El problema de la indagación solitaria (o cómo crear investigadores frustrados en 12 meses)
Profesor, ¿alguna vez has recibido estudiantes de proyecto de grado con ojeras del tamaño de la Ciénaga Grande de Santa Marta, solo para descubrir que han estado trabajando en la dirección equivocada durante meses? ¿O has conocido doctorandos (o lo fuiste o lo eres) que después trabajar más de un año, reciben un cambio de enfoque del tutor y tienen que empezar de cero? (Nos interesa muchísimo escuchar sus experiencias dolorosas en los comentarios: ¡A desahogarse!).
Estos escenarios lamentables y comunes son el resultado de lo que llamamos “indagación solitaria”. Lo opuesto a una indagación conversacional. Es como enviar a nuestros estudiantes a una expedición a la Sierra Nevada sin celular, ni guía, ni mapa. ¿Qué alternativa tenemos?
¿Cómo se ve una indagación conversacional?
Normalmente, tres estudiantes de grado que comparten un tutor reciben asesorías personalizadas por separado. Peor aún, las asesorías pueden ser bien distantes unas de otras. Cada estudiante está solo en su proceso de investigación y creación, tiene más preguntas que respuestas y claro está que se agobian… ¿será por esto que la producción y calidad de proyectos finales de grado ha bajado en los últimos años?
En una experiencia más conversacional, los tres estudiantes se reúnen con el tutor en una misma sesión. Si, cada uno indaga por su cuenta, pero al colaborar discuten los respectivos avances y son realimentados por el docente y los compañeros. Además, sus proyectos reciben opciones de mejora que son más útiles al inicio y a la mitad de la investigación, no al final.
Cómo implementar la indagación conversacional
- Programa discusiones periódicas: fomenta que compartan sus ideas y hallazgos desde el principio.
- Fomenta la colaboración: incluso en proyectos individuales, la colaboración potencia la calidad de los proyectos.
- Promueve la práctica: no dejes que tus estudiantes se queden solo con la teoría. Anímalos a aplicar sus hipótesis y discutir los resultados. (Indagar, practicar, discutir, repetir)
- Cultiva una mentalidad abierta: enseña a los estudiantes a recibir realimentación y a implementar nuevos enfoques.
El marco conversacional de aprendizaje (o cómo dejar de tratar la educación como un monólogo)
La indagación conversacional se desprende del marco conversacional de aprendizaje de Laurillard (2012). En otro post detallamos que el marco simplificado comprende cinco tipos de aprendizaje: adquisición, discusión, práctica, producción e indagación. Cada nuevo conocimiento debe pasar por estos procesos para ser verdaderamente interiorizado.
Reflexión final
Imagina un mundo académico donde los errores se detectan y corrigen temprano, donde las ideas se enriquecen a través del diálogo constante, donde la investigación es un proceso colaborativo y dinámico. Ese es el mundo que la indagación conversacional puede crear. Y no, no es una utopía académica, es un futuro alcanzable si nos ponemos de acuerdo. (Recuerda que los comentarios te esperan para que compartas tus dolores de investigación)
Referencias
Hysenbegasi, A., Hass, S. L., & Rowland, C. R. (2005). The impact of depression on the academic productivity of university students. The journal of mental health policy and economics, 8(3), 145–151.
Laurillard, D. (2012). Teaching as a Design Science: Building Pedagogical Patterns for Learning and Technology. Routledge.
Comentarios
Me cautivó la afirmación sobre el diálogo con el estudiante es desde el principio, y en la etapa intermedia, no al final.
:D!
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