Las implicaciones del desarrollo cognitivo en el comportamiento familiar del adolescente

Carmona L., Méndez D

Existen distintos modelos teóricos del ciclo vital de la familia, en los cuales, la adolescencia es señalada como una fase crítica, y a su vez como una de las primordiales transiciones de la vida familiar. Esta fase de la vida familiar se suele caracterizar por el cuestionamiento por parte del adolescente sobre el estilo familiar. No obstante, aunque se presentan cambios en las relaciones entre padres e hijos, la familia continúa siendo una importante influencia para el desarrollo y el ajuste adolescente, por lo que, a pesar del aumento de los problemas o conflictos que suele venir con la llegada de la adolescencia, en la mayoría de las familias se superarán esos difíciles momentos iniciales y se llega aun acuerdo de mutua satisfacción, alcanzando un nuevo equilibrio (Olivia, 2006).

La adolescencia con lleva la maduración de las capacidades cognitivas, siendo esta otra área de transcendentales cambios durante la adolescencia. A través de esta etapa se desarrolla el pensamiento abstracto, haciendo uso de uso estrategias de afrontamiento, que traen consigo un rango de estilos cognitivos y destrezas que manifiestan distintos niveles de pensamiento concreto y abstracto. En este estadio el adolescente desarrolla la habilidad de razonar en términos proposicionales y esta capacitado para tratar problemas, crear hipótesis, imaginar posibilidades meramente teóricas, sin preocuparse por la realidad. También es capaz de utilizar la lógica formal, independientemente de todo contenido. Íntimamente relacionado a la capacidad cognitiva de fabricar operaciones formales, aparece el desarrollo de la conciencia moral (Fernández, 2005).

Entonces al ser una etapa de grandes cambios a nivel cognitivo, como resultado del desarrollo del pensamiento operatorio formal, llevara a los adolescentes a ser más críticos con las reglas y regulaciones familiares, y a su vez desafiar a la autoridad de los padres, trayendo un aumento de los conflictos y discusiones entre padres e hijos que en diversos casos destrozarán la armonía que hasta ese momento había en la vivienda. El adolescente tendrá la capacidad de exteriorizar argumentos más sólidos en sus altercados, Lo cual puede llevar en múltiples momentos a que sus padres se molesten y pierdan el control. Los padres querrán ejercer control sobre el adolescente, esto por medio de estrategias socializadoras, que trae consigo el establecimiento de normas y límites, la aplicación de sanciones, el requerimiento de responsabilidades y la vigilancia de los padres por su interés sobre las actividades que realiza el individuo. Esto conlleva una clara des idealización de los padres, por lo que, la imagen que tenían de sus padres en la infancia, la cual es cercana a la perfección será cambiada por otra más realista (Olivia, 2006).

Se debe mencionar que, la conquista de la autonomía adolescente y el cambio en las relaciones familiares son derivaciones de pasar de un desarrollo del pensamiento operacional concreto, al operacional formal. El cual permite abordar no sólo el mundo real sino además el mundo posible, de manera que no sólo ven a su familia con una imagen más realista en la que sus padres aparecen con sus virtudes y sus defectos, sino también cómo podrían llegar a ser. La nueva percepción de los padres, fusionada con la autonomía naciente de los adolescentes, los incita a retar las opiniones y decisiones parentales que antes se obedecían sin oposición. Esto no significa que ya no quieren o no respetan a sus padres, o que se han puesto rebeldes, sino porque es natural para ellos afirmarse a sí mismos como individuos, que han dejado atrás la niñez. De igual forma, del adolescente puede surgir una clase de egocentrismo, que induce al adolescente a imponer toda realidad, incluyendo la familiar, a sus reflexiones, identificando sus pensamientos y preocupaciones con las personas del entorno, y llega a pensar que lo que él piensa es lo que piensan o correspondería que pensaran los demás. Por esa razón se muestra rebelde contra toda tentativa de desacuerdo en este sentido, o a ignora los planteamientos de sus familiares o adultos que no piensen igual (Sánchez et al., 2008).

El adolescente comienza a desprenderse de sus padres, buscando así su propia identidad, teniendo en cuenta sus propios intereses, hace elecciones por sí mismo, ahora cabe resaltar que no siempre es una etapa de conflicto o rebeldía, solo que hay puntos de vista distintos, y al ser una etapa en donde empieza a tener juicio crítico no siempre se estará de acuerdo con los padres,

Sin embargo, aun presentando diferencias con sus padres se puede llegar a conciliar, puede promoverse el dialogo, el llegar a acuerdos y diferentes alternativas buscando así que ambas partes puedan estar conformes en diferentes situaciones.

Referencias

  • Fernández, M. (2005). Relaciones familiares y ajuste en la adolescencia. Recuperado de http://www. academia. Eda/Download/33502154/MARCO_TEORIC O_AFRONTAMIENTO_133. Pdf
  • Moreno, A, (2015). La adolescencia, Qué es la adolescencia. OUC.
  • Oliva, A. (2006). Relaciones familiares y desarrollo adolescente. Anuario de psicología, 37(3), 209-223.
  • Sánchez, M. M., Gutiérrez, R. B., Rodríguez, J. M., & Casado, M. P. (2008). Influencia del contexto familiar en las conductas adolescentes. Ensayos: Revista de la Facultad de Educación de Albacete, (23), 391-408.
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