A veces pareciera que nos enseñaron a vivir en automático. A seguir el libreto, a cumplir sin cuestionar, a ser «buenas mujeres» sin preguntarnos siquiera qué significa eso. Nos dijeron quiénes éramos antes de que aprendiéramos a nombrarnos nosotras mismas. Y si lo pienso bien… ¿cuántas veces me he definido desde lo que esperan los demás, y no desde lo que yo realmente soy o quiero ser?
Hace poco leí algo que me hizo ruido (del bueno): “hacer la biografía quiere decir historizar nuestra vida”. Y es tan cierto. Estamos tan metidas en la rutina, tan atravesadas por expectativas ajenas, que pocas veces nos damos el tiempo de mirar hacia adentro y preguntarnos: ¿quién soy yo, realmente? ¿Dónde estoy en mi propia historia?
Como mujeres, muchas veces nos posicionamos desde lo que hacemos por otros: somos hijas, amigas, novias, compañeras, estudiantes, empleadas… Y aunque todo eso hace parte de nosotras, no es todo lo que somos. Nos hace falta el espacio para pensarnos por fuera de esas etiquetas. Para reapropiarnos de nuestra voz, y desde ahí construir autonomía real.
Porque autonomía no es solo “hacer lo que quiera” o “no depender de nadie”. Autonomía también es poder narrarme desde mí, poder decir con claridad qué quiero, qué no quiero, qué me duele, qué me hace feliz, qué versión de mí elijo habitar. Es dejar de vivir para cumplir y empezar a vivir con sentido.
Como dice el texto, “si las mujeres modernas no tenemos biografías no podremos sobrevivir, sucumbiremos a los otros”. Por eso necesitamos contarnos. Escribir(se), pensarse, recordar a nuestras madres, amigas, referentes, pero también atrevernos a cuestionar esa idea de “mujer perfecta” que tanto daño ha hecho. No vinimos al mundo a sostenerlo todo sin que nos tiemble la voz. Vinimos a vivirlo, a cambiarlo si es necesario, a ponerle nuestro nombre a la historia.
Así que sí, tomémonos el tiempo para narrarnos. No desde lo que esperan, sino desde lo que somos y estamos descubriendo. No para encajar, sino para reconocernos.
Porque cuando una mujer se nombra, algo en el mundo cambia.
T0 dieron "Me gusta"Publicado en Antropología y Género, Desarrollo personal, Psicología
Comentarios