Desde mi perspectiva, la IA es principalmente una herramienta competente para la humanidad, aunque puede percibirse como una competencia dependiendo de cómo se utilice.<div>
</div><div>Como herramienta competente:</div><div>La IA nos permite potenciar nuestras capacidades humanas, facilitando tareas que requieren procesamiento de grandes volúmenes de datos, automatización de procesos, personalización de experiencias de aprendizaje y resolución de problemas complejos. Es decir, amplifica nuestras habilidades y nos ayuda a ser más eficientes, productivos e innovadores. Al igual que una calculadora o un procesador de texto, la IA es un apoyo que nos permite enfocarnos en aspectos más creativos, analíticos o estratégicos de nuestro trabajo y aprendizaje.</div><div>
</div><div>Como una posible competencia:</div><div>Sin embargo, si no se gestiona de manera responsable, la IA puede convertirse en una competencia desleal para los seres humanos, especialmente en áreas donde reemplaza empleos o procesos sin ofrecer alternativas de adaptación o reentrenamiento. En estos casos, la IA deja de ser una herramienta de apoyo para convertirse en un factor de desplazamiento, generando desigualdades y afectando la economía y la vida social.</div>