Samuel José Arrieta Ramírez
Hablar de que en realidad existe desarrollo en la adultez puede ser un cliché para aquellos que están familiarizados con el tema, pero por otro lado no hace falta ir muy lejos, si preguntamos a unas pocas personas seguramente dirá que en esta etapa ya no hay espacio para desarrollarse, sino que este llega hasta la adolescencia o incluso hasta la pubertad.
Si se ve las cosas en perspectiva, ignorar este hecho no es tan descabellado, después de todo en las etapas en que más se ven cambios físicos, personales y sociales es en la niñez y la adolescencia, tanto así que los cambios poco perceptibles en cualquier etapa posterior pasarán desapercibidos y más aún cuando pareciera que el desarrollo a partir de cierta edad va en reversa, empiezan los dolores y achaques, hay deficiencias en los procesos psicológicos hasta el punto que la persona “parece un bebé” que tiene poco control de esfínteres y necesita asistencia para realizar tareas básicas.
La verdad es que sí, a lo largo de todo el ciclo vital nos desarrollamos, y cada etapa de este comprende distintas fases de desarrollo que dependen mayormente del contexto y las necesidades psicosociales a través de los años, por esto en este ensayo procuraremos responder la siguiente pregunta: ¿Cómo es el desarrollo en un adulto?
Según Papalia, et. Al (2009) “el desarrollo es un proceso sistemático de cambios adaptativos en el comportamiento” y para Morad (2017) convertirse en adulto implica pasar a fases más altas de desarrollo, generar un sentido independiente de sí mismo y ganar los rasgos asociados con la sabiduría y la maduración social.
Como vemos, el desarrollo no se trata solamente de crecer unos centímetros más, o del crecimiento de vellos en nuevos lugares, esto no significa que no haya cambios a nivel biológico, ya que podemos apreciar cambios en los sistemas nervioso, circulatorio, digestivo, entre otros del cuerpo, sino que en los adultos desarrollarse gira en torno a cambios adaptativos respecto a las exigencias del contexto en los aspectos psicológico, cognitivo y también en la personalidad.
A través de los años se vuelve más complicado evaluar el desarrollo, en las edades tempranas podemos apreciar rituales como bautizos, transiciones entre etapas escolares, espermaquias o menarquías, en otras palabras, se puede saber qué esperar a medida que crecen; sin embargo, para la mayoría de las personas la adultez simplemente pasa como una etapa plana y no cambiante ya que realmente no se tiene una estructura que ayude a saber en dónde se está y a dónde se quiere llegar. En los niños se puede apreciar el desarrollo cuando dicen su primera palabra u oración, en los adolescentes cuando empiezan los cambios físicos y comportamentales, pero en los adultos es más subjetivo, podríamos decir que cuando un adulto aprende a utilizar un nuevo equipo en el trabajo es desarrollo, a fin de cuentas, fue un proceso adaptativo respecto a las exigencias en el contexto.
Kegan (1982) afirmó que la adultez se trata de transformación, de cambiar el modo en que conocemos y entendemos el mundo, solo a través de esta es que podremos hacer transición a las distintas etapas del desarrollo (es por esto por lo que la tragedia personal generalmente es un gran catalizador para el crecimiento).
Según Kegan, el adulto pasa de ver a las personas como medios para satisfacer nuestras necesidades y le preocupa cómo los otros lo perciben solamente porque esas percepciones tendrán consecuencias para él; luego le da relevancia a las ideas, normas y creencias de las personas y microsistemas a su alrededor; después entiende que es una persona con pensamientos, sentimientos y creencias propias ajenas a los estándares del ambiente y por último, el sentido del yo no está atado a ninguna identidad o rol sino que está en constante transformación a través de la exploración de sí mismo y perfeccionado por medio de la interacción con otros. Este último es la fase clave para el desarrollo personal a la que deben estar orientadas todas las acciones durante el curso de la adultez.
Podemos concluir que los cambios en la adultez ocurren en muchos aspectos del yo, hay desarrollo a nivel mental en la memoria y la inteligencia, también hay desarrollo a nivel personal subjetivo de persona a persona pues depende exclusivamente de su relación con el ambiente, el desarrollo biológico en el cambio del funcionamiento de los sistemas corporales y por último el desarrollo social que engloba los cambios respecto a sus relaciones interpersonales y el trabajo. Por todo esto podemos apreciar una mayor sabiduría en las personas mayores, su edad cronológica les ha permitido vivir millones de experiencias a través de las cuales tuvo que haber un aprendizaje que resultó en enriquecer el conocimiento que tienen sobre la vida y en cambios en su comportamiento que los acompañan hasta la actualidad, pero variantes de persona a persona.
Este blog es producto de la asignatura de Desarrollo Humano: Adultez del Programa de Psicología de la Universidad del Magdalena. Docente: Johanna Bocanegra Sandoval.
Referencias
Morad, N. (2017). Part 1: How to Be an Adult – Kegan’s Theory of Adult Development.
Papalia, D., Sterns, H., Duskin, R. & Camp, C. (2009). Desarrollo del Adulto y Vejez. McGraw Hill. Tercera Edición.
T0 dieron "Me gusta"Publicado en Psicología, Salud
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