El diario de un pescador es una película que nos permite observar como el cine es una herramienta idónea para visibilizar violaciones de derechos humanos y toda la violencia basada en el género que sufren las mujeres en diferentes partes del mundo.
Esta película, narra la historia de una menor de 12 años de edad llamada ekah que trabaja con su padre vendiendo pescados en la aldea donde viven.
Para ekah la educación no está permitida, así como para muchas niñas que viven en su aldea, ya que es un tema tabú, al considerar los miembros de la comunidad que el fin de la mujer es conseguir esposo y crear una familia. Pese a esto, ekah inspirada y motivada por los mensajes de Malala Yousafzai está decidida a estudiar y cada día se escapa de su casa para desde lejos y por la ventar mirar a la profesora dictar clases a los niños que si pueden asistir a la escuela. El padre al enterarse de lo que ella hacía la agrede físicamente y la obliga a casarse siguiendo el consejo de un amigo.
Esta menor de tan solo 12 años de edad, es violada repetidamente por su esposo situación que se atreve confesar a su padre, el cual solo le responde que debe volver a estar con su esposo.
Ekah representa la valentía y la fuerza de superación que tienen todas las mujeres cuando se presentan ante circunstancias de vulneración de sus derechos y cuando los obstáculos impuestos por la sociedad nos les permiten alcanzar sus sueños. Ella decide revelarse y se escapa asumiendo las consecuencias que esto le traerá en su comunidad.
Algo que me llamó la atención fue que durante la boda entre ekah y su esposo, no hubo nadie que se enfrentara al padre de la menor, con excepción de la profesora que apenas puede desde lejos con lágrimas en sus ojos ver esa escena desgarradora, pues está ante una comunidad con un sistema patriarcal arraigado muy difícil de cambiar.
Sin duda alguna este filme nos muestra la realidad que viven muchas niñas y adolescentes en el mundo, puntualmente en África en la región septentrional de Camerún en donde el 70% de las niñas de son analfabetas. Este fenómeno afecta a más de un millón de chicas de entre 10 y 19 años, lo cual representa el 31,9% de las niñas de la región (Instituto de Estadística de la UNESCO, 2016).
La declaración Universal de los derechos humanos establece en su artículo 1 ” Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, sin embargo, pese a esa igualdad proclamada y acogida por diversos Estados no encuentra materializada en la realidad en donde la desigualdad e inequidad son los valores imperativos entre hombre y mujeres.
En consecuencia con lo anterior, la convención de Belem do pará establece que se entiende por violencia contras las mujeres: ”…cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado…”; a su vez reconoce tres tipos de violencia: 1. La violencia física, 2. La violencia sexual y 3. La violencia psicológica.
La Convención visibiliza tres ámbitos donde se manifiesta esta violencia: 1. En la vida privada: Cuando la violencia se ejerce dentro de la familia, la unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, y aun cuando el agresor ya no viva con la víctima. 2. En la vida pública: Cuando la violencia es ejercida por cualquier persona, ya sea que esta se lleve a cabo en la comunidad, en el lugar de trabajo, en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y 3. Perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, dondequiera que ocurra.
¡La educación como derecho humano no se encuentra al alcance de todas!
La educación como derecho humano, así como la igualdad son reconocidos como derechos humanos que le asisten a todas las personas por el hecho de su propia existencia fundamentada en la dignidad, Estos derechos en diversas zonas del mundo son un privilegio, ya que diferentes factores inciden en que niñas y adolescentes no puedan acceder a ningún grado de escolaridad.
Entre otros factores encontramos: 1. La extrema pobreza, 2. La educación como tema tabú para las niñas y adolescentes, 3. Embarazos a temprana edad, 4. Matrimonios de niñas y adolescentes.
