Por: María Antonia Vélez y Jeannie Carolina Sánchez
A finales de 2024, investigadoras de la Universidad de Stirling (Reino Unido) y la Universidad del Magdalena (Colombia) iniciaron una colaboración para realizar dos episodios del podcast El Solar con personas de comunidades afectadas por el cierre de minas de carbón. La idea era ensayar un mecanismo para que dos comunidades cuyas historias están separadas por el tiempo, la distancia y el idioma pudieran escucharse mutuamente y compartir conocimientos y experiencias. Las grabaciones se hicieron en La Jagua de Ibirico, Cesar, Colombia y en Auchinleck, Escocia.
- Para escuchar el episodio sobre La Jagua de Ibirico (en español) o leer la traducción en inglés:
- Para escuchar el episodio sobre Auchinleck (en inglés) o leer la traducción en español:
En el Reino Unido, las décadas de 1980 y 1990 marcaron el declive definitivo de la extracción subterránea de carbón, con el cierre de la mayoría de las minas estatales y la transformación de algunas pocas en operaciones privadas a cielo abierto. En Colombia en cambio esas décadas vieron el crecimiento acelerado de la minería a gran escala dominada por corporaciones transnacionales. En años recientes, algunas de estas minas han cerrado o amenazan cerrar. En ambos casos, el cierre de minas significa grandes pérdidas de empleo y una transformación de la forma de vida en las poblaciones aledañas. En Escocia, algunos trabajadores pasaron a la industria petrolera en las plataformas marítimas, pero muchos no lograron reubicarse y sus pueblos nunca se recuperaron económicamente. Sin embargo, ahora tienen nuevos proyectos comunitarios e iniciativas para mejorar la calidad de vida. En Colombia solo han pasado 4 años, muchos de los trabajadores se encuentran o muy adultos o muy enfermos y no pueden encontrar trabajo, muchos mal invirtieron sus liquidaciones y quedaron en la incertidumbre del día a día. Algunos con lo recibido vieron una salida en volver a la agricultura, su vocación milenaria y compraron tierras. Pese al casi abandono estatal, el desempleo masivo y la poca oferta laboral para personas sobrecualificadas, estos extrabajadores han encontrado en la resiliencia sobrevivir cada día.

Aunque ha habido esfuerzos valiosos para recopilar historias de las comunidades del carbón, todavía hay muchas historias por contar. Conectar a estas comunidades, con sus similitudes y diferencias, crea un espacio donde se pueden contar con un propósito, el de construir futuros mejores tanto para las personas como para los territorios. Además, al yuxtaponer ambas realidades se genera una suerte de comunión frente a un mismo hecho, distante y pasado que hoy les hace iguales. Les hace hacerse preguntas sobre el papel del sindicato, de las mujeres, de los hombres, qué lograron, cómo han sobrevivido estos años y la respuesta hallada es la misma, en el fondo es el tiempo quien va determinando el curso de la vida, de las cosas, va acostumbrando a vivir con agonía, con incertidumbre, con berraquera como diría un colombiano, tratando de hacerse el fuerte y entender que casi todo le toca solo.

Algunas observaciones sobre cosas en común
- En cualquier grupo hay distintas opiniones sobre lo que pasó y lo que debe pasar después del cierre de minas, pero en ambos casos la percepción es que estas transiciones han sido mal manejadas. Lo fueron en el Reino Unido hace cuatro décadas, y lo están siendo ahora en Colombia y en otras partes. No es que necesariamente los ex mineros quieran regresar a la mina, sino que haya otras oportunidades para ellos y para nuevas generaciones.
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Son historias conectadas con las transiciones energéticas. En Escocia, las minas que sobrevivieron más tiempo fueron las dedicadas a abastecer termoeléctricas, aunque algunos sectores presionaran por el mayor uso de energía nuclear o, más recientemente, eólica. Esto es distinto en Colombia donde la mayor parte del carbón ha sido para exportación, pero también se ve la entrada de nuevas formas de energía.
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Un eje de estas historias es el desplazamiento. La gente llega a los pueblos mineros buscando trabajo y mejorar sus ingresos. Construyen una vida allí y al hacerlo transforman también la economía local. Al acabarse el trabajo en la mina, muchas personas se van, sobre todo los jóvenes, y las comunidades a veces se quedan aisladas.
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Hoy en día en minas colombianas hay más presencia de mujeres, pero enfrentan grandes retos y discriminación para entrar y mantenerse en la fuerza laboral. En Escocia el papel de las mujeres en la minería era distinto, por ser otro tipo de trabajo y en otra época, pero muchas trabajaban en oficios relacionados. La historia de Domelica como operadora de camión fue muy llamativa.
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Los sindicatos son muy importantes en los momentos de cierre de minas. Las disputas sindicales que sucedieron en el Reino Unido en los años 80 fueron tan profundas, que hoy en día es todavía muy difícil hablar de esto sin que haya desacuerdos. En el Reino Unido se trataba de una disputa con el Estado, no con empresas privadas. Pero en ambos contextos la percepción es que las empresas no escuchan a los trabajadores, y buscan manipular o marginalizar a los líderes. Sin embargo, es claro que los riesgos son mucho más altos para los sindicalistas colombianos.

