¿Recuerdas esos días en el colegio donde los profes te perseguían para que entregaras tus tareas y hasta te llamaban la atención por llegar 5 minutos tarde? Pues, olvídate de eso. La universidad es otro mundo. Aquí nadie te va a andar cuidando como a niño chiquito. Si no estudias, si no entregas tus trabajos o si faltas a clase, el único afectado serás tú y tu promedio claro. La libertad se siente increíble, pero también da un poco de miedo porque, por primera vez, todo depende de ti.
Y no solo eso, el ambiente es totalmente diferente. En el colegio, todos se conocían y hasta sabías quién era bueno para trabajos en grupo y quién no. En la universidad, a veces te sientes como un fantasma entre tanta gente. Pero tranquilo, poco a poco vas encontrando tu grupo, esos locos que sufren contigo en los parciales o que se vuelven tus cómplices para llegar tarde a esa clase de las 8 a.m. Eso sí, prepárate para ver de todo: desde el que no para de hablar hasta el que parece un zombie por no dormir en tres días y el que va a la clase a dormir ya que con ese aire las ganas no faltan.
La universidad es un viaje de altibajos, pero es parte de crecer. ¿Qué si extraño el colegio? Quizá un poco, pero cuando recuerdo que ahora puedo hacerme cargo de mí mismo y que solo dependo de eso o elegir mis horarios, todo vale la pena. Dale sin miedo, que esta etapa es para vivirla ¿Tú cómo llevas el cambio?
T0 dieron "Me gusta"Publicado en Desarrollo personal, Psicología
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