El patriarcado, la alianza entre los hombres, la exclusión de las mujeres como ciudadanas, como interlocutoras, como iguales, todo eso está en los libros, sí, pero también está en la vida y es la realidad. Y lo vi con una claridad en la película El poder del perro.
solo mencionare a dos personajes de la película que me dejaron totalmente marcada y uno de estos es Phil, este no es solo un hombre cruel, es el reflejo de una masculinidad construida para dominar, Lo que me impactó no fue su actitud, sino lo que representa: un sistema que exige a los hombres competir, humillar, reprimir. Marcela Lagarde en su libro género y feminismo lo explican con precisión: el poder de género permite a los hombres acceder a funciones de prestigio, a espacios de poder, y también al cuerpo y la vida de las mujeres, pero ese poder no es libre, es una carga, una prisión. Y lo vemos en la película ya que Phil vive atrapado en esa lógica, No puede amar, no puede llorar, no puede ser él mismo.
Y eso me hizo pensar en algo que no había considerado antes: el patriarcado no solo oprime a las mujeres. También destruye a los hombres, les exige una dureza que los aleja de sí mismos, que los convierte en enemigos de su propia sensibilidad. Lagarde habla de cómo los hombres niegan la existencia de las mujeres como personas, pero también se niegan a sí mismos.
el otro personaje que me marco fue rose, su soledad, su sufrimiento invisible, Ella no tiene aliados. Está sola, vulnerable. Me dolió verla así, porque me recordó que muchas veces las mujeres no tenemos espacio ni voz, incluso cuando estamos “acompañadas”.
Lo que más me marcó de todo esto es la idea de que el género es una construcción social que se produce en la historia. No es natural, no es inevitable, se aprende, se impone, se reproduce, pero también se puede desaprender, se puede transformar.
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