Hola bienvenidos a este blog, aquí encontrarás información que te permitirá tener mayor conocimiento acerca de las neurociencias cognitivas y aprendizaje a través de la gamificacion y su importancia en la motivación durante los procesos de formación.
¿Aprender jugando? Sí, hemos hablado en reiteradas ocasiones sobre cómo la visión de la educación ha cambiado con el paso de los años, convirtiendo al proceso de enseñanza-aprendizaje en algo más dinámico, participativo y activo para los estudiantes. Por eso, no es de sorprender que cada vez los estudios en neurociencias se enfoquen en cómo las experiencias que apelan a las emociones y motivación de los alumnos son las que suelen tener más impacto. En esta nota, hablaremos sobre gamificación, una estrategia que resulta muy efectiva para trabajar en el aula de forma lúdica.
Para empezar, ¿en qué consiste la gamificación?
La gamificación no es una actividad de juego libre sin normas o límites, es una estrategia que tiene que estar estructurada y alineada con los objetivos de aprendizaje establecidos por el docente.
La gamificación se enfoca en el estudiante y no tanto en el maestro, brindando una experiencia de inmersión en el aprendizaje.
De acuerdo con Werbach (2012), se deben considerar los siguientes elementos:
Dinámicas: La estructura del juego
Mecánicas: Procesos que desarrollan el juego
Componentes: Elementos que conforman el juego (jugadores, insignias, equipos, niveles, etc.)
Beneficios de la gamificación a nivel cerebral
Sin duda alguna, cuando hablamos de aprender jugando, hacemos referencia a una estimulación lúdica que refuerza el aprendizaje. Y es que, anteriormente, la recompensa de los estudiantes implicaba una calificación que medía el nivel de desempeño y que, en ocasiones, podía resultar un foco estresor para el mismo.
Es la gamificación una estrategia eficaz?
Hamari et al. (2014) realizaron un metaanálisis sobre algunos estudios cualitativos y cuantitativos que se habían realizado hasta dicha fecha.
Como resultado, encontraron que, a nivel general, se observaron repercusiones positivas con respecto a la predisposición, disfrute y compromiso con la tarea.
Por otro lado, si nos centramos en resultados negativos, dentro de las principales preocupaciones de dichos estudios reportaron que puede aparecer la competitividad entre alumnos, la complejidad de la evaluación de la tarea y la dificultad de la implementación del diseño del juego.
Entonces, respondiendo a la pregunta del apartado, sí, la gamificación funciona. No obstante, la premisa de aprender jugando tiene algunos aspectos a tomar en cuenta. Los revisamos a continuación.
Aprender jugando: ¿Cómo utilizar adecuadamente el juego en el ámbito educativo?
Para una correcta implementación de la gamificación en el aula, consideraremos lo siguiente (Werbach, 2012):
Dinámicas del juego: Soporte de la experiencia
Narrativa del juego: El contenido tiene que ser educativo y de fácil comprensión para que el usuario no dependa de la explicación de un tercero.
Progresión: El participante debe notar que existe una evolución en los desafíos que está enfrentando, que avanza y mejora su rendimiento.
Estatus: Reconocer el avance y participación a través de insignias o recompensas.
Social: Cuidar que exista un intercambio entre participantes en algún momento, pues se pueden plantear actividades colaborativas.
A manera de síntesis puedes observar con atención la siguiente infografía.
Comentarios
Justo estamos preparando una experiencia de Gamificación en inglés desde Bloque 10. Una maravilla encontrarse con este blog, Vanessa.
Muchas gracias Maurico, estas estrategias facilitan los procesos de formación y crean espacios innovadores, cretinos y dinámicos permitiendo permitiendo el estudiante esté más motivado.