Muy poco se habla del papel tan importante que hoy en día tienen las mujeres en la sociedad. No solo son madres, amigas, compañeras, sino que además se han convertido en un soporte fundamental para sus familias, sus comunidades y para ellas mismas. Pero… ¿qué pasaría si no existiera esa autosuficiencia? ¿Si las mujeres no tuvieran ese sentido de utilidad propia, de querer hacer cosas por ellas mismas y también por los demás?
En la sociedad actual, muchas veces se da por sentado todo lo que las mujeres hacen, como si fuera una obligación. Se espera que cuiden, que estén disponibles, que sean fuertes, pero rara vez se reconoce cuánto esfuerzo hay detrás. El problema es que pocas veces se habla de lo que implica realmente ese papel, ni de la carga emocional y física que conlleva.

La autosuficiencia no se trata solo de tener un trabajo o de ganar dinero, se trata también de tener voz, de tomar decisiones, de ser escuchadas. De tener la libertad de decidir sobre sus propios cuerpos, sus vidas y su futuro. Y si las mujeres no tuvieran esa posibilidad de ser autónomas, de luchar por lo que quieren, de sentirse útiles y valiosas por sí mismas, probablemente todo el equilibrio que existe en muchas familias y comunidades se vendría abajo.
Lo más triste es que muchas mujeres aún no se sienten libres de elegir su camino. La sociedad todavía impone roles, limita oportunidades, y en muchos casos, ignora la importancia de apoyar verdaderamente su desarrollo. Por eso, más allá de admirar lo que hacen, también es momento de preguntarnos: ¿qué estamos haciendo para que esa autosuficiencia no sea una lucha solitaria? ¿Quién habla realmente del papel que debemos asumir como mujeres en el mundo de hoy?
T0 dieron "Me gusta"Publicado en Antropología y Género, Derecho, Humanidades
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