Nuestra sociedad, actualmente, se encuentra culturalmente estructurada mediante normas y roles de género los cuales, pese a que no se escriban como leyes, han venido siendo el ámbito donde históricamente se constituyen las condiciones de vida. Las normas cambian con el paso del tiempo y no se limitan exclusivamente a ejercer coerción. Hay que tener presente que la condición de género en las mujeres, en tanto que conforma su género, no es posible siendo considerada de una forma única, generalizada y unívoca. Cada mujer se elabora en un contexto social, económico y cultural que en unas vidas más que en otras, les condiciona en la relación con los roles tradicionales y modernos.

Sería exagerado y simplista – he incluso ofensivo – decir que el matrimonio fue elaborado para someter a la mujer como aquella que sería una esclava del hombre. Tal planteamiento, abre un camino que no colecciona la justicia de la condición hombre como pareja. Consecuentemente, no se tienen en cuenta los intereses de las mujeres que pueden querer ser madres-esposas sin que haya lugar a la subordinación u opresión.

Supongamos la creencia de que lo tradicional es, por definición, incompatible con lo moderno. Tal visión de la condición de género de la mujer contemporánea ignora la capacidad de transformación y resignificación constante de las decisiones, prácticas, y prioridades de estas. Por ejemplo, la maternidad ya no responde a un único estereotipo social. El estado actual de los papeles parentales tiende a ser más flexibles, y dialogados. A la par que la sociedad empieza a modificar sus tecnologías, leyes y costumbres tradicionales; la concepción de la feminidad, de la familia y del poder de decisión de las mujeres ha ido modificándose. Es por ello por lo que resulta necesario rechazar discursos que presentan a la mujer como el único sujeto de una estructura opresora que anula sus capacidades. 

Desde todo punto de vista, la mujer contemporánea no es una mujer de fuego que arde en el pasado sino la activista que renueva, a su forma de ser, lo que supone ser mujer.

T0 dieron "Me gusta"Publicado en Feminismo, Humanidades

Comentarios

Artículos relacionados

FREDY JOSE JIMENEZ ROA

El poder del perro: desmontando la masculinidad

Visitas totales:   9 La película «El poder del perro»,  ofrece una narrativa que trasciende el género western para adentrarse en una crítica profunda sobre

Bloque 10
Bloque10
elevador-innnovafest-5.0
Innovafest B10
isotipo Kit-diseño
Diseño Educativo
elevador-digicomp
DigicompB10
storem-hub-boton
Storem
saber-11-hub-boton
Saber 11
Algarrobo
Sedes Digitales
teams logo
Teams
logobrightspace
Brightspace

Elevador