un profesional empático logrará entender e interpretar la razón del actuar o reaccionar del adolescente, lo que permitirá que no sea minimizado el problema.

La capacidad de escuchar sin emitir juicios: Este aspecto se encuentra directamente relacionado con la empatía. Resulta importante otorgar atención a lo que está siendo comunicado por el adolescente, sin estar predispuesto, haciendo a un lado los propios sesgos o verdades, abriéndonos a lo que podemos conocer del paciente a través de lo que expresa, con la finalidad de que esto pueda ser utilizado para una intervención adecuada.

La habilidad para mostrar proximidad: Mostrarse corporal y verbalmente disponible puede fomentar comodidad en el adolescente, al mismo tiempo en que puede dispersar la visión que se tiene sobre el terapeuta, asociada con la rigidez o superioridad, que incluso podría llegar a asemejarse a la percepción que se tiene sobre los padres.