Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas. Mary Wollstonecraft
Introducción.
El sincretismo inmerso en la concepción y praxis de la intervención socioeducativa nos lleva a descubrir el caleidoscopio de factores aglutinantes, que permiten evidenciar el desarrollo en una comunidad; alcanzado no desde un esfuerzo individual, sino entendido desde la sinergia o confluencia de intereses colectivos en los que se deben propender por crecer de manera igualitaria en los siguientes aspectos: prosperidad, personas, planeta, alianzas y paz para alcanzar la sostenibilidad, los anteriores componentes configuraron en el año 2000 la puesta en marcha de los objetivos de desarrollo del milenio, (ODM) entendidos desde el 2015 en la agenda global como objetivos de desarrollo sostenible.(ODS)
Sobre los retos que los países se comprometieron cumplir, con la finalidad de alcanzar un crecimiento económico sostenido, inclusión social, y protección medio ambiental evidencia el anhelo universal de transformación para alcanzar en equidad y paridad los estándares de derechos, debe ser la meta conjunta de los países, pero no exclusivamente desde los compromisos institucionales y allí radica la importancia de esta declaración en nuestro sentir de S.O.S por el mundo, toda vez que se resalta la participación corresponsable de todos los actores en la sociedad, dicho de otro modo, debemos desarraigar la creencia que la puesta en marcha de los ODS son solo cuestión de abordar por parte de los Estados, percepción alejada de la realidad, en el entendido que resulta sine qua non, la participación activa del elemento subjetivo del Estado, es decir la población o el capital humano, con la finalidad de mimetizarnos de manera asertiva con la consecución de este reto global.
Sabemos que la faena, aunque ardua en algunos aspectos constituye la única oportunidad que tenemos para lograr conseguir sostenibilidad y sustentabilidad para quienes habitamos el planeta; en un principio puede resultar abrumador y utópico pretender ejecutar los ODS, pero cuando nos adentramos con la necesidad imperiosa de transformar las realidades a través del enfoque de los derechos humanos y también de los derechos de la tierra, la ciudadanía del mundo, se ha percatado que juntos e inclusive desde pequeñas acciones podemos aportar al cumplimiento del reto hasta desde la comodidad de nuestro sofá, como lo estableció The lazy person´s guide to save the world.
Ahora bien, el andamiaje global que se entreteje para la consecución del desarrollo ha sido dispuesto en diecisiete objetivos en el presente ensayo hemos decidido escoger como tema central el denominado Igualdad de Género, pero trayendo a colación la interrelación que se produce con otros ODS, para poder asegurar el cumplimiento del mismo, al respecto también hará parte de nuestro análisis el rol que se asume por parte de los educadores sociales, quienes están compelidos a ser parte fundamental en la ejecución del reto global, por ello el aporte de la pedagogía social es indispensable para la prevención, acción y rehabilitación de los niños, niñas y adolescentes que con ocasión al objetivo escogido pudieren estar en dificultad social.
Así las cosas, se hace indispensable resaltar la practica socioeducativa que nos permitirá dinamizar nuestras acciones para la consecución de los objetivos que se ha dispuesto para el mejoramiento y/o transformación de la sociedad en la que nos desenvolvemos, como quiera que este intento reflexivo acerca de los compromisos globales nos acercan a realidades donde la precarización y ausencia de oportunidades por entornos insanos, permea la voluntad en donde las dificultades sociales hacen parte de la cotidianidad.
Con ocasión a lo anterior, pretendemos a partir de estas líneas compartir nuestras ideas para lograr el cumplimiento de la igualdad de género, desde el compromiso intersectorial, y configurar así el desarrollo entretejido que da claras muestras de la funcionalidad de un trabajo concertado en el que la triada familia, Estado y sociedad permiten observar la articulación para superar y prevenir riesgos en el grupo etario más frágil los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, el cual trasciende la visión asistencialista para convertirse en experiencias de aprendizaje a lo largo de la vida, el cual redundará a nivel colectivo, producto de las adecuadas estrategias y técnicas de intervención, en la que resaltamos el ocio o lúdica como la llave que nos ayudará en el camino.
