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                            Puntos B10
                            
                        
                    
                                        
                                        
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                            Puntos B10                        
                    
                 
            
         
    
        
            
        
         
    
		
		La inclusión de categorías de impacto social en proyectos de energía renovable, como el respeto por los derechos territoriales o las condiciones laborales, puede transformar de manera significativa la forma en que se diseñan y ejecutan los proyectos en comunidades rurales o indígenas. Cuando se reconoce la importancia del territorio y la cultura local, se fortalece la confianza entre las comunidades y las empresas, lo que facilita los procesos de consulta previa, reduce conflictos y promueve una relación más equitativa. Además, tener en cuenta las condiciones laborales dignas contribuye a generar empleo sostenible y mejora la percepción social del proyecto. Por otro lado, ignorar estos factores puede generar tensiones sociales, retrasos o incluso el rechazo total de la comunidad hacia la iniciativa. Incorporar la dimensión social en la Evaluación de Impacto del Ciclo de Vida (LCIA) no solo mejora la sostenibilidad del proyecto, sino que también garantiza que los beneficios de la transición energética lleguen de forma justa a todos los involucrados. En el contexto colombiano, este enfoque resulta clave para lograr un equilibrio entre desarrollo tecnológico, respeto cultural y justicia social.