Responsabilidad no es obligación, es responder por lo que uno hizo. Que otro me haya indicado, sugerido e incluso ordenado no elimina mi libertad de elegir y de decidir. La libertad de elegir es vivida como algo agradable y placentero, pero puedo llegar a sentirme culpable por lo que elegí y puede pesarme tener que responder ante esa elección puesto que la mayor parte de elecciones tienen consecuencias; negativas, positivas o ambos tipos. La responsabilidad no niega la influencia de diferentes factores o variables en nuestro comportamiento, lo que subraya es la capacidad, en ocasiones con necesidad de un gran esfuerzo, de elegir a pesar de esos factores.
(Mariva Psicólogos, 2020)
La responsabilidad es una cualidad fundamental que permite a las personas adquirir autonomía, confianza en sí mismas y, sobre todo, autoestima. Además, facilita el desarrollo de habilidades y actitudes clave para el crecimiento personal y profesional. Motiva a tomar decisiones conscientes, asumiendo las consecuencias de los actos y procurando generar un impacto positivo en el entorno.
Los niños, en gran medida, absorben los sentimientos y emociones de sus padres. Cuando un padre es verdaderamente responsable, comprende que no debe aplicar medidas correctivas para disciplinar a su hijo mientras siente enojo. Esto podría derivar en un exceso de autoridad y, en consecuencia, en un maltrato.
“La culpa puede ser un elemento complicado en la ecuación padre-hijo; sentimos culpa, ellos sienten culpa, podemos hacer que se sientan culpables y luego sentirnos culpables por eso” (Klass, 2017, párr. 1).
Mientras leía el libro Si lo crees, lo creas de Brian Tracy y su hija Christina Stein, encontré una afirmación interesante:
“Puedes practicar la aceptación sonriendo a las personas mostrándoles que realmente te importan y te agradan.” (Tracy & Stein, 2017, p. 192).
Esto me llevó a reflexionar sobre cómo la responsabilidad en la infancia se relaciona con la manera en que los niños perciben el castigo. Un niño que aún no ha comprendido el concepto de responsabilidad difícilmente aceptará su culpa sin buscar culpar a otros. […]
Además, Tracy menciona que “las personas se sienten muy orgullosas por las cosas que han logrado en la vida con esfuerzo y dedicación, por lo tanto, siempre se sentirán halagadas cuando alguien nota un rasgo en particular” (Tracy & Stein, 2017, p. 185).
No digo que los niños no deban ser corregidos; de hecho, estoy completamente de acuerdo con aquellos padres que están dispuestos a guiarlos y corregirlos. Mi intención al escribir este blog es fomentar la idea de que la responsabilidad debe considerarse siempre como un pilar fundamental para alcanzar nuestras metas.
Imaginemos que todos los niños comprendieran que la responsabilidad los acreditará como personas autónomas con un gran sentido de liderazgo. Al llegar a los 20 o 30 años, serían los más solicitados por las empresas en el ámbito laboral.
Quiero compartir parte de mi investigación sobre los beneficios que tenemos al adquirir responsabilidad. Esto porque muchos han llegado a una edad bastante avanzada y aún no han entendido la importancia de tener responsabilidad.
A continuación, expongo algunas de las cosas que desarrollan las personas cuando aprenden a asumir responsabilidad.
En el aspecto personal
1. Autonomía: Como dije anterior mente, esta es una de las principales cosas que adquieren las personas al tener responsabilidad. Cuando una persona asume responsabilidad, se compromete a rendir cuentas de sus acciones y decisiones. Esto les permite desarrollar un sentido de accountability (rendición de cuentas). Las personas al verse enfrentadas a rendir cuentas toman decisiones informadas, gestionan por sí mismos, son independientes, flexibles y adaptables.
2. Confianza en sí mismo: Al asumir responsabilidad, las personas desarrollan confianza en sus habilidades y juicio, lo que les permite enfrentar desafíos y obstáculos.