Por lo precedente y en aras de dar una mejor y clara perspectiva de este blog hemos imprimido el siguiente orden para una adecuada comprensión:
1. El género: ¿Qué es? ¿Por qué hace parte de los ODS?
2. ¿Igualdad de género en solitario o en sinergia con otros ODS?
3. ¿El género sostenible o sustentable en dificultad social?
4. ¿Ayuda el feminismo a la igualdad de género?
5. Conclusiones
En este primer acercamiento abordaremos el primer punto y sucesivamente en las posteriores publicaciones los restantes, espero tus comentarios en este ecosistema de interacción para el desarrollo del aprendizaje.
1.El Género: ¿Qué es? ¿Por qué hace parte de los Objetivos del Desarrollo Sostenible?
Consideramos oportuno referirnos de prima facie, a lo que comprendemos por género y como se abordó por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el objetivo de desarrollo número cinco denominado: lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Así las cosas, son dos los conceptos que ocupan nuestra atención inicial en primer lugar ¿qué se entiende por género? y ¿cómo funciona la correspondencia con el derecho a la igualdad? que lo hace parte del objetivo aludido en las anteriores líneas.
Una de las cuestiones más importantes que se ha venido gestando en las ciencias sociales desde la década de los setenta es la relacionada con el concepto de Género. En principio entendida desde una perspectiva binaria, ligada a la homologación del sexo, en la actualidad gracias a la participación asertiva de mujeres y colectivos en los que podemos traer a colación a Mary Wollstonecraft, Simone de Beavouir, Judith Pamela Butler y Chimamanda Ngozi Adichie, entre otras el género ha sufrido una deconstrucción, que nos ha permitido evidenciar que los hombres y mujeres son iguales, pero los procesos y construcciones culturales nos hacen diferentes. Por lo tanto, el género lo entendemos como categoría que ayuda a decodificar las características que se les atribuyen a las personas por cuestión de sexo. Ramírez (2008)
Ahora bien, respecto a las diferenciaciones que se producen con ocasión a la comprensión del género como un constructo y además maleable, se evidencia a lo largo de los años que se ha producido en algunas latitudes una desigualdad social con ocasión a una inadecuada percepción del género, lo que se itera es producto de las dinámicas sociales hegemónicas e imperantes, y lo cual no debe entenderse como un mandato de la naturaleza que a la postre ha generado vulneración de derechos y desigualdad para las niñas, adolescentes y jóvenes mujeres.
Este primer encuentro con el término nos permite repensar la forma en la que el universo masculino percibe a las niñas y adolescentes, que serán las mujeres del futuro en el que se prevé asuman la vida sin discriminaciones, por ello el desconocimiento de la perspectiva de género, acompasada de la ausencia de sensibilización, y promoción de ese objetivo de desarrollo sostenible, nos insta a ejercer la transición de la teoría a la praxis para el empoderamiento de grupo etario mencionado.
En ese orden de ideas, surge necesario resaltar que el concepto de género, utilizado eficazmente en los estudios feministas antropológicos y psicoanalíticos, principalmente, ha permitido redimensionar la pregunta por la subordinación de las mujeres. Con este concepto género, al que se distingue de sexo, se quiere indicar precisamente el carácter atribuidos a lo que socialmente se caracteriza como hombres y mujeres (Serret, 2001)
Siguiendo esta misma línea encontramos que Serret (2001) sostiene:
El concepto de género ha permitido el planteamiento de nuevos problemas que van desde la forma en que operan, en lo general, las relaciones socioculturales hasta la manera en que se construyen y operan las identidades individuales. Sin embargo, juzga que, a pesar de estos avances, todavía no existe un trabajo que organice sistemáticamente el conocimiento que los estudios de género han arrojado, de tal modo que la subordinación de las mujeres pueda ser explicada causalmente. Pone énfasis en que para poder responder seriamente a la pregunta rectora del feminismo sobre la subordinación de las mujeres debe hacerse la distinción conceptual entre la explicación y la mera descripción, categorías utilizadas en el ámbito de las ciencias sociales. (p.21)
Teniendo claro o por lo menos con un panorama más despejado respecto a la importancia en la nitidez conceptual de lo que significa género, debemos ocuparnos ahora de la igualdad, pues la correlación que existe entre un término y otro no es fortuita, antes su relación es simbiótica y transita en la clasificación de mutualismo, esto para exaltar la reciprocidad beneficiosa entre el género e igualdad .
