Como productores de cine, ya no basta con centrarnos únicamente en nuestra película y su rendimiento en taquilla. Debemos pensar estratégicamente en los diversos medios y las redes sociales para que nuestra historia pueda llegar lejos. En la era digital, el cine ha trascendido la pantalla grande y nosotros los productores debemos integrar de manera estratégica los diversos medios y las redes sociales para crear experiencias transmediales que cautiven a nuestras audiencias, pero para que las películas obtengan los beneficios mencionados, debemos diseñar un proyecto transmedial de manera inteligente.
Es esencial que el producto principal pase por un análisis detallado que considere factores como: la temática central y las condiciones de la audiencia objetivo. La elección de los componentes transmediales debe basarse en las características del producto principal y en las necesidades de la audiencia objetivo para poder diseñar un proyecto transmedial coherente y efectivo. Por ejemplo, si mi público objetivo se encuentra en una región del país con poca conectividad, una aplicación móvil elaborada quizás no sea la mejor opción para expandir la historia. Si mi audiencia son niños de 8 a 11 años, un blog de opinión en la web podría no ser el componente más adecuado. Es crucial realizar un análisis profundo.
Tips:
1. ¡Presupuesta! Muchas estrategias transmedia quedan cortas por el factor que más estresa a un productor. ¡El dinero! Asegúrate tener en cuenta una parte de tu presupuesto y gestión para estos propósitos.
2. ¡Sé creativo! Un proyecto transmedia te invita a salirte de tus casillas un poco, pensar más allá del plan original de tu película. Explora tus ideas más locas y después las organizas a las más coherentes y las que más se acomoden a tu proyecto.
3. Asesórate con un experto- Existen expertos que te pueden hacer mucho más fácil el proceso, pero recuerda que tú eres el que en esencia conoce tu peli, por lo que el asesor debe ser un apoyo, más no quien tome las decisiones finales sobre tu estrategia transmedia.
Para concluir, Si bien este enfoque “transmedia” puede resultar abrumador en ocasiones, los beneficios son innegables. Permite analizar el producto desde diferentes ángulos, enriquecer la experiencia del espectador y en última instancia, democratizar el acceso al cine, acercándolo a un público más amplio y diverso. En definitiva, el cine moderno se encuentra en un momento de transformación emocionante. Los productores que se adapten a este nuevo paradigma y abracen la transmedia tendrán la oportunidad de crear experiencias cinematográficas únicas y memorables. (Aunque nos volvamos locos en el proceso)
– Yessica Cifuentes Ramos
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