¿Te gustaría conocer todo lo que hay detrás de la monogamia? Míralo a través de las familias de Engels y su libro “El origen de la Familia, la propiedad privada y el estado”.
Realizado por: Camila Bolaño, Zenith Lozano, Carolina Rojas, Wilmer Meléndez y Fiorela Osorio.
Más que un recorrido por la historia es una mirada al pasado, te presentaremos las familias desde la monogamia (la más casualita) hasta la consanguínea (un poco turbia ¡deja mucho que pensar!).
La monogamia (hombre y mujer, al revés y viceversa)
Nace de la familia sindiásmica, en el período de la civilización; su triunfo definitivo es uno de los signos de la civilización naciente.
La familia monogámica posee lazos conyugales, que no pueden ser disueltos por deseo de cualquiera de las partes. En esos momentos, sólo el hombre, como regla, puede romper estos lazos (el hombre siendo el burrito sabanero que más sabanea) y repudiar a su mujer (la mujer siendo el palo de mango que menos da sombra). También se le otorgaba el derecho de infidelidad conyugal, el cual era sancionado por la costumbre y este derecho se ejerce cada vez más ampliamente, a medida que progresa la evolución social (tengamos ciscibeos, pero el que se deje pillar pierde).
La familia sindiásmica (Hágale con fe, que el divorcio es al gratin)
Nace en el período del estadio superior de la barbarie y debido a la prohibición consanguínea se da una expansión más rápida de la sociedad.
En esta etapa un hombre vive con una mujer, pero la poligamia y la infidelidad ocasional seguía siendo un derecho para los hombres (siendo los todas mías desde los años upa), aunque por causas económicas la poligamia se observaba raramente; a su vez, se exigía la estricta fidelidad a las mujeres mientras durara la vida común, y su adulterio se castigaba cruelmente. Sin embargo, el vínculo conyugal se disolvía con facilidad por una y otra parte, y después, como antes, los hijos pertenecían a la madre.
La familia punalúa (la pizza hawaiana es rica pero no la pidas familiar)
Nace en el período de la transición entre el estadio medio y el estadio superior de la barbarie; y se presenta la prohibición del matrimonio entre parientes consanguíneos (metete con el que quieras, pero mira más allá de tu charco).
Esta constituye la exclusión de los hermanos. Aunque fue muy importante, se realizó poco a poco, comenzando, probablemente, por la exclusión de los hermanos uterinos (es decir, por parte de madre), al principio en casos aislados, luego, gradualmente, como regla general (en Hawái aún había excepciones), y acabando por la prohibición del matrimonio hasta entre hermanos colaterales (es decir, según nuestros actuales nombres de parentesco, los primos carnales, primos segundos y primos terceros).
La familia consanguínea (los primohermanos) ¡Entre primo y primo más me arrimo!
Nace en el período del salvajismo; y se presenta que el vínculo de hermano y hermana presupone de por sí en este período el comercio carnal recíproco.
Es la primera etapa de la familia. Los grupos conyugales se clasifican por generaciones: todos los abuelos y abuelas, en los límites de la familia, son maridos y mujeres entre sí; lo mismo sucede con sus hijos, es decir, con los padres y las madres; los hijos de éstos forman, a su vez, el tercer círculo de cónyuges comunes; y sus hijos, es decir, los biznietos de los primeros (todos contra todos, pero evitemos el incesto).
Por ejemplo: una familia donde los descendientes de una pareja en cada una de cuyas generaciones sucesivas todos fuesen entre sí hermanos y hermanas y, por ello mismo, maridos y mujeres unos de otros. En otras palabras, consistió en excluir a los padres y los hijos del comercio sexual recíproco.
¡Ahora sí, vamos a ve pa ve!
La familia monogámica y su rehabilitación de su pasado oscuro: una mirada critica.
La familia monógama, a lo largo de la historia, ha sido una estructura predominante en muchas sociedades. Al evolucionar con el tiempo, ha sufrido cambios significativos, particularmente en la era moderna. La igualdad de género marcó una mayor expectativa de igualdad en las relaciones monógamas, con énfasis en la autonomía y la elección personal.
