Nuestra sonrisa es más que una muestra de quiénes somos; es el reflejo de nuestra salud y bienestar general. Aunque en muchas ocasiones hayamos asociado el cuidado de nuestra salud bucal con el lavado de dientes, esta implica un enfoque más amplio en el que se incluye mantener hábitos de higiene adecuados, visitas regulares al odontólogo y una dieta equilibrada. La salud oral es una parte esencial de nuestra vida, que abarca desde nuestra digestión, respiración y hasta nuestra confianza. Optar por el cuidado de la salud oral, no solo te previene enfermedades en como las caries, u otras que se puedan presentar en sistema estomatognático, sino que también contribuye en la prevención de enfermedades mucho más graves.
Higiene bucal: La higiene bucodental abarca una serie de hábitos y prácticas orientadas a mantener la higiene, dientes y encías sanas, junto con el resto de la cavidad bucal. A pesar de que el cepillado dental diario es esencial, no basta por sí mismo para asegurar una salud bucal adecuada. Una rutina integral de rutina incluye: cepillado de dientes, hilo dental, enjugue bucal y dieta.
Cepillado de dientes: Cepillarse los dientes es mantener la salud bucal, eliminando restos de comida y placa bacteriana que se acumulan en los dientes y encías. Esta práctica previene la formación de caries, enfermedades de las encías y otros problemas relacionados.
Pasta dental: La pasta dental juega un papel crucial en el cepillado de dientes, ya que es el agente de limpieza que complementa la acción mecánica del cepillo para una higiene más efectiva. Ayuda a eliminar la placa, prevenir caries, fortalecer el esmalte, limpiar y pulir los dientes, y refrescar el aliento. Además, puede contener ingredientes como flúor para fortalecer el esmalte y desensibilizantes para reducir la sensibilidad.
Técnica correcta de cepillado:
Paso 1: Empiece con las superficies externas de los dientes. ¡Tómese su tiempo! Cepille suavemente los dientes superiores y luego los inferiores. Ir diente por diente le puede ayudar a reducir la velocidad y a no pasar por alto ningún rincón.
Paso 2: Incline el cepillo en un ángulo de 45°. Cepíllese apoyando el cepillo contra el borde de las encías para eliminar la placa atrapada y los restos de comida de esta zona. Para ello, mueva el cepillo suavemente hacia adelante y hacia atrás con movimientos cortos que abarquen todo el diente.
Paso 3: Cepille las superficies internas de los dientes. Como la parte interna de los dientes no es tan visible, es tentador omitirla, pero esta superficie interna es igual de vulnerable a la placa que la externa. Coloque el cepillo en un ángulo de 45° y muévalo hacia adelante y hacia atrás para limpiar las superficies internas de los dientes.
Paso 4: Cepille las superficies de masticación de los dientes. No olvide cepillarse la parte superior de los dientes posteriores con movimientos cortos hacia adelante y hacia atrás, donde la comida puede acumularse fácilmente.
Paso 5: Cepíllese la lengua. Para un aliento más fresco, cepíllese la lengua y elimine las bacterias que causan el mal olor.
Hilo dental: El uso correcto del hilo dental elimina la placa y las partículas de comida de lugares que el cepillo dental no puede alcanzar fácilmente: debajo de la encía y entre los dientes. Como la acumulación de placa puede provocar caries y enfermedades de las encías, se recomienda el uso diario de hilo dental.
Técnica correcta para el uso del hilo dental:
Paso 1: tomando unos 45 cm (18″) de hilo dental, enrolle la mayor parte del mismo alrededor del dedo anular, dejando 3 o 5 cm (1 ó 2″) de hilo para trabajar.
Paso 2: sostenga el hilo dental tirante entre los dedos pulgares e índices, y deslícelo suavemente hacia arriba y hacia abajo entre los dientes
Paso 3: curve el hilo dental suavemente alrededor de la base de cada diente, asegurándose que pase por debajo de la encía. Nunca golpee ni force el hilo, ya que puede cortar o lastimar el delicado tejido gingival
Paso 4: utilice secciones de hilo limpio a medida que avanza de diente en diente
Paso 5: para extraer el hilo, utilice el mismo movimiento hacia atrás y hacia adelante, sacándolo hacia arriba y alejándolo de los dientes
Uso del enjugue bucal: El enjuague bucal es importante para mantener una buena salud bucal, ya que complementa el cepillado y el uso del hilo dental, eliminando bacterias que se esconden en lugares difíciles de alcanzar, refrescando el aliento y previniendo la formación de placa y caries.
Técnica correcta para el uso del enjuague bucal:
Paso 1: Vierta 20 mililitros (4 cucharaditas) de enjuague antiséptico en una taza.
Paso 2: Vierte el contenido de la taza dentro de tu boca. No diluyas la solución en agua.
Paso 3: Enjuaga durante 30 segundos completos. (Intenta contar hasta 30 mentalmente o usa un cronómetro).
