Navegando por las aguas turbias del suicidio

Creamos este espacio como un lugar de reflexión para los que deseamos generar conciencia sobre el suicidio y la prevención de este. Además, para aquellos que han atravesado por situaciones difíciles y están librando una batalla contra sus pensamientos.

Por: Laura Piraneque, Mayra Moreno, Paula Rivera, Adriana Mercado y Valentina García. 

El agua -vida- de las personas se ha visto contaminada a lo largo del tiempo por el suicidio, el cual, es considerado como una de las problemáticas que más impacto tiene en la salud y bienestar de las personas. Este, según la OMS (2015) ocupa un lugar entre las primeras 10 causas de muertes que se plantean como riesgosas.

Cada año, más personas se sumergen en estas aguas; Se estima que unas 800 mil personas cometen dicho acto, y son muchas más las que intentan hacerlo, esto quiere decir que, por cada ahogamiento -suicidio- consumado hay más intentos que no fueron fructíferos. Según la Organización Panamericana de la Salud (2021), el suicidio deja más muertes anuales que enfermedades como el cáncer de mama, VIH y paludismo, lo que lo cataloga como un grave problema de salud pública mundial (OMS,2021 ).

El suicidio es más común en los jóvenes de lo que creemos. Justamente se observa que, en edades de 15 a 29 años, es la cuarta causa de muerte a nivel mundial (OMS, 2021; OPS, 2021). Y, en Colombia, entre el 70% y el 74% de los intentos suicidas ocurren en la población de 10 a 29 años, y el 48% de estos ocurre en la población de 15 a 24 años. Y es que, la adolescencia es un período de desarrollo lleno de cambios corporales, de pensamientos y sentimientos, (Stanford Medicine, 2021), es por esto que, según la American Academy of Child and Adolecent Psychiatry (2014), esta población experimenta sentimientos de confusión, presión para lograr el éxito, incertidumbre financiera y dudas acerca de su persona. Lo anterior afecta las capacidades de toma de decisiones y resolución de problemas en adolescente, de hecho, las dificultades que presentan en su vida pueden parecer muy difíciles de superar.

En las aguas colombianas, los departamentos que presenciaron más contaminación fueron el Putumayo, Arauca y Quindío, esto según el ICBF (2020). Sin embargo, es un fenómeno con el que cualquier náufrago puede verse afectado al estar en contacto con aguas turbias sin importar su raza, género o estrato socioeconómico.

Sabiendo esto, es necesario que de manera general, la sociedad esté informada sobre aquellos signos que pueden indicar una posible alarma de contaminación, pues, al ser identificados pueden ser intervenidos, con el fin, de poder disminuir en algún momento estos comportamientos. (Cabra O.L, et. al, 2010)

Según Stanford Medicine (2021) las señales de advertencia, muchas veces, son también síntomas de depresión. Es importante estar alerta a las siguientes:

• Cambios en hábitos de alimentación y sueño
• Pérdida de interés en actividades habituales
• Aislamiento de amigos y miembros de la familia
• Comportamientos inadecuados y escapar
• Descuido de la apariencia personal
• Preocupación por la muerte y morir
• Incremento de quejas físicas que suele estar asociado con la angustia emocional, como dolores de estómago, dolores de cabeza y fatiga.
• Sensación de aburrimiento
• Sentimientos de querer morir
• Mostrar planes o esfuerzos hacia planes de cometer suicidio, que incluyen lo siguiente:
• Expresar verbalmente “Me quiero matar” o “Me voy a suicidar”
• Dar indicios verbales como “Ya voy a dejar de ser un problema” o “Si algo me sucede quiero que sepas…”
• Obsequiar posesiones personales y/o desechar pertenencias importantes
• Alegrarse repentinamente después de un período de depresión
• Puede expresar pensamientos bizarros
• Escribir una o más notas suicidas

En general, los náufragos en riesgo de ahogarse en estas aguas turbias sufren de vulnerabilidad psicológica causada por diferentes situaciones familiares de violencia o abuso sexual, problemas escolares como el acoso, rechazo por parte de compañeros, identificación de la orientación sexual.

Cabe resaltar que, las personas que se encuentran en estas aguas no desean ahogarse, solo está transitando una situación de ambivalencia en su vida, es decir, desearían ahogarse si su vida continúa de la misma manera, pero desearía vivir si se produjeran cambios significativos en ella.

Por todo lo dicho anteriormente, es ideal que tú que nos lees estés informado sobre lo turbia que se puede tornar el agua -vida- de una persona y, sobre todo debes otorgarle la importancia que merecen expresiones como “No estoy bien”, “Mi vida es un caos, pero ni modo”, “Pero bueno, así me tocó vivir”, ya que, justamente detrás de expresiones como estas se encuentra la verdadera cara del dolor. Sin duda, todos podemos ser salvavidas en la vida de quienes nos rodean, por ello, no te hagas el de la vista gorda al ver que alguien manifiesta no estar bien.

Y si tú, consideras que te encuentras en estas aguas turbias, recuerda que tienes salvavidas aunque no lo sientas en este momento, puedes recurrir a diferentes líneas de atención, entre ellas:

• Línea SISVECOS (1) 3649090, Bogotá D.C
• Línea de la ternura (5) 3443645, Atlántico.
• Línea Amiga (4) 4444448, Antioquía.
• (5) 6645612, Bolivar.
• Linea amiga 3125751135, Meta.
• Centro de Escucha 3219073439, Huila
• Línea de ayuda en salud mental 106, Valle del cacuca
• Línea 125, Cartagena DT

Y a nivel nacional: