[Laura Vanessa Maestre Maestre]

Considero que la inteligencia artificial es una herramienta muy competente para la humanidad. En un mundo en constante actualización y alta competencia, resulta valioso contar con un recurso que nos brinde un acceso fácil y rápido a la información. Sin embargo, que sea una herramienta competente no significa que deba reemplazar lo que antes hacíamos, como pensar al redactar o buscar distintas maneras de resolver un problema.

Muchas personas la utilizan únicamente para obtener respuestas rápidas y sencillas, dejando de lado el hábito de leer, investigar y profundizar en los temas. Esto representa un riesgo, especialmente para las futuras generaciones de profesionales, pues es fundamental que aprendan a usar la inteligencia artificial de manera adecuada.

Es importante mantenernos actualizados y a la vanguardia tecnológica, pero sin perder el enfoque de emplear estas herramientas como medios para aprender más, y no simplemente como atajos que nos alejen del verdadero conocimiento y del pensamiento crítico.

[Gisfredo Vélez García]

La IA es una <strong data-start=»13″ data-end=»39″>herramienta competente para la humanidad. Nos ayuda a aprender, crear y resolver problemas más rápido, pero necesita siempre la guía y los valores humanos para no volverse una amenaza. Su poder depende del uso que le demos.

[josealfredopv]

La IA es una herramienta competente que aumenta las capacidades humanas, pero puede convertirse en un arma de doble filo, ya que si no se usa de forma ética o si no nos adaptamos a trabajar junto a ella.

[josealfredopv]

La IA permite y facilita el aprendizaje y mejora la eficiencia. Pero, puede convertirse en competencia si no se utiliza con ética y responsabilidad, si las personas no desarrollan habilidades que la complementen, como la creatividad, la empatía y el pensamiento crítico.

[Maria Lourdes Orozco Ropain]

Según considero, la inteligencia artificial es una <strong data-start=»34″ data-end=»60″>herramienta competente, no una competencia para la humanidad. Su valor radica en complementar las capacidades humanas, optimizando procesos y ampliando posibilidades, pero siempre requiere del criterio, la ética y la creatividad del ser humano para orientarla adecuadamente.