Hola estimados lectores, les saludo nuevamente al retomar con mis líneas purpura, en esta oportunidad quiero iniciar con una invitación, en modo acróstico, no puedo evitar dejar de pensar en mi abuela, quien es buenísima para las letras… no soy una experta, pero al recordarle quise hacerlo a su manera, sobre todo porque en este Blog se tratará acerca de la salud sexual y reproductiva y como este derecho a pesar que en la práctica lo ejercitamos, se desconoce en sí el contenido de su adecuada materialización y es el objetivo que me propongo para compartir con ustedes hoy.
Un recorderis
Hablar de salud sexual y reproductiva de la mujer y con la mujer, en otros tiempos habría sido motivo de escándalo, y directo al patíbulo u hoguera, con tan solo pronunciar el término “coito” “acto sexual” o “planificación familiar” que estaba vedado para las conversaciones en las familias y sólo era exhibido con extrema cautela y precaución con un único fin reproductor unas horas antes de la celebración del contrato nupcial, de la manera más superflua e insuficiente. Buenas prácticas y costumbres dirían algunos. Pero, sabemos que no
Así entonces, fueron varios años en los que las mujeres ni siquiera conocíamos nuestro cuerpo, no lo explorábamos por miedo, desconocimiento y porque sencillamente la enseñanza generalizada era no perturbar aquella flor dormida que se equiparaba a la valía o como se expresaba en antaño a la virtud de quien la poseía, la cual en ese momento se creía estaba entre las piernas y no en la cabeza.
Sobre este aspecto, en el ensayo el segundo sexo de la filósofa Simone de Beauvoir entre una de las citas que se realizó llama la atención la experiencia de una joven que pensaba que los hijos nacían por el ombligo, imaginemos la descontextualización de esos días. NO HABIA CLARIDAD, INFORMACIÓN, SESGADA Y/O FRAGMENTADA.
Se desconocía para esas primeras mujeres el funcionamiento más allá del fin procreador (las más avezadas intuían con cierto grado de certeza cómo funcionaban) pero era tabú dialogar acerca del conocimiento, del placer, del sentir, y más necesario aún de la Salud Sexual y como protegernos, no me refiero exclusivamente a los embarazos sino más importante de las enfermedades e infecciones de transmisión sexual.
Trayendo a colación un ejemplo de lo anterior, citamos a la gran imitadora, morbus gallicus, o la enfermedad francesa una de las más estigmatizantes durante el siglo XV y subsiguientes la cual se trataba en sus inicios con mercurio hasta bien entrado el siglo XX, específicamente hasta el comienzo de la segunda guerra mundial donde se planteó el cambio por el bismuto, al que se le consideraba más eficaz luego se dio paso al tratamiento con penicilina y demás esquemas de antibióticos.
Volviendo entonces, a la desinformación a la que eran sometidas las mujeres, no existía con claridad un protocolo u hoja de ruta pública y al alcance de todas para el cuidado más allá de las precarias notas relacionadas con el parto, y las directrices de fertilidad que para ese entonces también era prenda de garantía del éxito de la mujer, y la cual en algunos contextos producía asimetrías en torno a la posibilidad de concebir y luego una vez producida aquella al número de hijos que se debían tener, esto debido a la homogenización de criterios que imperaba en las dinámicas sociales, de la época.
Se pasa entonces, de la virtud derivada de la virginidad y luego de la experiencia de la maternidad impuesta y prolífica para mantener la estabilidad y posición en la sociedad. Un rol con coacción no podrá nunca ser disfrutado.
Paulatinamente y en gran medida gracias a la intervención de las mujeres en los distintos escenarios, especialmente en el sanitario, académico y el político se fueron creando debates en donde los tópicos derivados de la sexualidad repercutían directamente en el desarrollo de las poblaciones.
Explico la anterior afirmación de la siguiente manera y con el siguiente título:
Los derechos humanos también son sexuales y reproductivos
Para asumir la adecuada concepción de desarrollo se debe desarraigar el amparo solo a un sector de la población, lo que repercute en que el grado de bienestar debe construirse para todas las personas sin lugar a discriminaciones, esto se traduce en la importancia que le asiste a la tarea de visibilizar, aumentar el dialogo, promoción y prevención de la salud sexual y reproductiva de los seres humanos y en especial por mis líneas púrpura a las mujeres como engranaje de desarrollo en y desde las comunidades.
