Análisis desde la perspectiva cristiana al capítulo “¿Por qué trabajar hacia la autonomía de las mujeres?” de la obra “Teoría feminista de la autonomía”

La razón de ser de este texto es explorar las ideas presentadas por el capítulo propuesto desde las verdades bíblicas que apoyan o se oponen a ellas, por lo tanto, a lo largo de este documento se hará referencia a diferentes versículos pertinentes al contenido del capítulo. Este análisis surge desde la necesidad de aclarar la posición cristiana a las aseveraciones hechas en dicha obra, esto debido a que uno de los puntos fundamentales de la misión de Jesucristo fue traer la verdad y libertad a las personas (Juan 8:32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”)

Sobre la introducción

En el inicio del documento se precisa la justificación de la búsqueda de la “autonomía de las mujeres”, la pregunta que plantea el título del mismo hace alusión a la necesidad de que las mujeres reclamen sus derechos como individuas. Se tiene como referente el hecho de que históricamente las mujeres han sido una población marginada y oprimida por los sistemas que rigen la sociedad, esta opresión se hace visible en las esferas económicas, sociales, políticas y personales. No se puede negar que las mujeres han sido víctimas de la estructura patriarcal, que les ha negado derechos y libertades, por lo tanto, se acepta desde la perspectiva cristiana que las realidades que expone la introducción son de alto interés y requieren de la intervención de la iglesia, respondiendo al llamado de Jesucristo en Lucas 4:18 “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”.

Sobre “La condición de género de las mujeres”

En este primer ítem, se define la condición de la mujer como una dualidad entre aspectos tradicional y aspectos modernos. Se caracteriza a la mujer tradicional como un “ser para cuidar vitalmente a los otros”, carente de autonomía y autosuficiencia, cuya vida gira en torno a las demás personas. Entonces veamos la perspectiva bíblica, que se haya más concretamente en Génesis 2:18 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” Y fueron creados múltiples animales, completamente diferentes al hombre, por lo cuál dice en el versículo 20 “…más para Adán no se halló ayuda idónea para él.” Por ello, Dios decide crear un ser semejante al hombre, la mujer (Génesis 2:23 “Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.”). Además de ser igual al hombre, también adquiere un rol equivalente al del hombre en el matrimonio en Génesis 2:24 “por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Desde su creación, la mujer es un ser que completa al hombre, por esto la idea de que “en la identidad de la mujer se construye la marca de la incompletud” y que necesita completarse en otros es completamente errada, su propósito mismo es completar.

Sin embargo, el texto no solo menciona la relación entre la mujer y su esposo, sino también con sus hijos, es ahí donde entra Génesis 3:20 “Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.” Entonces el texto bíblico valida la idea de que la mujer, por su condición de madre, está sujeta a sus hijos, cuando una mujer se convierte en madre adquiere una responsabilidad moral y jurídica con la vida que trae al mundo, con lo cuál su identidad y rol cambia, no obstante, la mujer no depende de sus hijos, son ellos los que dependen de la mujer. Su rol es tanto el de cuidadora como el de autoridad, incluso Colosenses 3:20 lo deja en claro “hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.”

Por otro lado, el texto menciona dos aspectos fundamentales de las relaciones que impiden la autonomía de la mujer tradicional: la necesidad de otros y que los otros sean más importantes que ellas. Jesucristo da validez a estas ideas, pero no de la forma planteada, ya que no solo la mujer necesita de otros, sino que todos los seres humanos necesitamos los unos de los otros, esto aparece claramente en Efesios 5:21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios.” En el resto de ese pasaje se determina la relación que el hombre y la mujer en una relación deben llevar, una relación en la que el amor implica darlo todo por el otro, es algo que demanda sacrificio tanto de la mujer como del hombre, comparando este tipo de relaciones como la de Jesús con su iglesia (habiendo también muchos otros textos bíblicos que llaman a la iglesia como “la novia de Cristo”).