Al respecto resulta oportuno traer a colación el extracto del pronunciamiento jurisprudencial de la Corte Constitucional Colombiana en sentencia T-030 de 2017 donde se ha determinado:
Que la igualdad es un concepto multidimensional pues es reconocido como un principio, un derecho fundamental y una garantía. De esta manera, la igualdad puede entenderse a partir de tres dimensiones: i) formal, lo que implica que la legalidad debe ser aplicada en condiciones de igualdad a todos los sujetos contra quienes se dirige; y, ii) material, en el sentido (sic) garantizar la paridad de oportunidades entre los individuos; y, iii) la prohibición de discriminación que implica que el Estado y los particulares no puedan aplicar un trato diferente a partir de criterios sospechosos construidos con fundamento en razones de sexo, raza, origen étnico, identidad de género, religión y opinión política, entre otras. De igual forma, esta Corporación ha expresado que este postulado tiene un contenido que se concreta en el deber público de ejercer acciones concretas, destinadas a beneficiar a grupos discriminados o marginados de manera sistemática o histórica, a través de prestaciones particulares o cambios en el diseño institucional (acciones afirmativas) (p.28)
Observando la indisolubilidad del género y la igualdad, comprendemos desde la óptica constitucional o si se quiere aún más universal como la asunción del objetivo cinco de los ODS, nos compromete a los ciudadanos del mundo a trabajar por volver real aquel, dado que se asume no solo como un derecho de raigambre fundamental, sino que es uno de los pilares esenciales para construir un mundo pacifico, próspero y sostenible. ONU (s.f.)
Ahora bien, a continuación nos corresponde conocer la razón por la cual ha sido incluida en la agenda global este objetivo y las consideraciones son contundentes y necesarias, toda vez que al pretender hacer parte del mundo como un ecosistema floreciente y diverso el cual debe ser salvaguardado, no podría permitirse el incremento en la desescolarización de las niñas, adolescentes y jóvenes mujeres, al igual que debe cesar el matrimonio precoz y servil de las menores de dieciocho años, incentivar la participación y representación de la mujer en cargos o posiciones de liderazgo, reformar las leyes para fomentar la igualdad de género, erradicar la práctica de la mutilación genital femenina (MGF) y la violencia con ocasión al género, permitir el acceso universal a la educación sexual y reproductiva de manera libre y autónoma.
En la construcción holística que se le ha imprimido a los ODS, el desarrollo solo es posible con la sinergia del crecimiento económico, la inclusión social y la protección medio ambiental, en el segundo de los elementos mencionados encuadra de manera puntual el objetivo número cinco, toda vez que al fomentar la acción para la adecuada implementación y con las alianzas correctas, les permitirá a los educadores sociales educar para la ciudadanía, interacción que estará cimentada en los derechos humanos, el conocimiento de la interculturalidad, el apoyo y/o sostenimiento entre grupos poblaciones de distinta edad, y por supuesto la igualdad de género.
En ese estados de cosas, y conforme a los parámetros expuestos en las anteriores líneas surge indispensable la labor del animador o mejor del educador social la cual se realiza fundamentada en los derechos humanos, situación que viabiliza tal como lo comparte Caride (2017) propiciar la sostenibilidad en el desarrollo que se pretende implantar en la comunidad; en el objetivo número cinco sujeto de ensayo, los procesos de inclusión y protección deben iniciarse durante la primera infancia, puesto que la asunción de comportamientos desprovistos de discriminación deben gestarse en los microsistemas para luego ser reforzados en otras interacciones que realicen los niños, niñas y adolescentes.
