Partamos primeramente del hecho de que en la condición de la mujer si hay autonomía, ¿Hacerme cargo de otros invalida mi capacidad de ser autónoma?, para mi la respuesta es no, no la invalidad. Definamos primordialmente que es ser una persona autónoma. Según la RAE (Real Academia Española) una persona autónoma es una «persona que trabaja por cuenta propia». Simplemente, para que esto se cumpla, la persona, tanto hombres como mujeres tenemos que tener los conocimientos necesarios para trabajar por nuestra propia cuenta y además tener el libre albedrío para poder tomar las decisiones que nos llevaran a poder ser autónomos, inclusive, aunque tengamos a alguien a nuestro cuidado. Es decir, el ser autónomo no es una cualidad de un genero en específico si no una persona en específico, capacidad que puede ser alcanzada tanto por mujeres como los hombres.
Como segundo punto, en el cual tampoco compagino es el tema de que en la construcción del genero de las mujeres se les habilita para hacerse cargo de la vida de las otras personas. De hecho en nuestra sociedad no hay una construcción de genero que no esté llamada para hacerse cargo de la vida de otra persona. La mujer cuida del hombre y el hombre cuida de la mujer y juntos pueden cuidar de sus hijos. En contraste podrían argumentar que desde el concepto de ser mujer, la mujer tiene que cuidar más, alimentando a los niños, bañándolos, educándolos y manteniendo la casa. Pero no por ese motivo el hombre no está llamado a cuidar o a hacerse cargo de los hijos también, solo que es de manera diferente, o mejor dicho «complementaria». Es decir, el hombre, está llamado a proteger a su familia de los peligros externos, de arreglar la cosas de la casa, de trabajar para poder proveer a toda su familia, de llevar los niños a la escuela, es la persona que en su mayoría deber poner los límites a los niños y además acompañarlos en su desarrollo emocional junto a la madre. Y por conclusión, vuelvo a decir que por ser mujer no estás llamada a servir, por ser una persona y haber nacido en este mundo estás llamada a servir.
Y por último y para finiquitar el tema, partamos de la base de saber que es identidad. La identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás, partiendo de esa definición hay que decir que los individuos, las personas no nacemos con una identidad, se nos asigna un nombre, se nos educa de tal o cual manera, se nos enseñan ciertos valores y a medida que vamos creciendo vamos adquiriendo cosas de otras personas, cosas como por ejemplo; gustos musicales, hobbies, gustos de ropa, incluso valores y creencias que van moldeando nuestra identidad. No hace falta decir que eso pasa a lo largo de toda la vida humana, siendo la etapa de la adolescencia en la cual estamos más predispuestos a ir construyendo una identidad más definida. Por ende, podemos decir que el ser humano es un ser incompleto, el cual va buscando de un lado para otro, algo que lo pueda llenar, que lo pueda definir, algo que le pueda dar identidad. En conclusión, no podemos atribuir esta característica tan firmemente arraigada a la naturaleza humana un género u otro. Cosa que afirma el texto al decir que «en la identidad de las mujeres se construye la marca de la incompletud y, por lo tanto, se construye la necesidad de completarse en otros; en todos los otros y en todas las instituciones que dan vida a los otros y que se vuelven las instituciones de la vida de las mujeres«. Nuestra vida no es complemente independiente de los otros, siempre vamos a depender los demás para algo, puede ser algo muy importante o algo muy mínimo, pero que al final esa misma necesidad del otro es lo que nos hace humanos.
Nota: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir»
T0 dieron "Me gusta"Publicado en Antropología y Género, Derecho, Humanidades
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