La motivación y la emoción una relación bidireccional

A lo largo de la historia la perspectiva del ser humano acerca de la motivación y la emoción han cambiado (al igual que todo en nuestro entorno) de acuerdo al contexto, el interés generado por conocer la naturaleza de estos procesos y como marcan las acciones de los seres humanos, asociando en esa época a la motivación como la búsqueda del placer según Hobbes o las pasiones en el caso de las emociones en la edad media, posiciones que no se alejan mucho de lo que hoy conocemos como motivación y emoción, puesto que seguimos viendo a la emoción como el potencializador de los “arranques” que nos llevan a las malas decisiones y a la emoción como el motor que nos lleva a alcanzar nuestros anhelos, aun cuando estos pensamientos puedan no ser ciertos en su totalidad.

Ahora la motivación y la emoción son dos procesos similares los cuales son determinantes en la conducta del ser humano como ya se ha dicho, sin embargo, esto no quiere decir que sean vistos desde una perspectiva unida donde se llegue al punto de considerarse sinónimos, es decir, que estos causen el mismo efecto en las personas; al igual que otros procesos, cada uno de estos dos, cuenta con aspectos específicos propios de cada uno, que pueden llevar a distintas reacciones.

Ahora centrandono en la motivación es un proceso dinámico,  es decir que está en constantes cambios ya que el ser humano esta  en continuo desarrollo, de esta forma entonces van cambiando el pensamiento, objetivos, propositos, retos, llevándolo entonces a cambiar constantemente de motivos. Es importante resaltar que la motivación no es lo mismo que los motivos, el psicoanálisis plantea que los motivos surgen de manera inconsciente, el conductismo los ve como incentivos ambientales, el humanismo como potenciales y el cognitivismo como situaciones y pensamientos; visto desde el enfoque que se desee, los motivos siguen siendo los que preparan para la acción.

La motivación en el cerebro no se puede ubicar en un zona específica, desde la perspectiva de la neurociencia la motivación se puede ubicar desde tres aspectos, en primer lugar en estructuras específicas como la amígdala y el hipotálamo como puntos asociado con las emociones h sentimientos, en segundo lugar con neurotransmisores como la dopamina y hormonas como la oxitocina la cual tiene que ver con el cuidado ante el estrés y por último el contexto social, ya que este, como sabemos activa el movimiento cerebral, por tal razón evidenciamos que esta no es una actividad individual sino más bien en conjunto, donde diferentes partes aportan a que se de la motivación y expresamente la emoción.

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