Así entonces, hemos leído y escuchado no en pocas ocasiones, que la sexualidad esta imbricada de manera trasversal a lo largo de nuestra vida, desde la concepción y posteriormente durante nuestro crecimiento en las distintas etapas; no obstante la atención que le prodigamos al tema sólo ha tenido alcances de interés global a partir de los sesenta con las distintas manifestaciones de las mujeres en varios lugares del hemisferio en donde las arengas al unísono reclamaban salud en condiciones dignas, mayor acceso a servicios y educación sexual con calidad.
Existía una inadecuada percepción de la instrucción en sexualidad idónea la cual asimilaban como autorización para ejercitarse en el libertinaje o trabajo sexual y que, si así hubiera sido, desde la autonomía e intimidad de cada persona, se debía incluso aceptar dichas decisiones.
De esta manera, lo que en principio se percibió como asunto exclusivamente femenino al creerse erróneamente que la salud sexual y reproductiva engloba una sola dirección de abordaje, cae por su peso cuando en los años ochenta explotan las estadísticas por el elevado incremento de enfermedades e infecciones de transmisión sexual, específicamente el VIH/SIDA, el cual podía controlarse con el conocimiento debido o, dicho de otra manera con la asunción corresponsable de educación y servicios de salud de calidad.
Debemos potenciar la triada indisoluble: Estado, Familia, Sociedad para la adecuada asunción del aporte como personas a la salud sexual y reproductiva.
También resultaba inaceptable a la luz de los avances científicos las muertes de mujeres durante la labor de parto o posteriormente en el puerperio, específicamente y refiriéndonos en el caso colombiano, por la imposibilidad de seguimiento, revisiones periódicas, cuidados y control prenatal para la madre entre otros, especialmente de aquellas que se encontraban en las zonas rurales y habían sido víctimas no sólo de violencia sexual, sino inclusive y con extremo pesar del conflicto armado. En esta misma línea, no podríamos dejar de mencionar a las mujeres gestantes adolescentes y aquellas que fallecieron por la práctica de abortos no seguros y en lugares sépticos.
Sobre este aspecto en concreto compartimos la posición de la Dra. Bela Ganatra, jefa de la Unidad de Prevención del Aborto No Seguro de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Quien sostiene «Pero eso no es suficiente por sí solo. Al igual que con cualquier otro servicio de salud, la atención al aborto debe respetar las decisiones y necesidades de las mujeres y las niñas y garantizar que sean tratadas con dignidad y sin ser estigmatizadas ni juzgadas. Ninguna persona debería estar expuesta a abusos o perjuicios como ser denunciada a la policía o encarcelada por haber solicitado o prestado atención para un aborto.»
A continuación, consideramos oportuno compartir en los siguientes enlaces la información de la OMS respecto al aborto donde podrán observar estadísticas y revisar la actualización de la abortion care guideline que se adjunta en código QR.
En relación con el aborto, la decisión emitida por la Corte Constitucional en la sentencia C-055 de 2022, posicionó a Colombia como el primer país latinoamericano que lo despenalizó hasta la semana 24 de gestación y mantuvo las causales establecidas desde el año 2006 en la Sentencia C-355, sin límite de edad gestacional.
Lo anterior significa, que mujeres, hombres trans y personas no binarias pueden abortar sin temor al panóptico hasta la semana 24 de gestación en Colombia. Después de acaecido ese término, pueden hacerlo en el marco de las causales despenalizadas en el año 2006:
1. Cuando la continuación del embarazo constituye un peligro para la vida o la salud integral de la mujer.
2. Cuando existe malformación fetal inviable con la vida extrauterina;
3. Cuando el embarazo es producto de violación, incesto o transferencia de óvulo no consentida.
Para una mejor comprensión te invitamos a descargar la sentencia de despenalización en el siguiente código QR.
Ahora bien, resulta pertinente en el marco de las líneas púrpura construir un Blog exclusivo sobre el tránsito de la libertad y autonomía de las mujeres que deciden abortar. No obstante; mientras lo diseño en avanzada desde mi posición comparto que la mejor aliada para la salud sexual y reproductiva es el acceso a la educación idónea, desacralizada y tangible porque soy defensora de la prevención, como acción.