También vemos otra verdad, el amor a los otros, muchas veces nos enfocamos en el amor de las parejas, pero Jesús llama a las personas a un amor que se extienda a todo aquel con el que interactuamos en Mateo 22:39 “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Esto implica un grado de identidad en semejanza a los demás, el amor que tu das a las demás personas debe ser equivalente al amor que te das a ti mismo.

Pero, y he aquí el dilema, en la práctica del servicio, se nos llama a la subordinación, al estimar a otros como superiores (nos llama a todos no solo a las mujeres) en Filipenses 2:3-6 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” y en 1 Corintios 10:24 se nos llama a poner las necesidades de los demás por encima de las propias “ninguno busque su propio bien, sino el del otro.” Entonces, como reconciliamos estas dos ideas que parecen ser contradictorias, y que para el rol de la mujer en sociedad pareciera que le indicara que debe sacrificar su propio ser por el bien de los demás, y no podría estar más equivocada esta idea. En el mundo, se considera que el sirviente es inferior al que sirve, que quien es servido domina al servidor, pero Jesús establece que desde su perspectiva en Mateo 20:26-28 “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Jesús dignifica el servicio, es más, lo exalta, se da a entender que las posiciones de mayor estima son las que se subordinan a otros. Entendiendo esto, una mujer que sirve a los demás tiene un mayor valor que aquella que solo se sirve a sí misma, para Jesús este tipo de mujer es superior a quienes dependen de ella.

El texto hace una pregunta verdaderamente importante, y que es la que puso en marcha la temática de este análisis “¿Quién está en el centro de la vida de las mujeres?”. Esto nos lleva a reflexionar sobre las prioridades, la dependencia y la subordinación. Es ahí donde destaca Efesios 1:22-23 “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” Más claro no puede ser, el centro de la vida de todo ser humano, no solo de las mujeres, debe ser Jesucristo. Cualquier relación de poder que pueda existir en la tierra palidece delante de la relación entre la persona y el Señor Jesucristo, por ello nuestra identidad y nuestra dependencia debe ser de nuestro Creador, de nuestro Maestro, de nuestro Salvador. Y esta misma idea la cuál choca con la mujer moderna, la individua que depende solo de sí misma, que se sirve solo a sí misma, que no depende de nadie y cuya identidad nace de sí misma. Una idea irreconciliable, ni siquiera el hombre pueden depender de sí mismo y ejemplo de esto tenemos a Adán, lo que exige esta concepción moderna de la mujer es un imposible ontológico, por lo cuál tiene sentido que la mujer contemporánea se halle en constante conflicto, entre las expectativas de la mujer tradicional que son una retorcida concepción del propósito original de la mujer y las expectativas inalcanzables de la mujer moderna, no solo batalla con un sincretismo, sino que las mismas ideas que batallan en su interior son equivocadas en todo sentido.

Sobre “Autonomía e Individualidad”

Continuando con el concepto de individualidad, el texto hace énfasis en la necesidad de una biografía y una etnografía, la tarea de recopilar la información vital de las mujeres como individuas y como grupo para no desaparecer de la historia. Una evidencia de la huella que han dejado en el mundo, y no podrían tener más razón. A esto el texto bíblico lo llama testimonio, que en el ámbito legal se define de la siguiente manera “(…) En sentido estricto, testimonio es un medio de prueba que consiste en la declaración representativa que una persona, que no es parte en el proceso en que se aduce, hace a un juez, con fines procesales, sobre lo que sabe respecto a un hecho de cualquier naturaleza. En sentido amplio, es testimonio también es una declaración, cuando proviene de quien es parte en el proceso en que se aduce como prueba, siempre que no perjudique su situación jurídica en ese proceso, porque entonces sería confesión (…)». Sin embargo, el testimonio vital es más complejo y más personal, se refiere a la experiencia de vida de una persona en función de lo que Dios ha hecho, este testimonio puede ser plasmado tanto por escrito como de manera oral y ser transmitido por generaciones. Un ejemplo de testimonio vital es el caso presente en 2 Timoteo 1:5 “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.” Se evidencia que estas dos mujeres dejaron una huella importante en la vida de Timoteo, contaron su historia y jamás será borrada. Es de entender que las mujeres deben construir su biografía, conocer su historia, pero nunca permitir que se conviertan en historias vanas y de soberbia. Ya que también dice en Santiago 4:6 “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” El testimonio vital y la biografía debe mostrar como brilla la obra de Jesucristo en la vida de la persona, así como dice Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Tanto hombres como mujeres están llamados a vivir por Cristo, que su historia refleje a Cristo, esto está incluido en Mateo 16:24 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

