City of Joy: la crueldad de la violencia de género en el Congo evidenciada en la plataforma de Netflix.

En 1998 en el Congo se inició una guerra por la explotación de minerales de gran interés industrial a nivel internacional como el Coltán; situación que expuso a las comunidades asentadas alrededor de las minas graves peligros, ya que eran el objetivo de las milicias constituidas con el fin de desplazar a la población aledaña para tomar el control territorial y así tener el poder sobre los minerales.

Las prácticas de guerra de estos grupos de rebeldes armados a lo largo de la historia han ido en contra de la humanidad misma; se encargan de infundir el terror a través de acciones inhumanas como la tortura, el reclutamiento forzado, el desplazamiento, homicidios y sobre todo utilizando la violencia sexual como instrumento de guerra.

El Congo se puede describir como un escenario del conflicto armado, la ausencia y aquiescencia del Estado, el machismo, la extrema pobreza, el genocidio, la violencia de género, el colonialismo y la discriminación; es precisamente por estas razones que el trabajo de intervención social realizado por los fundadores de la Organización City Of Joy es merecedor de un gran reconocimiento a nivel internacional.

Christine Schuler Deschryver es vicepresidenta de la Fundación Panzi y directora de V-Day Congo, y cofundadora y directora de City OF Joy.

City Of Joy revela la fuerza de las mujeres destruidas por la guerra y representa la iniciativa privada consciente y sintiente cuyo objetivo es doliente que busca reparar a la mujer destruida por la guerra en el Congo. Este documental evidencia la realidad de la guerra en el continente africano y hace especial énfasis en cómo los abusos sexuales son el arma de guerra predilecta de las milicias para infundir terror y lograr control territorial.

El terrorismo sexual utilizado por estos mercenarios busca la destrucción de la mujer en sentido físico y psicológico, en esta acción se ven involucrados no sólo la victima directa sino también todo el núcleo familiar de la mujer, haciendo especial énfasis en los hijos, quienes en la mayoría de las ocasiones son forzados a presenciar estos momentos de violencia y quedan eternamente marcados con heridas psicológicas muy difíciles de superar. Las narraciones de las victimas presentadas en el documental son relatos desgarradores que evidencian lo irracional que puede llegar a ser un ser humano que sólo ha sido entrenado para levantar un fusil y ser el mensajero de la guerra, un ser humano que se convierte en máquina de destrucción.

El Congo se puede describir como un escenario del conflicto armado, la ausencia y aquiescencia del Estado, el machismo, la extrema pobreza, el genocidio, la violencia de género, el colonialismo y la discriminación; es precisamente por estas razones que el trabajo de intervención social realizado por los fundadores de la Organización City Of Joy es merecedor de un gran reconocimiento a nivel internacional.

                                                 Doctor Denis Mukwege, premio nobel de la paz año 2018.

City Of Joy es un centro especializado en la atención de la mujer víctima del terrorismo sexual en El Congo, en este lugar ellas reciben atención médica especializada y psicológica, capacitaciones para emprendimientos, orientación jurídica y técnicas de defensa personal con la finalidad de que puedan reconstruir sus vidas y convertirse en lideres sociales que sean capaces de reproducir sus conocimientos y hacer valer los derechos de la mujer en un entorno hostil y altamente peligroso para este género.

En este escenario se pueden identificar como principales actores al Estado ausente, ya que ha incumplido su deber internacional de protección, garantía y respeto de los derechos humanos de su población; las mujeres que son las víctimas directas de los actos de violencia sexual; los hijos de estas mujeres quienes se presentan como victimas indirectas ya que con el ataque hacia su madre sufren fuertes heridas psicológicas y muchos de ellos quedan en situación de indefensión y son reclutados forzadamente a estas milicias; y por supuesto los integrantes de la organización privada City Of Joy quienes son los que realizan las acciones de intervención social.

TERRORISMO SEXUAL EN EL CONGO

En 2020, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) documentó 1.053 casos de violencia sexual relacionada con el conflicto que afectaron a 675 mujeres, 370 niñas, 5 niños y 3 hombres. De ellos, 177 se produjeron en años anteriores. La mayoría (700 casos) se atribuyeron a grupos armados no estatales. El resto de los casos se atribuyeron a agentes estatales: 239 a las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, 76 a la Policía Nacional Congolesa y 38 a otros agentes estatales.

TERRORISMO SEXUAL EN EL CONFLICTO ARMADO COLOMBIANO

Cuando vi este documental noté que la situación en el Congo no dista de lo que ocurre aquí en Colombia, pues todo ese terrorismo que se ha vivido durante el conflicto armado en Colombia y  ha vulnerado todos los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes.

En 2020, la Unidad para las Víctimas registró 239 casos de violencia sexual relacionada con el conflicto. De ellos, 197 fueron cometidos contra mujeres, 15 contra niñas, 13 contra hombres y 6 contra niños. Ocho víctimas se identificaron como personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales. Además, 67 víctimas eran afrocolombianas y 15 pertenecían a comunidades indígenas. Además, 16 casos afectaron a personas con discapacidad. La Defensoría del Pueblo comunicó 189 casos de violencia sexual que afectaban principalmente a las mujeres.

Según datos de la Unidad de víctimas existen 33.329 Víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual, de los cuales el 90% de las víctimas son mujeres, niñas y adolescentes.

CONCLUSIONES:

Indiscutiblemente las mujeres han sido víctimas de toda clase de vejámenes en la guerra, es por ello que los Estados y organismos internacionales deben adoptar medidas en aras de proteger a este grupo poblacional.

En Colombia tenemos la ley 1448 del año 2011 que consagra las rutas de atención para las mujeres víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual dentro del marco del conflicto armado, sin embargo a pesar de las garantías establecidas en dicha ley, ya que al momento de solicitar dichas garantías el Estado las somete a una serie de actuaciones que las revictimiza y les coloca obstáculos para una verdadera reparación integral. 

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