Y en Colombia ¿Cómo se asume la Salud Sexual y Reproductiva?
La adecuada asunción del significado de la salud sexual y reproductiva encuentra asidero en el concepto que ha venido entretejiendo la Organización Mundial de la Salud y ONU Mujeres y la cual se pone de presente en la siguiente imagen:
De la anterior definición se desprende además el inminente interrogante de lo que en realidad implica un buen estado de SSR y para el efecto la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (CCMM), Plataforma 94, 95, 96; Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) generaron los diálogos para que a nivel estatal se incorporarán las definiciones que la OMS desarrolló como derechos sexuales y reproductivos y que compartimos a continuación algunos de ellos:
-Buen estado de Salud Sexual y Reproductiva (SSR) implica la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, por ello solo tú tienes el derecho a decidir si tener o no relaciones sexuales.
-La posibilidad de ejercer el derecho a procrear o no, la libertad para decidir el número y espaciamiento de los hijos.
-El derecho a obtener información que posibilite la toma de decisiones libres e informadas y sin sufrir discriminación, coerción ni violencia, el acceso y la posibilidad de elección de métodos de regulación de la fecundidad seguros, eficaces, aceptables y asequibles.
-La eliminación de la violencia doméstica y sexual que afecta la integridad y la salud así como el derecho a recibir servicios adecuados de atención a la salud que permitan embarazos y partos sin riesgos.
-El acceso a servicios y programas de calidad para la promoción, detección, prevención y atención de todos los eventos relacionados con la sexualidad y la reproducción, independientemente del sexo, edad, etnia, clase, orientación sexual o estado civil de la persona, y teniendo en cuenta sus necesidades específicas de acuerdo con su ciclo vital.
En el caso de Colombia se han construido dos instrumentos desde las gabinetes ministeriales de salud y educación para trabajar al unísono con las directrices internacionales, por ello en el siguiente código QR te invitamos a revisar la política pública actualizada en salud sexual y reproductiva en nuestro territorio:
A modo de cierre, quiero compartir unas pautas para incrementar desde nuestras experiencias, saberes y roles la adecuada asunción de la salud sexual y reproductiva en nuestros entornos bien sea que te desenvuelvas a nivel micro o macro no desestimes tu aporte, es valioso:
1. -Desacralizar la salud y la educación sexual.
Es necesario gestionar de manera eficaz y eficiente el conocimiento y esto solo será posible a través de un dialogo abierto, despojado de estigmas, prohibiciones y con un marcado acento de enfoque derechos y de género.
Sobre este punto en las escuelas se deben ampliar las dinámicas de aprendizajes significativos que permitan un abordaje con claridad de lo que significa la sexualidad y la reproducción.
Al respecto, recordamos que comprender la sexualidad Implica asumirla como condición prioritaria para el desarrollo humano, por lo tanto, debe ser liberada de carga moral y observarse desde el ámbito de los derechos y el respeto por las personas, quienes son el centro alrededor del cual gravitan las políticas en el marco de una moral laica. Se asume que la sexualidad es una condición característica individual, que se construye en una condición social en permanente proceso de transformación en el tiempo, y que se mantiene por imperativos sociales que son asumidos por las personas quienes la expresan de manera diversa (PNSSR 2014-2021 p.48)
Ahora bien, sobre este punto resulta necesario precisar que la sexualidad y la reproducción son dos realidades y conceptos que aunque están muy ligados representan dos ámbitos diferentes en la vida humana, por lo tanto, los derechos sexuales son independientes de los derechos reproductivos.