Sobre “Autonomía y autoidentidad”

La definición de la autoidentidad va directamente ligada a la pregunta de “¿Quiénes somos?”, todos en nuestra vida tratamos de determinar aquello que nos hace únicos, diferentes reconocibles. En el texto, se enmarca a la mujer en la idea tradicional de la “madre perfecta”, que al modernizarse se convierte en la “trabajadora perfecta”. En la búsqueda de la perfección se encuentran con una realidad abrumadora: es imposible ser perfecta. Pero este concepto no está ligado a la condición de mujer, sino a la condición humana como un todo, no hay hombre perfecto, así como no hay mujer perfecta. Sin embargo, esta expectativa tiene bases bíblicas, en Mateo 5:48 dice “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” Tomar esta posición frente a este versículo es lógico si no se tiene en cuenta el contexto, Jesús no está llamando a la gente a una perfección terrenal, sino a seguir su ejemplo, lejos de expectativas, la perfección de Cristo es una meta alcanzable en y a través de Él.

Entonces, desde una perspectiva terrenal, la sociedad no tiene derecho a exigir que la mujer sea perfecta en todo sentido, el hacerse perfecta es un asunto personal de cada mujer con Dios. Pero, si desligamos a la mujer de la idea de perfección, ¿Qué hay de su identidad? La respuesta la encontramos en 2 pasajes diferentes, en Efesios 2:1 dice “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” entendiendo que la condición de cualquier persona antes de que Cristo interviniera era perdición, conflicto y muerte, similar a lo que ocurre cuando una mujer trata por sus propios medios de establecer su identidad, pero 2 Corintios 5:17 nos da una mejor alternativa “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Así como el hombre, la mujer que recibe a Cristo obtiene una nueva identidad, una nueva vida, libre de las expectativas, libre de las imposiciones con las que el mundo la oprime. Porque viviendo sin Cristo, ya se nos ha dado una sentencia en Juan 3:18 “…ya ha sido condenado” y en Romanos 3:10-12 “…no hay justo, ni aun uno…No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Por lo tanto, aceptemos la promesa de la nueva identidad en Cristo, tanto para hombres como para mujeres está escrito en Colosenses 2:8-10 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.” Tanto hombres como mujeres deben desligarse de las expectativas que impone la sociedad y en su lugar seguir las enseñanzas de Jesús

Muy bien quedó advertido en 2 Timoteo 4:3-4 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” Esta idea va en consonancia con algo que resalta el texto, las fantasías e idealizaciones que tienen las mujeres. Ya que son estas mismas fantasías las que las oprimen, son estas mismas fábulas y vanas ideologías que circulan en la sociedad las que las hacen entrar en conflictos internos. Asimismo, la idea de la fragmentación de la identidad está amparada en Lucas 11:17 “Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.” Si la mujer atendiese a todas las exigencias de la sociedad y llevase una vida basada en dichas expectativas, por principios básicos caerá.

Más Jesús dice en Mateo 11:28-30 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Una promesa de descanso para aquellas mujeres aturdidas por las cargas que la sociedad espera que soporten. En lugar de fantasías, Jesús tiene planes concretos, como los descritos en el texto, planes mucho más grandes que los que cualquier ser humano puede pensar, en Isaías 55:8-9 dice “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

Sobre “La autosuficiencia”

Este apartado, presenta conceptos antagónicos de autosuficiencia e interdependencia, es decir que la mujer se debe poder sostenerse sola y a su vez existir en comunidad. Surge el concepto de autosuficiencia relativa, un intento por conciliar estas ideas de modo que se opongan a la dependencia vital que ha soportado la mujer a lo largo de la historia. La perspectiva bíblica al respecto toma una posición a favor de la vida en comunidad y de la contribución de cada uno de los miembros en Hechos 2:44-47 “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Se hace énfasis a su vez en la dignidad de cada miembro y en sus facultades diferenciales en 1 Corintios 12:12-27 “Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo…Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.”

