Yo considero que la herramienta más útil es el calendario, porque me ayuda a organizarme mejor con las entregas de tareas y a no dejar todo para última hora. Me parece muy práctico porque puedo ajustar mis tiempos según mis responsabilidades personales y laborales, sin descuidar lo académico. Por ejemplo, en un curso de investigación lo usaría para planear cada etapa del trabajo: la búsqueda de información, la redacción y la revisión final. Así puedo ir cumpliendo poco a poco y no sentir tanta presión.