Usar el Campus Virtual en la universidad nos ayuda muchísimo: podemos compartir materiales, guías, videos o tareas en un solo lugar, accesible para todos, en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. Eso les da a los estudiantes más libertad para organizar su tiempo y aprender a su ritmo. Además, permite hacer seguimiento al progreso, dar retroalimentación más rápida y mantener una comunicación constante por medio de foros, chats o videollamadas.
Claro, también hay retos. No todos tienen buena conexión o acceso a tecnología. A veces se pierde un poco la cercanía del aula, y tanto docentes como estudiantes necesitan adaptarse, organizarse bien y aprender a manejar nuevas herramientas. Pero con disposición y acompañamiento, es una herramienta poderosa que transforma la manera en que enseñamos y aprendemos.