La democracia no debe ser un cascaron vacío

Con optimismo veo las próximas elecciones de los concejos de juventud. Esta es una ocasión invaluable para fortalecer nuestra democracia. La democracia se convierte en un cascarón vacío sin la participación de todos y en especial de los jóvenes que deben tener una mayor visión del mundo. Desde mi Cátedra de Formación Ciudadana y Construcción de paz, he venido motivando a mis estudiantes precisamente a construir una mente crítica, en cuestionar e investigar.

La actitud crítica en la educación es la capacidad de pensar por sí mismo y decidir de acuerdo con criterios racionales, estos son aspectos decisivos que todo ciudadano debe desarrollar. Para que una verdadera democracia se dé es necesario incentivar la formación de personas autónomas que participen activamente en la vida política, social y cultural, aspectos que implican el ejercicio crítico y reflexivo.

En contra de lo que muchos creen, la esencia de una democracia no es votar cada que se convoque. Los parlamentos y todas las instituciones políticas que acompañan nuestro régimen tampoco son elementos definidores de una democracia. Ni, por supuesto, la existencia de partidos políticos. Todo esto es más bien la consecuencia de la existencia de una democracia, debido a que lo esencial e irremplazable de la democracia es el ciudadano: su conciencia de que el destino de su país, de su región y de su comunidad depende de él, de su participación, de su voto, de su implicación. Sin ciudadanos libres colectivamente responsables del destino de su país no hay una verdadera democracia. Sin implicación, la democracia es un cascarón vacío de contenido.

En Colombia debemos admitir que nuestra participación en la democracia es defectuosa en comparación con la de aquellos países en los que esta hace parte del día a día del ciudadano. Por eso considero de mayor importancia la vinculación de los jóvenes en nuevos liderazgos de cultura democrática, que incidirá e impactará positivamente la transformación de los entornos en los que viven.