Ciertos acontecimientos nos exponen que al interior de determinados hogares existen una serie de violaciones a los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes precisamente a mano de sus progenitores. Es por ello que el presente blog, tiene como objetivo visibilizar la necesidad de protección especial de la que debe gozar esta población adoptando como estudio el documental de Netflix denominado ACABO DE MATAR A MI PADRE, que presenta la historia real de Anthony Templet quien disparó 3 veces contra su padre y luego llamó al 911 y confesó su crimen.
Este caso reveló una serie de maltratos, pero lejos de ser un victimario Anthony durante toda su vida fue una víctima de su padre. Esta serie también reveló quien era su padre y como valiéndose de medios legales logró quedarse con la custodia de su hijo y alejarlo totalmente de su madre.
En este caso se observan distintos tipos de violencia por parte del señor Burt Templet en contra de sus familiares, sin embargo nos centraremos en la violencia a la que están expuestos los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo.
INFORME SOBRE LA SITUACIÓN MUNDIAL DE LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS 2020 DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD Y DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS
Según este informe: “A nivel mundial, se calcula que cada año uno de cada dos niños de dos a 17 años de edad es víctima de algún tipo de violencia. Cerca de 300 millones de niños de dos a cuatro años en el mundo a menudo se ven sometidos a castigos violentos a manos de sus cuidadores. Una tercera parte de los estudiantes de 11 a 15 años en el mundo han sido víctimas de intimidación de parte de sus pares en el último mes, y se calcula que 120 millones de niñas han tenido algún tipo de contacto sexual contra su voluntad antes de cumplir los 20 años. La violencia emocional afecta a uno de cada tres niños, y uno de cada cuatro niños en el mundo vive con una madre cuya pareja la trata con violencia.”
“A lo largo de su vida, los niños que se han visto expuestos a episodios de violencia están en mayor riesgo de tener trastornos mentales y trastornos por ansiedad; comportamientos peligrosos, tales como el abuso del alcohol y las drogas, el tabaquismo y las prácticas sexuales de riesgo; enfermedades crónicas, tales como el cáncer, la diabetes y las cardiopatías; enfermedades infecciosas, como la infección por el VIH; y problemas sociales, entre ellos el mal aprovechamiento escolar, una mayor participación en actos de violencia, y la delincuencia. Los costos económicos de estas consecuencias son enormes. En los Estados Unidos de América, se calcula que los costos, sumados a lo largo de la vida, del maltrato infantil ocurrido en un año ascienden a US$ 428 mil millones, y en las zonas de Asia oriental y el Pacífico las consecuencias del maltrato infantil tienen costos económicos equivalentes a 1,4% a 2,5% del producto interno bruto anual de la región.”
En este caso debemos resaltar que la Convención de los derechos del niño fue adoptada por la Asamblea General de la ONU el 20 de noviembre de 1989 y entró en vigor en septiembre de 1990. En su artículo 3 establece: “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño. 2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas.”
En concordancia con lo anterior, el artículo 44 de nuestra Constitución Nacional establece: “Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”
A su vez, la Ley 1098 del año 2006, mediante la cual se expidió el código de infancia y adolescencia que busca establecer normas sustantivas y procesales para la protección integral de los niños, las niñas y los adolescentes, garantizar el ejercicio de sus derechos y libertades 10 Instituto Colombiano de Bienestar Familiar consagrados en los instrumentos internacionales de derechos humanos, en la Constitución Política y en las leyes, así como su restablecimiento. Dicha garantía y protección será obligación de la familia, la sociedad y el Estado.
Deberes de los padres y las madres
El cuarto mandamiento de la ley de Dios es Honrarás a tu padre y a tu madre, el cual se nos impone como un deber estricto desde que nacemos, pero al respecto como madre lanzo la siguiente pregunta ¿cómo honramos nosotros como padres a nuestros hijos?
