La educación formal (desde mi punto de vista) debería estar preparada para la inclusión de contenido educativo que sea efectivamente entretenido y trans mediático. Desde colegios hasta universidades, conviene que tengan, desde lo institucional, una clara y buena disposición para introducir nuevos medios educativos en el sistema.
Si bien, ha habido cierta inclusión de nuevos medios para potenciar el aprendizaje de los estudiantes en diversas instituciones académicas como la implementación de videos e infografías, aún falta mucha tela por cortar (sobre todo en las públicas).
Los medios web que se han usado como las plataformas propias de cada institución parecen obedecer a un reduccionismo protocolario, donde los estudiantes mantienen la cultura de hacer por cumplir requisitos, solo que, en ves de entregar un escrito a mano, ahora se hace Word y se sube a la plataforma o se envía por correo.
Y a pesar de dicha inclusión de medios vanguardistas, son pocos los profesores que de buena fe se atreven a hacer sus clases de forma más disruptiva y transmediática. Basta con sondear a los estudiantes de colegios y universidades para darse cuenta de que la mayoría de los profesores (si bien algunos usan diferentes medios) siguen haciendo una clase casi o completamente mono mediática, es decir, el profesor es quien imparte información y los estudiantes la reciben pasivamente. Y aunque éstos últimos hagan esfuerzos para comprender la lección que va en una solo dirección, los “resultados de aprendizaje” se limitan compromisos académicos (tareas, exposiciones, etc.) los cuales pierden relevancia al poco tiempo. ¿A caso abundan los resultados de aprendizaje que sirvan para algo más que tener una buena nota? Las universidades, por ejemplo, se han especializado en que esos resultados sean principalmente texto escrito, los cuales pierden trascendencia en la mayoría de los casos. Pero que interesante sería que los resultados de aprendizaje sean algo más que un requisito para aprobar materias, vale la pena imaginar ¿Qué pasaría si los compromisos académicos dieran resultados que favorezcan el aprendizaje de otros compañeros e incluso los docentes? Pues no es lo mismo entregarle un ensayo a un profesor que entregarle un video bien elaborado sobre un tema en el que explique algo que se le dificulte a los demás compañeros, o una estudiante que incluso elabore toda una ruta de aprendizaje de un tema a partir de diversos medios (infografía, sitios web, videos etc.) para la comprensión de un tema complejo, lo que haría trascender ese resultado de aprendizaje haciendo que sirva de insumo para clases posteriores.
Con todo esto no quiero desmeritar a los profesores ni promover que los estudiantes les hagan el trabajo a ellos, pero me resulta imposible no pensar en lo “lo que podría ser, pero no es”. Solo señalé algo que todos saben, pero tal vez no son conscientes, las clases magistrales suelen ser impartidas de forma muy típica y las tareas también a pesar de la buena intención de docentes y estudiantes.
Por otro lado, vivimos en una era en la que las fuentes de entretenimiento abundan, haciendo que la atención de las personas se distribuya en muchos medios diferentes entre sí pero que de alguna forma se relacionan mutuamente. Es ahí cuando pienso en que la educación también sea entretenida, pues resulta interesante pensar en clases donde no se trate de competir contra el entretenimiento que brindan otros medios diferentes (a los tradicionales para enseñar) por la atención de los estudiantes, sino que se aprovechen para aumentar la atención por las clases, el entretenimiento puede ser un impulso para aprender o seguir aprendiendo.
Recuerdo que cuando estaba en el colegio me gustaba una serie sobre hombres lobos, era tan entretenida para mi que indagué sobre esas míticas criaturas en Wikipedia leyéndome absolutamente toda la página web. En ese entonces no me gustaba mucho leer, más bien me producía pereza, pero mi curiosidad fomentada por un programa de televisión sin más objetivo que el de entretenerme hizo que me leyera toda una sección enciclopédica en la web, la cual, no significaba para mi mucho más que el lugar de donde hacia “copia y pega” para las tareas. Este ejemplo personal se queda pequeño ante la evidente fanaticada de diversos personajes ficticios extraídos de otros medios (comics, libros, películas, etc.) en los que si se escoge a una de estas personas, te podrán contar lo mucho que saben de un universo narrativo de su película o serie favorita, donde no sería de extrañar que no solo hayan consumido las historias desde el cine o la televisión sino que consumen de muchos medios más para aumentar su conocimiento aunque parezca una actividad infructífera estudiar algebra o ciencias complejas en libros académicos.
Aunque en la actualidad se utiliza el concepto de “transmedia” como todo un plan fríamente calculado para promover ciertas cosas por empresas o personas, la verdad es que la vida misma es transmediática, debido a que aprendemos de diferentes medios de información que se diferencian, complementan o compiten entre sí, por ejemplo, podemos aprender de conducta con el ejemplo de quienes nos rodean, de las historias en sus diversos formatos (película, libro, novela etc.), clases de ética y religión en el colegio, en fin, aprendemos de algo en particular de diversas formas, medios e incluso ecosistemas (de diversa índole) y producimos discursos sobre ese “algo”, lo que significa que no solo consumimos si no que creamos.
A pesar de todo esto, estamos tan inmersos en la vida en sociedad que es inherentemente transmediática que no somos conscientes de ese hecho. Pero ser consciente puede ayudar en esa metacognición colectiva para mejorar los procesos académicos, el entretenimiento no es bueno ni malo, solo es entretenimiento, y quitarle antagonismo a ese concepto puede abrir un universo de oportunidades si se hace una amalgama con otros. Y aunque no tracé ninguna ruta a seguir (que seguramente ya hay quienes la hayan hecho), y sé que es más fácil decirlo que hacerlo, pues las instituciones tienen demasiado protocolo y burocracia que pueden llegar a ser (para incomodidad de muchos) un estorbo, no puedo evitar pensar que el futuro debe ir por ese camino, entretener para fomentar el deseo de aprender aprovechando los diversos medios que nos facilitan no solo la recepción del conocimiento sino también crearlo.
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