El <strong data-start=»71″ data-end=»89″>Campus Virtual ayuda porque centraliza materiales, actividades y evaluaciones, ofreciendo flexibilidad y seguimiento del aprendizaje. Sin embargo, su eficacia depende de que docentes y estudiantes tengan buena conexión, formación digital y hábitos de disciplina. Para el profesor puede ser una herramienta de organización, pero también una carga extra; para el estudiante, una vía de autonomía, aunque con riesgo de aislamiento. En síntesis, es útil si se combina con acompañamiento y recursos adecuados, no como sustituto absoluto de la presencialidad.