Sin embargo, la satisfacción de las necesidades de cada miembro individual no está dada por sus propias capacidades, sino en el poder de la cabeza del cuerpo (Jesús), como lo dice en Filipenses 4:19 «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» Entonces, la mujer no debe preocuparse por aquello que ella pueda suplir o lo que deba hacer para sostenerse, como dice la promesa en Mateo 6:25-33 «Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?… Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Otro punto que menciona el texto es la necesidad de hacer pacto, y que mejor pacto que el que nos ha entregado Dios por medio de Jesucristo, el “Nuevo Pacto” hace partícipe a todos sin excepción, como dice Gálatas 3:27-28 «porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.» Y asimismo lo confirma Hechos 10:34 «Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas».

Sobre “Lo individual versus el individualismo”

La obra plantea una clara diferencia entre la individualidad de la mujer que desean lograr y el individualimo que no desean crear. Entendiendo el individualismo como la concesión de derechos y autonomía a un grupo de personas en detrimento de los derechos y la autonomía de otras. En este punto, la perspectiva bíblica no se opone, e incluso apoya que cada ser humano sin importar su condición goce de derechos y libertades. No obstante, uno de los objetivos de esta política de la individualidad que choca con la perspectiva bíblica es el hecho de que “cada persona asuma su vida como lo más importante para sí”, lo cuál se opone a los que dice en Mateo 16:25-26 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” Cuando el pasaje menciona al hombre, también hace alusión a la mujer, entonces se plantea la pregunta ¿qué aprovechará a la mujer, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Por tanto, tener como suma prioridad su propia vida no es una opción recomendable si la mujer desea salvar su alma o en otras palabras aquello que la hace humana.

Sobre “El egoísmo”

El final del texto toca un tema bastante polémico: el egoísmo. Desde el principio de este apartado se contextualiza al egoísmo como una condición históricamente de connotación negativa, pero a su vez como algo aparentemente prohibido a las mujeres y permitido a los hombres. A pesar de que históricamente este haya sido el caso, y en solidaridad con las mujeres que han sufrido los abusos del egoísmo de los hombres se ha de reconocer su validez. Ni el egoísmo de los hombres ni el de las mujeres es permitido desde la perspectiva bíblica. Para aclarar este concepto hay que entender al egoísmo como una exaltación del ego, del YO por encima de todo lo demás. Como se había mencionado antes tenerse como prioridad a sí mismo es un camino seguro a perder el alma, tanto para hombres como para mujeres.

El texto denota como sistemáticamente se prohíbe el egoísmo a través de la culpa, sin embargo, esto es una concepción errada de lo que sucede. El egoísmo es simple y llanamente una forma especial de idolatría, el ídolo es el YO, ya que toma la posición de prioridad que le corresponde a Dios. Es por tanto que en la Biblia el egoísmo es considerado como pecado, una desviación del diseño original, del propósito del ser humano. De este modo, quien es egoísta ha cometido una ofensa, es culpable delante de Dios, y de cierto modo todos los seres humanos terminamos siendo egoístas durante nuestras vidas, por lo tanto, todos somos culpables, por esto Romanos 3:23 dice “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”.

Comentarios finales

La obra finaliza con un concepto curioso: el derecho al mal. Cuando leí esta frase, no podía creer lo que estaba leyendo, es una idea completamente errónea, etimológicamente hablando. Para aclarar porque esta idea es completamente errada hay que dejar en claro lo que es el “mal”. El mal lo vemos por primera vez en Génesis 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” La palabra que se utiliza en el hebreo original es רַ֖ע (rá), hace referencia a algo hecho sin propósito o en contra de su propósito, básicamente algo inútil. Se me hizo curioso, ya que en esencia lo que esta idea trata de lograr es que las mujeres tengan derecho a ser inútiles, algo que no creo que pueda reconciliarse con los conceptos planteados en el resto del texto.