Además, ha aumentado la aceptación de la diversidad familiar, abriendo espacio para familias monoparentales, padres del mismo sexo y parejas no casadas. Los roles de género también se están reconfigurando y cada vez más hombres participan en las tareas del hogar y en el cuidado de los niños. La tecnología ha transformado las relaciones monógamas, facilitando la comunicación a larga distancia y creando nuevas formas de interacción social y romántica.
Sin embargo, a pesar de estos cambios, algunos aspectos fundamentales de la familia monógama se han mantenido constantes. El compromiso y la lealtad siguen siendo valorados como expresiones fundamentales de la relación. La familia monógama sigue siendo una importante fuente de apoyo emocional, económico y social para sus miembros, permitiendo la formación de vínculos emocionales profundos y duraderos entre dos personas. En resumen, la familia monógama se adapta a los cambios de la sociedad moderna, pero sigue siendo una forma importante y valorada de organización familiar.
Como ya sabemos, últimamente encontramos mucha más diversidad en cuanto a formas de convivencia, roles y estructuras. Pero, ¿Cuál es esa gran variedad de estructuras y roles que solemos escuchar?
Por un lado, vemos lo que son las estructuras, anteriormente se les llamaba familia nuclear monogámica, que está constituida por la madre, el padre y la descendencia de dicha relación. Actualmente nos podemos contar con infinidad de variables en cuanto a sistemas familiares, te presentamos algunas:
• Las familias monoparentales: en las que toda responsabilidad recae sobre un solo progenitor.
• Las homoparentales: estas están constituidas por 2 personas de un mismo sexo que se convierten en progenitores de uno o más niños.
• Las familias reconstituidas: En esta uno o los dos miembros de la pareja tiene uno o varios hijos de relaciones anteriores.
• Familias adoptivas: En estas familias podemos encontrar al menos un integrante de esta haya llegado a través de la plena adopción de tal forma que establece cierta relación de paternidad.
Hablemos de los roles, ¿A qué se refiere?
Los roles o funciones de cada uno de los miembros de la familia han estado experimentando cada vez más cambios a lo largo del tiempo. Tradicionalmente, estaban mucho más definidos, en donde los hombres se les reconocía como proveedores principales y a las mujeres como amas de casa. Pero actualmente, se ha empezado a llevar las tareas domésticas y los temas financieros de una forma muchos más igualitaria, de manera que ambos actúan y proveedores y también ayudan con las tareas del hogar y los cuidados de los niños.
Pero después de todos estos cambios vividos, ¿Qué podemos rescatar de la familia tradicional?
Actualmente se siguen manteniendo aspectos necesarios para el correcto desarrollo de cada uno de los miembros de la familia, lo que vendrían siendo la enseñanza de valores, de normas y tradiciones de cada familia y cultura. Además, continúa siendo el lugar donde se brinda cuidado y protección a los miembros más vulnerables, así como crear cierto sentido de pertenencia y comunidad, sonde los miembros de esta pueden sentirse aceptado y valorados. Estos y muchos más son elementos que se mantienen de la familia tradicional a pesar de toda la evolución que ha llevado.
Conclusión
Toda esta evolución es sólo un indicador positivo de una sociedad mucho más inclusiva, donde el amor y el cuidado no se limitan a la configuración tradicional de la familia, y que a pesar de estos cambios, hay aspectos fundamentales de la familia que se mantienen inquebrantables, como, los vínculos afectivos y el apoyo emocional, puesto que el amor y el afecto entre los miembros de la familia continúan siendo la base de las relaciones familiares, independientemente de la estructura familia; y la familia sigue siendo un refugio donde los miembros pueden encontrar consuelo, apoyo emocional y comprensión en todo momento.
¿Y tú, que familia quieres tener?
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Recommended2 Me gustaPublicado en Psicología, Salud
Comentarios
Me encanto el ejercicio grafico de la propuesta