CONSTRUÏM XARXES DE VIDA. By María José ÁC

El 25 de abril pasado se realizó el taller de formación: “Facilitadores en Salud Mental: Identificando las señales de riesgo, reconozco los problemas de salud mental en nuestra comunidad universitaria” invitación que realizó la Vicerrectoría académica a través de la Dirección Curricular y de Docencia, asistido por su directora Leynin Caamaño y dirigido por Johanna Bocanegra Sandoval coordinadora general PAP Programa de Atención Psicológica, Karen Isabel Ávila Labastidas directora del programa de psicología, Jeimmy Polo Directora de la oficina de desarrollo estudiantil, Jenniffer Carvajal Lorduy psicóloga adscrita al PAP.

Quiero compartir que celebro estas iniciativas, donde nos desarropamos de estigmas, y tabúes en un espacio cálido y de confianza. En este primer encuentro los directores de programas, jefes de departamentos y enlaces de cada una de las facultades asumimos con apertura el conocimiento brindado y las estrategias que están a nuestro alcance para construirnos como facilitadores en salud mental, el cual considero debemos apropiarnos con sentido y conciencia colectiva de bienestar que se debe prodigar al capital social que nos rodea en especial al que pertenecemos en la Universidad del Magdalena.

Así entonces, en las mesas de trabajo organizadas por facultades y/o programas expresábamos la importancia del entrenamiento emocional, toda vez que debido a nuestra condición humana podemos vivenciar en cualquier momento una crisis que desestabilice la adecuada imbricación entre el cuerpo, la mente y el alma o en términos más sencillos desequilibrios emocionales por el acaecer de acontecimientos imprevisibles e inesperados en los que infortunadamente no hemos sido ejercitados para afrontar, pero que con espacios como este nos muestran derroteros sencillos, claros y disponibles y lo mejor que podamos replicar para cuidarnos entre todos.

Por ejemplo, en la adecuada comprensión de la salud mental y las crisis emocionales que pueden detonar ante cualquier circunstancia aprendimos a  abordar a las personas desde una visión tripartita: la disponibilidad emocional, el lenguaje corporal como comunicación no verbal y la sabiduría asertiva acompañada ineludiblemente de la escucha afectiva y de las palabras sanas que prodiguen confianza y abrigo, específicamente evitando manifestaciones inquisitivas o aquellas que pueden invalidar la forma en la que los otros  puedan estar sintiéndose.

Todas estas cualidades, que podrían ser parte de la inteligencia emocional articuladas con las habilidades blandas permitirán crear espacios sanos de interacción pero, sobre todo se propician encuentros comunes de interés por los otros, creo que la palabra que lo engloba y define desde mi perspectiva es humanidad, esa humanidad que debe estar revestida de la mirada bondadosa y empática hacia quienes hacen parte de nuestro entorno, especificando además que debe ser un ejercicio solidario dual o en doble vía. Toda vez que para ser facilitadores también debo encontrarme en sanidad mental para ser y hacer por otros.

Para finalizar, debo exaltar la actividad que enmarco este primer taller, se evidencia que con esta estrategia se trabajó en equipo y también se vuelve tendencia la propuesta del profe Mauricio Arrieta cuando invita a: + experiencias – conferencias y aquí si se me permite hubo más que eso, porque este encuentro fue tan enriquecedor por lo vivencial en donde se compartieron historias de vida. 

La actividad consistía en crear un super humano con unas cualidades especificas para ser facilitador en salud mental, en nuestro team creamos a ALUNA, a quien presentamos a continuación al igual que el nombre de los diseñadores. 

También me permito presentar las creaciones de las otras mesas de trabajo, reitero fue un hermoso momento de interacción, conocimiento, creación y diseño que tuvo la finalidad de aterrizar nuestra humanidad y volverla exponencial hacia los demás.

Gracias por leerme.

Marí Jo ÁC.  

Recuerda: ¡La salud mental importa!