Sobre este aspecto en particular, es decir los patrones saludables en la réplica del respeto y dignidad indispensables para la puesta en marcha de este ODS en concreto, nos resulta idóneo compartir la postura de Bernal (2018), en el entendido que la sanidad al interior de las familias o por lo menos de quienes regentan los roles de dirección y acompañamiento permiten alejar a los niños, niñas y adolescentes de situaciones conflictuales o de dificultad social.
Siguiendo con esta línea argumentativa, relacionada con el primer interrogante es pertinente tener claro que desde la pedagogía social, se realizan las intervenciones y/o abordajes idóneos que permitan optimizar o potenciar el desarrollo de las personas, por ello Úcar (2006) específicamente en esta arista de lo que se denomina praxis, adquiere valor la puesta en marcha de lo considerado hoy indispensable, relacionada con los roles que ejercen en medio de la labor de intervención socioeducativa el formador y el formado, en el entendido que en el trabajo educativo no existen las asepsias. El educador busca, de forma intencional, influir en el otro; pretende, de manera tangible, ayudarlo a cambiarse a sí mismo para mejorarse a sí mismo y su vida. El educador nunca es neutral, siempre actúa desde un determinado modelo teórico e ideológico –sea consciente o no del mismo- y, en este sentido, tiene en sí mismo y genera en el otro unas determinadas expectativas de comportamiento. No existe la neutralidad en el mundo de la educación: ni en los términos ni en los conceptos ni en las acciones.
Sintetizando este primer acercamiento a nuestro interrogante primigenio, podemos concluir que la designación de la igualdad de género y su correlato de empoderamiento femenino en la niñez ha sido el resultado insistente de décadas por el reconocimiento, lo cual paulatinamente se ha ido implementado en varios países, bien sea en cumplimiento de la agenda 2030, o en el mejor de los escenarios, por la asunción responsable de la dignidad de quienes conformamos las comunidades.
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Comentarios
Para terminar de lograr esa igualdad de género y empoderamiento femenino que se ha venido buscando desde hace muchos años en el objetivo de desarrollo sostenible Se encuentra enmarcado este objetivo ya que la igualdad de género es pilar necesario para que podamos tener un mundo próspero y sostenible, es una meta que busca lograr la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas, y de esta manera poder eliminar la discriminación hacia el género, formando un espacio igualitario en cuanto al ámbito laboral, la educación, la salud y la participación de las mujeres en diferentes campos. Es importante que esta circunstancia se aborde desde estos objetivos que son de carácter mundial ya que la desigualdad no es algo de una ciudad o un país en concreto, es algo que está completamente englobado y que se debe trabajar en cada uno de los diferentes países, ya que, aún hay lugares en los que no se permite la satisfacción de un derecho tan básico a la mujer y a las niñas como es la educación. Este es un tema de gran importancia y debería preocuparnos a todos por igual, por lo que debemos seguir con esta lucha que aún no termina hasta que las condiciones sean totalmente iguales y las mujeres puedan contar con el cumplimiento de todos los derechos que hasta ahora se les han negado.
Es cierto que no es seguro que alcancemos una igualdad de genero completamente pero, es muy significativo mirar atrás y darnos cuenta de todo lo que se ha logrado hasta el momento, donde la mujer pasó de ser vista simplemente en el ámbito doméstico hasta lo que es hoy en día. muchas son ejemplo de superación, empoderamiento, profesionalismo etc, tanto para mujeres como para hombres. Debemos seguir implementando estrategias para que la sociedad mejore su visión con respecto al papel fundamental que tiene la mujer en ella y el feminismo ha sido un movimiento de alto valor para que se esto se logue. Así mismo la educación es fundamental. La mujer siempre ha sido vista como el sexo débil, pero somos más fuertes de lo que parece.