Está claro que se refiere a la idea de oponerse al establecido sistema del patriarcado que las oprime, sin embargo, no encapsula un mensaje constructivo, sino por el contrario destructivo. Justamente, el mal al que se refería Génesis 6:5 es aquel que últimamente termina en un diluvio universal, y es porque el único destino al que lleva el mal es la muerte, como lo dice Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte…”. Pero no todo está perdido, ya que el mismo versículo también da palabras de esperanza “…más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Es decir, que Dios promete vida eterna tanto a los hombres como a las mujeres que reciban el regalo provisto en la vida y obra de Jesucristo.

Para concluir, quisiera mencionar un pasaje muy relevante en la Biblia sobre la condición de la mujer, este se encuentra en Proverbios 31:10-31 “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal todos los días de su vida. Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; trae su pan de lejos. Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas. Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos. Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca. Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso. No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Ella se hace tapices; de lino fino y púrpura es su vestido. Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Hace telas, y vende, y da cintas al mercader. Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir. Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; más tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.”

Este escrito en verso declara la identidad de la mujer virtuosa: ella es madre cuidadora, trabajadora dedicada, ayuda a su comunidad, no descuida su salud ni su educación, es atenta pero no se afana, es emprendedora y honra a su familia. Pero, hay algo que ayuda a que esta mujer virtuosa pueda balancear todos estos aspectos de su persona, ella por encima de todo tiene como prioridad a Jehová, esto le da la tranquilidad de que todo lo que sucede y sucederá en su vida está bajo el control de Dios.

Referencias

1. Juan 8:32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”

2. Lucas 4:18 “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”

3. Génesis 2:18-25 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.”

4. Génesis 3:20 “Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.”

5. Colosenses 3:20 “hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.”

6. Efesios 5:21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios.”

7. Mateo 22:39 “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

8. Filipenses 2:3-6 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”

9. 1 Corintios 10:24 “ninguno busque su propio bien, sino el del otro.”

10. Mateo 20:26-28 “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

11. Efesios 1:22-23 “y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.”

12. Definición de Testimonio: DEVIS ECHANDIA, Hernando. Teoría general de la prueba judicial, Tomo II, Quinta edición, Editorial Temis S.A, Bogotá, 2006. Pg., 27-28.

13. 2 Timoteo 1:5 “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.”

14. Santiago 4:6 “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.”

15. Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”

16. Mateo 16:24 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”

17. Mateo 5:48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”

18. Efesios 2:1 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”

19. 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

20. Juan 3:18 “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”

21. Romanos 3:10-12 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”.

22. Colosenses 2:8-10 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.”

23. 2 Timoteo 4:3-4 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.”

24. Lucas 11:17 “Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.”

25. Mateo 11:28-30 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

26. Isaías 55:8-9 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

27. Hechos 2:44-47 “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

28. 1 Corintios 12:12-27 “Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si el pie dijera: Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. Y si el oído dijera: Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo, no por eso deja de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato? Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No os necesito. Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a estas las vestimos con más honra; de manera que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Mas así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.

29. Filipenses 4:19 «Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.»

30. Mateo 6:25-33 «Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.»

31. Gálatas 3:27-28 «porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.»

32. Hechos 10:34 «Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas».

33. Mateo 16:25-26 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”

34. Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”.

35. Génesis 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.”

36. Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

37. Proverbios 31:10-31 “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal todos los días de su vida. Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. Es como nave de mercader; trae su pan de lejos. Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas. Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos. Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca. Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso. No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Ella se hace tapices; de lino fino y púrpura es su vestido. Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Hace telas, y vende, y da cintas al mercader. Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir. Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; más tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada. Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.”

T0 dieron "Me gusta"Publicado en Antropología y Género, Desarrollo personal

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