Paso 4: Durante el enjuague, agite la solución dentro de la boca.
Paso 5: Escupe la solución en el lavamanos.
Dieta: Una dieta en odontología es fundamental porque la alimentación impacta directamente en la salud bucal, influyendo en la prevención y el tratamiento de enfermedades como la caries y la enfermedad periodontal. Una dieta equilibrada proporciona los nutrientes necesarios para mantener dientes y encías fuertes, mientras que una dieta deficiente puede debilitarlos y hacerlos más susceptibles a infecciones.
Alimentos que protegen la salud oral: Los alimentos ricos en calcio, vitamina C, vitamina D y fibra, así como el consumo de chicles sin azúcar con xilitol, pueden influir positivamente en la salud oral. Estos alimentos ayudan a fortalecer los dientes, prevenir la caries y mantener las encías sanas.
Alimentos ricos en calcio: Consumir alimentos ricos en calcio es fundamental para una buena salud bucal porque el calcio ayuda a fortalecer el esmalte dental, la capa exterior dura de los dientes que los protege de la erosión y las caries. Además, el calcio ayuda a mantener las encías sanas y a prevenir enfermedades periodontales.
Alimentos ricos en vitamina C: Consumir alimentos ricos en vitamina C es crucial para una buena salud bucal porque esta vitamina ayuda a mantener sanos los tejidos conectivos de las encías, fortalece los dientes y ayuda a la curación de heridas en la boca. También puede prevenir la gingivitis y la enfermedad de las encías en etapas tempranas.
Alimentos ricos en vitamina D: Consumir alimentos ricos en vitamina D es importante para la salud bucal porque ayuda a mantener la salud ósea y dental, facilitando la absorción de calcio y fósforo. Esto protege los dientes y encías, reduce el riesgo de enfermedad periodontal y fortalece la estructura de la mandíbula, asegurando que los dientes se mantengan firmemente fijados.
Alimentos ricos en fibras: Los alimentos ricos en fibra son beneficiosos para la salud bucal porque estimulan la producción de saliva, la cual ayuda a limpiar los dientes y neutralizar los ácidos que pueden dañar el esmalte dental. Además, la fibra requiere mayor masticación, lo que también ayuda a eliminar las bacterias dañinas de la boca.
A continuación, se presentará una lista de alimentos que no influyen positivamente en el cuidado de la salud oral: alimentos ricos en azúcar, carbohidratos refinados, bebidas ácidas y alimentos procesados.
Alimentos ricos en azúcares: Se deben evitar alimentos ricos en azúcares para la salud bucal porque el azúcar alimenta las bacterias en la boca, produciendo ácidos que erosionan el esmalte de los dientes y causan caries. La fermentación del azúcar por las bacterias produce ácidos que, a su vez, atacan el esmalte, debilitando los dientes y aumentando el riesgo de caries.
Carbohidratos refinados: Los carbohidratos refinados, especialmente los azúcares simples, deben evitarse o consumirse con moderación para mantener una buena salud bucal. Esto se debe a que las bacterias en la boca metabolizan estos azúcares, produciendo ácidos que erosionan el esmalte dental y aumentan el riesgo de caries.
Bebidas ácidas: Se deben evitar alimentos y bebidas ácidas para la salud bucal porque los ácidos desgastan el esmalte dental, lo que puede provocar caries, sensibilidad y otras complicaciones. Los ácidos, al disolver el esmalte, abren la puerta a la desmineralización y facilitan que las bacterias causen daño.
Alimentos procesados: Se deben evitar los alimentos procesados para una salud bucal porque suelen ser altos en azúcares y carbohidratos refinados, lo que fomenta la formación de caries y erosión del esmalte. Los azúcares alimentan a las bacterias bucales, que producen ácidos que dañan los dientes. Además, algunos alimentos procesados pueden ser ácidos, lo que contribuye a la erosión del esmalte.

La salud oral influye significativamente en la salud general, ya que la boca es una puerta de entrada al cuerpo y un punto crucial para la salud del sistema inmunológico. Una mala higiene bucal puede llevar a la acumulación de bacterias y sarro, que pueden causar inflamación de las encías (gingivitis) y, si no se trata, periodontitis, una infección grave que afecta al hueso y a las encías, que pueden incluso causar pérdida de dientes. La inflamación en la boca puede contribuir a la propagación de infecciones a otras partes del cuerpo, aumentando el riesgo de enfermedades como enfermedades cardíacas, diabetes y complicaciones del embarazo.
La salud bucodental es ausencia de:

¡Cuida tu salud oral como cuidas lo que amas: porque de ella nace tu voz, tu risa y ese bienestar que se nota sin pronunciar una palabra!

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