Lo anterior significa que desde hace algunos años, la construcción social ha posibilitado que a todas las personas les asista el disfrute de la sexualidad al margen de la reproducción o a ejercer su derecho a la reproducción al margen de la sexualidad. La sexualidad es de suyo un campo de la autonomía personal modelada en lo social, por ello reconocida como construcción social. Así mismo, la reproducción desde una condición biológica ha estado ligada a la sexualidad, pero cada vez los avances de la ciencia en materia de fertilidad, (reproducción asistida, adopción, etc.) la hacen posible sin esta mediación. Sin embargo, estas opciones, como toda práctica en la sexualidad, deben ligarse a unos mínimos éticos de respeto y del cuidado del sí, entendido como “práctica social” que siempre tiene en consideración el cuidado y el respeto por el otro (PNSSR 2017-2021 p.52)
En cuanto a las experiencias idóneas y exitosas desde la educación como derrotero propulsor para la educación sexual como desarrollo, presento al docente Luis Miguel Bermúdez galardonado como el mejor maestro de Colombia en el 2017 y nominado entre los 10 mejores del mundo en el Global Teacher Prize 2018 (homólogo del nobel en educación) quien a través de la iniciativa denominada: integración curricular de la ciudadanía sexual y el enfoque diferencial y de género logró reducir a 0 los embarazos adolescentes, deserción escolar y desarraigar la violencia basada en género en el plantel educativo Gerardo Paredes IED – Localidad 11 de Suba de la ciudad de Bogotá.
Te invitamos a revisar el siguiente enlace para conocer la iniciativa exitosa que podemos replicar.
https://www.mineducacion.gov.co/1780/w3-article-384965.html?_noredirect=1
2. Urdimbre de la confianza en las familias.
En nuestra familia los roles que se ejercen por sus miembros son de especial significado e impacto, aprovechemos estos espacios para cimentar el conocimiento idóneo despojado de miedo y crear la confianza de poder explicar desde el respeto y la responsabilidad lo que significa la salud sexual y reproductiva.
Imaginemos y por supuesto que en la actualidad ya existen padres y madres que asumen con entereza las inquietudes de los hijos desde la identidad, expresión de género y todos aquellos cuestionamientos relacionados con la iniciación en la vida sexual.
¿Quién podría ser más confiable que aquellos padres y/o adultos responsables que desean transmitir información fidedigna explicando además la importancia de las precauciones?
Por ejemplo, en el caso de las mujeres poder contar con una madre a quien sin temores compartamos los cuidados que una vida sexual activa acarrea, desde la higiene pre y post, la revisión periódica por ginecología, el uso de los preservativos, los cuales no son solo masculinos también existen profilácticos para nosotras y debemos ser portadoras no solo de la información, sino inclusive de su adecuada utilización, cumplimiento con los esquemas de las vacunas en especial del Virus del Papiloma Humano (VPH), la realización de la citología anual y si es de capa fina mejor.
En ese sentido, si queremos ser parte del desarrollo desde las familias podemos ser gestores y/o influencers de salud sexual y reproductiva. No permitamos que anacronismos ideológicos derrumben los terrenos ganados en las familias y escuelas con el enfoque de derechos y género.
3. Estrategia IPA (Investigar, Preguntar y Actuar) por TU SALUD
Te invito a ser una activista de amor propio y compartido en sororidad para construir estrategias de cuidado puedes hacerlo a través de Investigar, Preguntar y Actuar. Tu salud es prioritaria. Conocerte es indispensable porque cada cuerpo es diverso y para ello el apoyo por ginecología es valioso.
Por ejemplo, la serie de Blogs de la Dra. Carla Maccia que menciono a continuación ¡No dejes de revisarlos! Al igual que su canal de podcast … de seguro te gustarán. Es un lujo de profesora y lo mejor que es de muestra mujeres insignes B-10. En lo personal soy fan y como lo bueno se comparte, por eso deseo que la conozcas, revises y aprendas
https://bloque10.unimagdalena.edu.co/desmitifiquemos-los-ovarios-poliquisticos/
https://bloque10.unimagdalena.edu.co/aines-y-embarazo-alerta-fda/
La salud sexual no solo es placentera, también debe estar bajo constante responsabilidad para resguardar nuestra vida en condiciones de bienestar físico y emocional.
4. Ama segura cuídate y cuida a los que amas.
Las relaciones sexuales son más que placer, es un cumulo de experiencias imbricadas desde lo físico, emocional y personal. Por ello, ese momento intimo también debe estar mediado por la razón la cual no puede extraviarse en las rutas del deseo. Protegerte y proteger permite mantenerte viva en condiciones dignas de bienestar para seguir disfrutando.
Te invito a seguir nutriendo este espacio con tópicos que nos incumbe a todos…. A quienes me lean y están en el área de la salud sería oportuno una adecuada explicación del VPH y sus vacunas. A mi me encantaría leerlo
Pd. En la próxima entrega de las líneas púrpura:
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