El querer dividir el disfrute de la sexualidad con la concepción hizo que la sociedad se viera en la necesidad de tener un control de la fertilización, así con el pasar del tiempo la ciencia fue encontrando métodos para prevenir la fecundación. Los primeros registros que existen son recetas destinadas a evitar el embarazo después del coito, estos datan de Egipto hacia 1.850 a.c.
Los métodos anticonceptivos más comunes a día de hoy son:
CONDÓN: Este es un dispositivo de látex que sirve como barrera para evitar el ingreso del semen al canal vaginal. Efectividad del 85% al 98%
PASTILLAS ANTICONCEPTIVAS: Son pastillas que mezclan dos hormonas, progestina y estrógeno. Es efectiva y segura si se toma en el tiempo correcto. Efectividad del 91% al 99%
DISPOSITIVO INTRAUTERINO (DIU): Es un dispositivo pequeño que se pone en el útero y es reversible. Tiene una efectividad de más del 99%
IMPLANTE ANTICONCEPTIVO: Es una pequeña vara conocida como “T” que va por debajo de la piel, libera hormonas que evitan el embarazo. Efectividad del 99%
Sabiendo esto podemos concluir que gran parte de los métodos anticonceptivos están dirigidos a mujeres, lo cual habla mucho de nuestra sociedad patriarcal, ya que le ha otorgado la responsabilidad de la concepción a la mujer, la señala y hace cargar con el peso de que estos métodos funcionen o no. Esto sumado a que muchos de éstos métodos afectan hormonalmente no solo el cuerpo de la mujer, sino también la psiquis. Aunque la ciencia ha trabajado porque existan más métodos anticonceptivos para hombres, es necesario poner estos temas sobre la mesa, así al decidir el método de uso las personas en cuestión podrán equilibrar la responsabilidad.
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