Por su parte la cuarta conferencia mundial sobre la mujer de las naciones unidad en Beijíng en el año 1995 exaltó “La alfabetización de las mujeres es una clave importante para mejorar la salud, la nutrición y la educación en la familia y para empoderar a las mujeres para que participen en la toma de decisiones en la sociedad. Invertir en educación y formación formal y no formal para niñas y mujeres, con su rendimiento social y económico excepcionalmente alto,
La discriminación en el acceso de las niñas a la educación persiste en muchas esferas debido a las actitudes habituales, los matrimonios y embarazos precoces, los materiales didácticos y educativos inadecuados y con prejuicios de género, el acoso sexual y la falta de instalaciones escolares adecuadas y físicamente accesibles. Las niñas realizan labores domésticas a una edad muy temprana. Se espera que las niñas y las jóvenes asuman las responsabilidades tanto educativas como domésticas, lo que a menudo da como resultado un rendimiento escolar deficiente y un abandono temprano del sistema educativo. Esto tiene consecuencias duraderas para todos los aspectos de la vida de las mujeres.
La Organización de las Naciones Unidas en el año 2019, reveló que casi 260 millones de niños y niñas no asistieron a la escuela, ya que las zonas en donde viven se encuentran en medio de conflictos y fueron las que se vieron más gravemente afectadas: alrededor del 50 por ciento de los niños y niñas de escuela primaria, pero sin escolarizar viven en esas áreas, y unos 617 millones de jóvenes de todo el mundo carecen de conocimientos básicos de matemáticas y alfabetización.
Es de resaltar, que la pandemia de COVID-19 hizo que el mundo diera un vuelco y los Estados adoptaran decisiones tenientes a salvaguardar el derecho a la vida, sin embargo esto desencadenó una serie de vulneraciones a otros derechos humanos como el de la educación, ya que millones de niños y niñas no tuvieron acceso a este debido a la falta de herramientas tecnológicas, afianzando de esta forma las ya existentes realidades de desigualdad y pobreza, sumado a los conflictos armados que viven algunos países.
En mayo de 2021, las escuelas en 26 países estaban cerradas, y en 55 países estaban parcialmente abiertas. Se calcula que el 90% de los niños, niñas y adolescentes en edad escolar del mundo han visto interrumpida su educación por la pandemia, según la UNESCO.
Deben consolidarse estrategias efectivas para que las niñas y adolescentes tengan acceso a la educación en condiciones aptas, porque del ejercicio de las garantías y libertades por parte de los seres humanos se construyen relaciones equitativas entre hombres y mujeres, y estas pueden tener la capacidad de decidir sobre el proyecto de vida que deseen tener.
Foto destacada tomada de https://www.filmaffinity.com/es/film479655.html
En el siguiente link encontrarás disponible el podscat del blog en la lengua koguian. Este podscat fue realizado con la laboración de Juan Gil de la etnia Kogui, estudiante del programa de derecho de la Universidad del Magdalena.
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Comentarios
Las mujeres siempre han jugado un papel fundamental en sociedad, si bien en algunas culturas es vista como sinónimo de crianza, la encargada de dar a luz bebés y las labores del hogar; en los tiempos de hoy esta ha podido salir adelante, ejercer sus derechos y mostrar todas esas capacidades que posee, su inteligencia y valor para llevar a cabo cualquier actividad que se acostumbra a ser realizada por hombres. El cine y la televisión son medios que han roto los paradigmas y permiten hacer visibles las vivencias de este género, sus desgracias, sus injusticias, pero también sus logros, su valentía y persistencia para conseguir lo que desea. Por otra parte, la población vulnerable como lo son los niños y los adolescentes, tienen también una lucha fuerte, puesto a que son el blanco fácil para las injusticias y los abusos por parte de los adultos. Los niños son el futuro de la humanidad, por lo tanto hay que proteger su presente siempre, permitiendo que puedan tener oportunidad de educarse, crecer bajo condiciones dignas y favorables para su normal desarrollo y crecimiento adecuado, tanto en ciencia como en conciencia.
El cine ha sido una gran herramienta para mostrar al resto del mundo aquellas vulneraciones de derechos humanos que se dan arraigadamente en algunas comunidades o las que generan los conflictos en los países, el diario de un pescador trae la historia desgarradora de una niña, donde no puede ser posible que hoy pase esta situación en el mundo ideal lleno de paz que se ha planteado.
