Siempre hemos pensado en cuál cantidad de cosas que nos motivan “para seguir adelante” pero es bueno no quedarnos con un conocimiento empírico de lo que es la motivación. Sabemos y en palabras de Thomas Hobbes (1588-1679) el comportamiento humano está motivado por la evitación del displacer y la búsqueda del placer, así que si en la universidad en mi rol de estudiante mi motivación es tener el placer de ser un profesional  voy a evitar decaer en las asignaturas.

Para mayor conocimiento me permito citar a la RAE que define la motivación como el “conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona” y además, dentro del Diccionario de Psicología de Consuegra (2010) dice: “estados y procesos interiores que impulsan, dirigen o sostienen la actividad de un individuo”, definiciones que no están tan alejadas la una de la otra. Resumidamente se agrega entonces la definición de Motivo que “desde el punto de vista subjetivo, es un deseo o anhelo”.

Podemos entonces hablar de motivación intrínseca que es la motivación que nace del individuo por su propio interés; y la motivación extrínseca donde la motivación depende de las consecuencias que la conducta tenga en el ambiente.

Por todo lo anterior hablar de motivación no puede minimizarse a algo sencillo y que se explique de manera mecánica, ya sabemos que la motivación es un proceso dinámico y complejo. Así que la acción aunque más sencillo que parezca o sea mal vista no quiere decir que no hubo una motivación de por medio, por lo que siempre ésta se va a encontrar presente. Con todo esto del mes de la prevención del suicidio ¿consideras que una persona que piensa o decide el suicidio no está motivada? esta persona es un ser que debemos escuchar, conocer, canalizar, ayudar y proteger, existen un sin fin de motivos que lo llevan a esa decisión y en la mayoría de los casos no nos damos cuenta, pero ¿y sí le damos motivos para no hacerlo?

Ejemplifiquemos algunos espacios: en el deporte te sientes motivado por ganar y que te feliciten, allí el claro ejemplo de la motivación extrínseca; o si decido bailar es porque en mi sistema de recompensa estoy canalizando esa actividad como sensación de placer, entonces en ese modo tenderemos a intentar que en el futuro las situaciones que han generado esa experiencia vuelvan a producirse, allí la motivación intrínseca.

La conducta motivada prospera cuando existen condiciones que favorecen y apoyan su desarrollo, así que no dudes en buscar ayuda si no encuentras condiciones favorables, en algún momento notarás lo importante que y cómo ayuda a tu salud mental. Así que te pregunto ¿Y a ti qué te motiva?

 

@drpolo

Imagen destacada de Milad Fakurian en Unsplash
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