Creo que el rol del productor audiovisual radica en comprender las nuevas dinámicas de la transmediática, los contenidos expandidos y el auge de la democratización de la producción audiovisual. Si nuestros intereses como narradores se centran en el lenguaje cinematográfico, es esencial explorar otros canales que nos permitan conectar con nuevas audiencias utilizando herramientas como las redes sociales o las plataformas de streaming, incluso antes de concebir la película.
En una entrevista, le preguntaron al director de cine Carlos Moreno sobre su nueva película, después de haber lanzado “Lavaperros” a través de Netflix. Carlos respondió que estaba trabajando en un guion que ya había presentado a algunos productores para su desarrollo y producción. Sin embargo, mencionó que recientemente se ha encontrado con una realidad abrumadora: los productores están buscando ideas que puedan convertirse en “series premium”, que están en su apogeo gracias a la popularización de plataformas como Netflix, Prime, Max, entre otras.
Pero, ¿Qué son las series premium?
El término “premium” se utiliza para describir un servicio o producto que tiene características especiales o una calidad superior a la media. En general, los servicios o productos premium son un privilegio reservado para aquellos consumidores que están dispuestos a pagar un monto adicional.
En el contexto de las series de televisión, una “serie premium” se refiere a aquellas series que se destacan por su alta calidad en términos de producción, narrativa, actuación, entre otros aspectos. Estas series suelen estar disponibles en plataformas de streaming como Netflix, Prime, Max, etc., y los usuarios deben pagar una suscripción para acceder a ellas.
Estas series premium suelen tener características distintivas como:
– Producción de alta calidad: Esto puede incluir cinematografía impresionante, efectos visuales avanzados, y un diseño de producción detallado.
– Narrativa compleja: Las series premium a menudo tienen tramas profundas y personajes bien desarrollados que evolucionan a lo largo de la serie.
– Actuaciones destacadas: Estas series suelen contar con actuaciones de alto nivel de actores reconocidos.
– Exclusividad: Las series premium a menudo sólo están disponibles en una plataforma específica, lo que añade un elemento de exclusividad.
Es importante mencionar que el término “premium” a veces puede ser utilizado de manera promocional para resaltar cualquier producto que sale al mercado. Sin embargo, en el caso de las series premium, generalmente se refiere a series de televisión de alta calidad que ofrecen una experiencia de visualización superior a la media.
Volviendo al principio, esto me lleva a reflexionar sobre varios aspectos:
1. Es innegable que directores colombianos destacados, como Moreno y Andy Baiz, están siendo cada vez más atraídos por el mundo de la televisión. Este no es un fenómeno exclusivo de Colombia, sino que es una tendencia global. Películas de presupuesto medio, cine independiente, directores prominentes, escritores, e incluso equipos artísticos completos, están siendo reclutados para crear series de televisión de alto presupuesto y narrativas extensas. Ejemplos notables de estas series incluyen “True Detective”, “Breaking Bad”, “Los Soprano”, “Dark”, “The Wire”, entre otras. Estas producciones representan un nuevo capítulo en la evolución del arte de contar historias.
2. Directores como Moreno, quien anteriormente nos brindó películas como “Perro come Perro”, y Andy Baiz, con “Roa” o “La Cara Oculta”, han cambiado su enfoque hacia las grandes plataformas de streaming. Su talento cinematográfico ahora se dedica a narrativas más extensas, como se puede ver en series como “Narcos” de Netflix o “Mil Colmillos” de Max, dirigida por Jaime Osorio. Estos directores han adaptado su arte para satisfacer las demandas de las nuevas formas de consumo de contenido.
3. El cine que se caracteriza por una visión autoral, que se deleita en la exploración de los géneros cinematográficos y que a su vez, disfruta del aplauso de grandes audiencias, lamentablemente, ha quedado en suspenso con cada vez menos propuestas. Por otro lado, el cine comercial continúa expandiéndose a través de franquicias interminables, como “Rápidos y Furiosos”, que ya ha lanzado su décima entrega y seguramente buscará producir al menos diez más.
Insisto en que el papel del productor audiovisual, especialmente aquellos con un interés en el lenguaje cinematográfico, radica en comprender las dinámicas de estos nuevos mercados y el flujo del capital. Además, es crucial entender las dinámicas de un mercado que se está volviendo cada vez más transmediático. En la actualidad, no existe una sola película que desee pasar por un ciclo teatral que no requiera de narrativas extendidas en su etapa de distribución y promoción. Las redes sociales, los canales de difusión e incluso las noticias falsas se utilizan como anzuelo para el lanzamiento de nuevos productos audiovisuales.
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