En una época dominada por el digital y la inmediatez en cada cosa, existen personas que todavía hablan de fotografía analógica como si fuera una técnica distinta y aristocrática, donde solo las personas dotadas de mucha paciencia se pueden dedicar.
La fotografía analógica está regresando y recobrando la popularidad que nunca debió haber perdido. En los últimos años se está haciendo tan popular que no solo los productos “obsoletos” están teniendo un nuevo auge, también muchos productores están lanzando cámaras analógicas para estar al paso con las tendencias del mercado.
Este regreso de la fotografía analógica no es solamente por los nostálgicos de este arte, también esta ligado al hecho de querer gestionar todo el proceso fotográfico, algo que sucede menos cuando se hacen fotos en formato digital, especialmente con los últimos modelos de cámaras.
Además fotografiando con la película, es más relajante, también se vuelve como un juego, y se pasa mucho más tiempo a componer y a pensar la fotografía porque tienes un numero limitado de posibilidades de tomas.
Si haces fotos en digital, el regreso al analógico o el paso absoluto a este tipo de fotografía, puede ayudarte a vivir la pasión hacia este arte de forma distinta, mucho más reflexivo y tranquilo, antes de tomar una foto, se observa bien, con calma, se valora con atención la escena y la composición, la luz y el resto de los factores.
Una de las mayores ventajas de aprender a trabajar con carrete es que este tendrá un impacto extremadamente positivo sobre la fotografía digital. El hecho de tener que limitarse a disparar 12, 24 o 36 fotos antes de poder cargar un nuevo carrete, te hace más consciente al momento de apretar el botón de disparo.
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