Los derechos de la mujer deben ser equiparados a los del hombre en función de la dignidad humana, las mujeres a través de la historia han sido víctimas de múltiples vulneraciones de sus derechos, por lo cual deben vivir una reivindicación social de aquello que por mucho tiempo se les laceró, avanzando por la calidad de vida de todas las mujeres y así prima el derecho a la igualdad, por último, un mundo igual y lleno de paz es posible.
Un caso desolador que lastimosamente es el reflejo de muchos que se viven a diario alrededor del mundo. Es doloroso pensar que así como Ekah existen miles de niñas y mujeres que tienen que enfrentarse a los distintos tipos de violencia de forma continua, y peor aún, sin poder hacer nada para cambiar su situación. Por otro lado, es admirable la valentía de esta niña, en ella y en su profesora puedo vislumbrar la lucha constante de mujeres que trabajan en aras de mejorar las condiciones de vida de muchas otras, así como de velar por la protección y reivindicación de sus derechos, sin importarles lo difícil que resulte ser al seguir expuestas bajo sistemas patriarcales que tristemente continúan existiendo a la luz de hoy. Esta película también nos hace reflexionar acerca de la deconstrucción que aún deben realizar diversos países; si bien en la actualidad es muy común hablar de Derechos Humanos y Derechos Fundamentales, aún no vemos su reconocimiento en distintas partes del mundo que indiscutiblemente lo necesitan para el correcto desarrollo y la garantía de una vida digna a sus habitantes. Por último, me gustaría resaltar un discurso de suma importancia que muchas veces pasamos por alto, y es la evidencia e importancia de la estrecha relación que existe entre la educación y la libertad de elección, dado que este Derecho Fundamental nos abre un mundo de posibilidades, dentro del cual podemos elegir libremente la vida que deseemos llevar; y sin duda, sería maravilloso ver cómo todas las personas tienen acceso a ese privilegio.
Hoy en día, gracias a la lucha por los derechos y el desarrollo constante de la humanidad es que gozamos de libertades y garantías que antes no existían, caso a resaltar es el de las mujeres y los niños, puesto a que poco a poco se han venido percibiendo como sujetos de derechos, esto ha permitido cada vez más el desarrollo, el respeto y la solidaridad, pero sin dejar de lado que la lucha no para, que es contante, debido a que aún en el siglo XXI, se ve esa gran franja que existe y que marca la diferencia entre una población privilegiada y otra vulnerable que ha querido ser invisibilizada por muchos, es discriminante manifestar el pensamiento de que las mujeres por el hecho de ser mujeres deben ser sumisas y dedicarse solo al hogar y al cuidado de los niños, sin derecho a la opinar y a la toma de decisiones; del mismo modo es incorrecto pensar que los niños no tienen valor ninguno y que por lo tanto deben ser tratados como objetos, sin derechos, sin oportunidades. El caso es todo lo contrario, todos los seres humanos nacen libres e iguales ante la ley, todos gozamos de derechos y deberes, de capacidades, cualidades y pensamientos distintos, hay que respetar y darle el valor que tiene cada persona.
Durante decadas a las mujeres se nos han impuesto roles y se ha creído que por el simple hecho de ser mujeres tengamos que cumplir con todo aquelllo que se espera de nosotras. Es simplemente devastador ver cómo los derechos de las niñas y mujeres son violados debido a las costumbres de los pueblos, cómo sus deseos y necesidades son dejados de lado, la forma en la que su valor como personas se reduce al provecho que le pueden generar a los hombres de sus comunidades como madres y esposas. Pero esta problemática no reside solamente en comunidades con costumbres arraigadas, sino que, en la actualidad, todavía podemos observar cómo muchas niñas y mujeres siguen sufriendo a causa de la desigualdad y la inequidad, las cuales se encargan de seguir perpetuando la violencia en contra de las mujeres. Es importante reconocer el esfuerzo que han hecho muchas mujeres a lo largo de la historia para garantizarnos nuestros derechos a las generaciones que vinimos después de ellas, la lucha que todavía se vive por reclamar nuestro lugar en una sociedad que se niega a dárnoslo y la lucha que no acabará hasta que todas podamos gozar de los derechos fundamentales que nos han sido ortogados, la misma que que no terminará hasta que se cierren las brechas que nos separan a los unos de los otros por razones de sexo, género e identidad.