Little fires everywhere, es una miniserie protagonizada por Reese Witherspoon (Elena ) y Kerry Washington (Mia Warren); esta serie nos permite reflexionar sobre la maternidad, racismo, las clases sociales, el rol que cumplimos las mujeres en nuestro hogar y en la sociedad.
Sin embargo, a pesar de los amplios temas que me ofrece esta serie para tratar dentro del ámbito del derecho, en este blog me centraré en la historia de Mia Warren, una madre que alquiló su vientre para que un matrimonio adinerado y de color blanco pudieran ser padres, sin embargo ella al momento de dar a luz no fue capaz de entregar a su bebé Pearl Warren y decide huir.
Es por ello que quiero referirme a la maternidad subrogada, toda vez que en nuestro país esta técnica de reproducción asistida no se encuentra prohibida pero tampoco se encuentra regulada, situación que ha ocasionado diferentes enfrentamientos a favor de quienes defiendes esta práctica y por otro lado quienes la condenan.
Argumentos a favor de la legalización de la maternidad subrogada
Quienes están a favor de regular esta práctica asegura que ésta es una herramienta positiva para resolver los problemas de fertilidad que presentan algunas parejas, pues es de resaltar que La Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoce la infertilidad como una patología y la explica como “una enfermedad del sistema reproductivo definida por el fracaso para lograr un embarazo clínico después de 12 meses de relaciones sexuales regulares sin protección”.
Por su parte, el Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad (CECOLFES) en su investigación estableció que la infertilidad ha aumentado del 20 al 24% en la última década.
De igual manera varios estudiosos del tema aseguran que al legalizar la maternidad subrogada se minimizan los riesgos de explotación de las mujeres que optan por esta práctica y se pueden establecer las condiciones necesarias tanto físicas como psicológicas que deben tener las mujeres que asumen esta técnica.
Por último, algunos aseguran que el artículo 42 de la Constitución Nacional señala que los hijos procreados naturalmente o con asistencia científica tienen iguales derechos y deberes, lo cual nos permite colegir que las técnicas de reproducción asistida están legitimadas jurídicamente.
Argumentos en contra de la legalización de la maternidad subrogada en Colombia
En contraposición a los anteriores argumentos se encuentran quienes consideran que legalizar la maternidad subrogada en Colombia no es posible, pues consideran que gracias a esta práctica las mujeres asumen riesgos que podrían poner en peligro su vida solo para que otros sean padres.
Además, consideran que esta práctica aminora la oportunidad de que niños y niñas que se encuentran en condición de adoptabilidad tengan un hogar, sobre todo en un país como Colombia en donde según datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), hay 11.000 niños que están esperando ser adoptados.
A su vez, aseguran varios movimientos feministas que la maternidad subrogada es una práctica de explotación reproductiva en contra de la mujer que refuerza los estereotipos de género y atenta contra la dignidad de estas mujeres, ya que, por lo general, las mujeres que acuden a esta práctica pertenecen a la clase social más baja, y prestan el servicio para mantenerse, lo cual las hace vulnerables. La maternidad subrogada se considera como una NUEVA FORMA DE ESCLAVITUD.
También, aseguran que en esta práctica se coloca al niño como si fuera un objeto y se exponen a múltiples violaciones los derechos que les corresponden, por lo tanto al tomar al niño como un objeto puede ocurrir que la pareja concomitante al momento del nacimiento del menor ya no lo quieran.
Pese a los anteriores argumentos en contra y en pro de esta práctica, en Colombia la Corte Constitucional en Sentencia T-968 de 2009, definió la maternidad subrogada como: “ El alquiler de vientre o útero, conocido también como maternidad subrogada o maternidad de sustitución, ha sido definido por la doctrina como “el acto reproductor que genera el nacimiento de un niño gestado por una mujer sujeta a un pacto o compromiso mediante el cual debe ceder todos los derechos sobre el recién nacido a favor de otra mujer que figurará como madre de éste”.
En nuestro país existen 25 centros especializados que ofrecen tratamientos a parejas con problemas de salud reproductiva, entre estos tratamientos se encuentra la maternidad subrogada, tal como lo reveló el informe de la International Federation of Fertility (IFFS) (Surveillance, 2016. Global Reproductive Health, 2016).
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Comentarios
La verdad es que no todos los modelos contractuales se pueden implementar en todos los piases, puesto que existen barreras de tipo cultural, político y social que casi siempre hacen ineficaz el negocio o terminan causando mas problemas. En Colombia tenemos una sociedad viciada por tantos años de corrupción y narcocultura que hacen necesario que deban estudiarse concienzudamente todas las variables que puedan afectar el desarrollo de dicho negocio antes de pensar en implementarlos.
Muy interesante profe Melina 🙂
Me parece intrigante esta pregunta, no se si seria posible aclarar mi duda o inquietud la cual encontré en Internet, Muchas Gracias..
¿Puede la gestante, genuinamente, “no considerarse madre” antes de iniciar el proceso de gestación? Con la firma del contrato de subrogación, la gestante renuncia absolutamente a todo, especialmente a la posibilidad de arrepentirse, y ello aunque se compromete con una situación que no se ha dado todavía y que bien podría animarle a cambiar de idea