Ser padre y madre trae consigo una serie de responsabilidades y compromisos en aras de una educación y desarrollo integral de nuestros hijos, dentro de estos deberes se encuentran el amor, cuidado, protección, alimentación, educación, hogar, etc que deben brindar a sus hijos en igualdad de condiciones , mientras dure su minoría de edad o en el evento de que exista algún impedimento que obstaculice a los menores de edad valerse por sí mismos.
El código de infancia y adolescencia en los artículos 23 y 24 establece la custodia y cuidado personal y el derecho que le asiste a los niños, niñas y adolescentes a los alimentos y demás medios para su desarrollo físico, psicológico, espiritual, moral, cultural y social, de acuerdo con la capacidad económica del alimentante.
Ahora bien, a pesar de las normas existentes el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses según informe indicó que entre los meses de enero y abril de este año, 11.974 niños, niñas y adolescentes en Colombia han sido víctimas de violencia en todos sus aspectos. También se evidencia un incremento de 2.960 casos, en comparación con 9.014 ataques que se presentaron contra los menores el año pasado.
Los departamentos en los que se habrían presentado la mayoría de los ataques de violencia sexual contra los niños, niñas y adolescentes en el país son: Bogotá (1.383); seguido de Medellín – Antioquia con 211; en el tercer lugar se ubica Cali – Valle del Cauca con 190; Barranquilla – Atlántico con 159; Cartagena – Bolívar con 158; Villavicencio – Meta con 132; Neiva – Huila con 117; Pereira – Risaralda con 112; Ibagué – Tolima 108 y Santa Marta – Magdalena con 82.
Lo anterior pone de presente el oscuro panorama que enfrentan los niños, niñas y adolescentes frente a la protección y ejercicio de sus derechos fundamentales.
¡EL CASTIGO CORPORAL Y EL MALTRATO PSICOLÓGICO Y/O EMOCIONAL NO EDUCA!
Nuestros niños, niñas y adolescentes tal como lo establece la Constitución Nacional son merecedores de un trato amoroso, digno, libre de humillaciones, burlas y/o acoso de todo tipo. Somos los progenitores quienes debemos en primera instancia brindarles todo el amor y propender para que crezcan en un hogar libre de violencias y evitar a toda costa factores de riesgo que impidan su normal desarrollo.
¿A QUIEN SE QUIERE MAS SINO A LOS HIJOS?
Tal como lo dice la canción los hijos son la prolongación de nuestra existencia, en ellos encontramos la paz, la tranquilidad, el amor incondicional, ellos se convierten en nuestra escuela, y nos van enseñando a desarrollar habilidades que jamás pensamos tener.
La erradicación de la violencia en un asunto que nos convoca a todos y todas desde todos los escenarios posibles. Todos los niños, niñas y adolescentes merecen vivir en paz, en armonía, con suficiente amor para su desarrollo personal.
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Comentarios
Todo ciclo se rompe en la educación y cuidado de la generación siguiente; esto aplica romper ciclos de violencia, pobreza, machismos, etc y esto solo es posibles superarlo educando desde el amor, el cuidado, debida diligencia y desde ángulos reales de la sociedad. en mi día a día asesorando a mujeres que son victimas de violencia basada en genero, de una, de varias o por lo general de todas una vez finalizó mi asesoría jurídica, les comparto mi experiencia como victima tanto en mi hogar de pequeña, violencia en su esencia involuntaria toda vez que fue la manera que fueron criados mis padres y por ende era su perspectiva de educación y posterior fui victima de violencia psicología y económica por parte de mi ex pareja, les cuento algunos hechos base de la historia y culmino diciendo que hay que romper esos ciclos y lo primero es empoderarse paso a paso (soy consiente que es un trabajo que lleva un camino largo) para que luego les sea posible trasmitirle nuevos pensamientos a sus hijos y familia, desde el conocimiento y el amor, básicamente deconstruirse, construirse para construir fututo.