3. Autoestima: La responsabilidad ayuda a las personas a desarrollar autoestima saludable, ya que se sienten capaces de lograr sus objetivos y manejar sus errores.
En el aspecto social
1. Respeto por lo demás: La responsabilidad fomenta el respeto por los demás, ya que las personas asumen la responsabilidad de sus acciones y sus impactos en los demás.
En el blog que publiqué anteriormente, exponía la idea de que es importante impartir educación financiera a los hijos, enfaticé en que los padres son responsables por el impacto que tienen sobre sus hijos. Yo como hijo me veo impactado por las acciones de mis padres ante situaciones buenas y malas en las que yo me he visto involucrado. Como hijo estoy en la posición de ver el ejemplo que cada uno de ellos me da, y decidir si puedo seguir por ese camino o tomar un rumbo diferente. Entonces, ¿un padre debe o no, tener responsabilidad para instruir a sus hijos?
2. Colaboración y trabajo en equipo: La responsabilidad promueve la colaboración y el trabajo en equipo, ya que las personas se sienten comprometidas con los objetivos comunes y asumen la responsabilidad de contribuir al éxito del equipo.
3. Liderazgo: La responsabilidad es un valor fundamental para el liderazgo, ya que los lideres deben asumir la responsabilidad de guiar y dirigir a sus equipos hacia el éxito.
En el aspecto profesional
1. Fiabilidad y confianza: Una persona responsable cumple con sus tareas en el tiempo y la forma establecida, lo que genera confianza en colegas, jefes y clientes. Ser percibido como alguien confiable aumenta las oportunidades de recibir mayores responsabilidades y ascensos.
2. Mejor organización y productividad: Implica la capacidad de gestionar el tiempo y los recursos de manera efectiva, asegurando que el trabajo se realice sin retrasos ni errores innecesarios. Un profesional responsable establece prioridades y cumple con plazos sin excusas.
3. Compromiso con la calidad del trabajo: Las personas responsables se esfuerzan por hacer su trabajo con excelencia, minimizando errores y buscando soluciones en lugar de excusas.
4. Capacidad de liderazgo: Los líderes efectivos son responsables de sus decisiones y acciones, lo que inspira a otros a seguir su ejemplo. La responsabilidad permite gestionar equipos con eficiencia y ética.
En conclusión, la responsabilidad es un pilar fundamental en el desarrollo personal, social y profesional. Como se ha expuesto, asumir responsabilidad no solo implica responder por las propias acciones, sino también tomar decisiones conscientes y afrontar sus consecuencias. Este compromiso fortalece la autonomía, la confianza en uno mismo y la autoestima, promoviendo un crecimiento personal significativo.
En el ámbito social, la responsabilidad fomenta el respeto por los demás, el trabajo en equipo y el liderazgo, valores esenciales para una convivencia armoniosa. Asimismo, en el ámbito profesional, se traduce en fiabilidad, productividad y compromiso con la calidad, características que permiten a una persona destacar y progresar en su carrera.
Si bien la responsabilidad conlleva desafíos y esfuerzo, también brinda grandes beneficios a quienes la adoptan como principio de vida. En definitiva, aprender a ser responsables nos permite ejercer mayor control sobre nuestra vida, influir positivamente en nuestro entorno y contribuir al bienestar colectivo.
Referencias
Klass, P. (2017, 1 de diciembre). Una saludable dosis de culpa. The New York Times en Español. https://www.nytimes.com/es/2017/12/01/espanol/una-saludable-dosis-de-culpa.html
Mariva Psicólogos. (2020, enero 9). Responsabilidad para poder cambiar. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/responsabilidad-para-poder-cambiar
Tracy, B., & Stein, C. (2017). Si lo crees, lo creas. Grupo Editorial Planeta.
Recommended1 dieron "Me gusta"Publicado en Desarrollo personal
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