Leí hace un par de días que un stiker es una manifestación espontánea de esa necesidad natural de comunicar de manera instantánea diferentes aspectos de nuestra realidad que, por lo general, de forma escrita requerirían de más tiempo y más espacio.
Y es que estos recursos visuales, desde su llegada en el año 2011, año en el que la compañía coreana Naver lanza al mercado LINE, que debido a las condiciones a las que se vieron expuestos a causas naturales como terremotos que los afectaron para ese año, le aposto a fortalecer su sistema de mensajería usando esta red de datos, considerada por ellos y por los cibernautas más fiable que las llamadas y los SMS, y es en esta red social donde se encontraban los primeros; ¿Quién no los recuerda aun?
Lo curioso de todo esto es que para la llegada de redes sociales como WhatsApp ya la fiebre del stiker estaba en auge adhiriéndose al equipo de los emojis y dándonos más herramientas para expresar nuestras emociones. Es por esto que se pueden encontrar stickers de todos los estilos y finalidades. Están los lúdicos, los hiperbólicos, los emocionales, los interrogativos e incluso, los metalingüísticos y los poéticos.
Este fenómeno popular es considerado también como un complemento a los recursos propios del idioma, se viraliza con la incorporación de WhatsApp, siendo esta red social su mejor ventana de exposición, convirtiéndolo en un recurso casi esencial en la nueva era de la comunicación digital.
Y aunque los expertos indican que el uso de estos stikers fueron mucho más populares entre los usuarios más jóvenes, quienes reconocen con mucha más facilidad estos códigos o expresiones, lo cierto es que no importará que edad tengas, el stiker de un gato llorando logrará darle a tu mensaje ese toque especial para transmitir tus emociones y es una realidad que todos los usamos ya sea para reírnos de una situación en particular, hasta manifestar un disgusto o lo muy enamorados que nos encontramos de nuestras parejas.
En definitiva, se han convertido en nuestro complemento ideal a la hora de expresarnos, logrando que nos identifiquemos con algún stiker en particular y de esa manera agregarle personalidad y estilo a cada mensaje que enviamos.
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