Montaña de material estéril cerca a La Jagua de Ibirico (Foto por Jeannie Sánchez)
Sobre el formato podcast
- El formato audio reduce la timidez que muchas personas sienten al enfrentarse a la cámara. La conversación entre dos o más participantes, con un moderador, es generadora; sin embargo, puede estar sujeta a las desigualdades del contexto, por ejemplo las mujeres hablando menos. Al editar el podcast, se puede intentar balancear las contribuciones, aunque se corre entonces el riesgo de que la grabación no sea fiel al evento.

- El grabar en dos o tres visitas permitió que los participantes se leyeran o escucharan, y conocieran las preguntas del otro grupo. También permitió que surgiera más familiaridad y confianza para la conversación, llegando a momentos de profunda emoción y sinceridad. Generó además un interés por los procesos sindicales en ambos lugares que aunque distintos viven lo mismo, un cierre de minas inesperado. La sensación de estar leyendo las historias de Escocia por ejemplo era como si estuvieran leyendo la historia de Colombia. Si bien este fue un proyecto muy acotado, muestra la importancia de evitar aproximaciones apresuradas que no permiten construir esta cercanía.

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La traducción presenta un reto importante. Para este proyecto, usamos distintas formas de facilitar la comunicación. Para cada parte de la grabación, se hizo una traducción escrita (español-inglés o inglés-español) de la parte editada, la cual se compartió con los participantes. Estos son textos relativamente largos, de 3 a 7 páginas, y no siempre los participantes tuvieron tiempo de leerlos antes del encuentro de grabación. Las moderadoras leyeron con ellos o hicieron resúmenes para permitir que continuara el diálogo.
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También experimentamos creando vídeos con el audio y algunas imágenes fijas, poniendo la traducción en subtítulos (ver un ejemplo aquí). A los participantes les gustó poder ver imágenes de los lugares de los que se hablaba. Sin embargo, haría falta tener más material visual y más trabajo de edición. Debido al cansancio que puede producir leer subtítulos de manera constante, futuros proyectos podrían considerar el uso de doblaje. Esto requiere más tiempo y recursos, pero puede dar acceso a más participantes.
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Ofrecer diversos formatos (audio, video subtitulado, documento de texto, resumen oral) es importante para adaptarse a las preferencias o disponibilidades de los participantes.
- Debido a la diferencia horaria, no fue posible coordinar una llamada grupal que conectara en vivo a los dos grupos. Esto habría sido un gesto emocionante.
Sobre los personajes
Los personajes invitados, seleccionados cuidadosamente antes de iniciar el proceso fueron contactados, informados y citados para los momentos de la grabación. Para el caso de Colombia fue un hombre todavía vinculado a la empresa y con una amplia experiencia laboral y sindical, es una persona muy seria pero con un gran amor por lo que hace. Sus palabras pese a sentidas nunca fueron de dolor, resentimiento o angustia, es un hombre que como a muchos colombianos le ha tocado “guerrear se” la vida para salir adelante. No considera que deban darle “todo regalado” pero aprovecha las oportunidades que se le presentan.

Por otra parte, una mujer extrabajadora, de las primeras mujeres operadoras de camión minero, rompió todos los estereotipos de su época y le demostró a un sistema machista y opresor que las mujeres tenían la misma capacidad que los hombres. Dio su vida a un sector que la despidió cuando le faltaban solo 4 años para su retiro. Ella por su parte mientras habla se le salen las lágrimas, sin permiso, con una facilidad que solo es conducida por el dolor. Ha sido madre cabeza de hogar y con su trabajo sostuvo, crió y cuidó a 4 hijos y a su madre. Sin embargo cuando esas lágrimas escapan ella solo da gracias a Dios porque ha encontrado en sus momentos más difíciles a entidades que le dieron aliento. Agradece en muchas ocasiones a la Universidad del Magdalena mientras se le quiebra la voz y en esos momentos es consolada por este otro participante, quien con un tono de empatía la sostiene cariñosamente con estas palabras: “vamos pa’ lante”.

En Auchinleck tuvimos la fortuna de hablar con cinco personas llenas de experiencia y conocimiento. Algunos se conocían entre sí y otros entablaron amistad durante esos días.Tienen en común un compromiso profundo por sus comunidades, por que no se olvide la historia del trabajo minero que las forjó, y que ese orgullo sirva para reencontrarse con el territorio. Algunos de los participantes han contribuido a proyectos de historia oral como el de las aldeas perdidas de Ayrshire. Otros trabajan con organizaciones que buscan generar un reencuentro con el territorio, mediante la protección del medio ambiente y la recuperación y apreciación de los paisajes post-extractivos, como Mari Welsh que nos llevó a conocer el jardín comunitario donde en pleno invierno ya brotaban las matas de arveja.
Al entrar en confianza las narraciones nos fueron llevando por los caminos nostálgicos de la infancia, de la vida en poblaciones donde todos se conocían y el trabajo era duro pero con camaradería. Esta forma de reconocerse en un pasado más o menos compartido no quiere decir que las opiniones fueran las mismas, pero todos estaban dispuestos a escuchar y entender sus diferencias. Con igual interés escucharon las experiencias de Colombia, a veces esforzándose por imaginar un contexto tan remoto, sobre todo por las formas tan distintas de minería, pero siempre volviendo a un sentido profundo de solidaridad. Solidaridad entre mineros, entre mujeres trabajadoras en industrias masculinas, entre padres y madres de familia buscando un sustento, entre personas que han visto el declive de su lugar. Al final, las reflexiones críticas sobre el cierre de minas en Escocia se quisieron compartir como advertencia, pero siempre con la esperanza de que la historia no se repita en Colombia.
Agradecimientos
Esta sección es para agradecer a cada persona y entidad que aportó para hacer posible este bonito proyecto. Por un lado la Universidad del Magdalena y la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad del Magdalena y al Semillero de Investigación en Transición Energética de la Universidad del Magdalena. Gracias a la profesora Andrea Cardoso por guiar y con su pasión continuar con estos temas tan importantes y relevantes para la academia y los territorios impactados por la salida del carbón. Gracias a Augusto David Arregoces por ser un compinche en este proyecto, al hotel Walt Sebas y al restaurante Taita por prestarnos su espacio y poder grabar. Gracias a Elvis Adarraga por la música que acompaña estos episodios. Por último, pero más importante aún, gracias eternamente a Arlington Figueroa y a Domelica Muñoz por dejar en este episodio lo que son.
María Antonia agradece también a la Universidad de Stirling y su oficina de apoyo a la investigación y al Scottish Funding Council por financiar el proyecto. Gracias a Aileen McFarlan por reunir a los participantes y coordinar las visitas, a Catherine Mills por su conocimiento de la historia y el contexto, además de su entusiasmo, y al Eco-Museo de Paisajes Mineros. Gracias a Nicky Foley por colaborar en la edición de audio, a Jamie Hare por facilitar los equipos, y a David Sierra por apoyar el subtitulado. A Marie O’Brien por gestionar los pagos. Agradecimientos especiales al Centro Boswell en Auchinleck por acogernos tan cálidamente en su espacio, a la Auchinleck Community Development Initiative y a East Ayrshire Coalfield Environment Initiative. A Barbara Alexander, Matt Cross, David Higgins, Chris Stakim y Mari Welsh, el mayor agradecimiento por prestarnos su tiempo, sus voces, y su confianza.
Recommended2 dieron "Me gusta"Publicado en Transición Energética
Comentarios
Excelente trabajo, gracias por compartir esta experiencia <3
Les invito a leer este blog y reflexionar sobre este evento que marcó la vida de miles de personas a nivel mundial 🌱