@malvarezc
@malvarezc
Tal como lo menciona el blog, es de notar que el empoderamiento femenino y su designación de igualdad de genero es el resultado de la búsqueda insistente por el reconocimiento; y ahora continua tal planteamiento en la agenda del cumplimiento de los ODS 2030, siendo esta una medida que busca abolir la discriminación del sexo femenino (mujeres – niñas), que si bien es cierto es un derecho fundamental, hoy día es un objetivo que se pretende alcanzar a razón de la vulneración del mismo por la sociedad.
Podemos afirmar que en las últimas décadas, se han tenido grandes avances en lo que compete a la igualdad de género, pues si bien es cierto, hoy día podemos ver a muchas mujeres desempeñando cargos laborales que antes solo podían ocupar los hombres, así mismo, hoy día las mujeres puede tomar su propia decisión de la carrera profesional que deciden estudiar sin restricción alguna por cuestión de su género, teniendo en cuenta que la época antigua las mujeres solo podían aspirar a estudiar carreras que se consideraban que eran propias para el genero femenino. Sin embargo, este alcance no sido solo parcial, pues como ya se habia mencionado, la pandemia Covid-19 y sus implicaciones, ha permitido dar cuenta de muchas situaciones donde se vulneran derechos por cuestiones de género, es posible notar que se ha limitado el rol femenino a actividades especificas por considerar propias de las mujeres, lo cual denota un sentido machista y la infravaloración que se imparte a las mujeres.
Por tanto vemos que aun falta mucho trabajo por realizar para el alcance de este ODS, considerando como pilar fundamental fortalecer la educación que se está impartiendo en los diferentes niveles educativos, primando principalmente el nivel escolar, pues los niños son el futuro de nuestra humanidad y el reflejo de todos los principios y valores inculcados; en consecuencia, se debe garantizar una educación incluyente, con garantías de calidad académica, desarrollo del pensamiento critico frente a sus deberes y derechos, fortaleciéndose la toma de decisiones, en el contexto del respeto por las opiniones y decisiones de sus pares, que permitan finalmente una convivencia en sociedad y una transformación social.
La educación constituye un mecanismo cual se rompen las barreras que contribuyen a la creación de estereotipos sexistas respecto a los roles de género en la sociedad. Gracias al hecho de que esta constituye un deber del Estado, la familia y la ciudadanía y, un derecho de los hombres y mujeres, esta labor se puede facilitar muchísimo más al impartir conocimiento respecto a los derechos que posee cada persona y la igualdad de hombres y mujeres ante la ley (a pesar de que desde otras concepciones sociales y culturales se nos considere diferentes). Esto último va a ser de vital importancia puesto que la erradicación de los pensamientos de separación de las personas por sexo tiende a limitar las oportunidades y capacidades que se les ofrecen a cada uno y, así, se encargan de reforzar los estereotipos que tanto se han querido erradicar.
@malvarezc
Género, igualdad y empoderamiento, son de las palabras más importantes del siglo XXI, ya que encierran todo un mundo de representaciones, concepciones e ideales que poco a poco van abriendo camino en el sistema patriarcal hegemónico que desde siempre ha impuesto su pensamiento e ideal de mundo a favor de la figura masculina en las diferentes esferas de la sociedad. Resulta realmente alentador que la Organización de las Naciones Unidas, incluya, impulse y apoye como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ‘lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas’, puesto que si bien cada Estado-nación es autónoma en sus procederes políticos, económicos, sociales y culturales, también es cierto que la ONU da cuenta de las necesidades del mundo y hacía donde debe dirigirse para que sea un lugar mejor para todos, sin embargo estoy muy de acuerdo con lo planteado en el blog, en cuanto a que este cambio no se genera solo desde las altas esferas políticas, institucionales, entidades y organización gubernamentales, el cambio se genera desde el ciudadano de a pie que si bien el tema de género es algo complejo de digerir, a través de la educación se puede lograr un cambio positivo en la aceptación y aplicación de estos para darle cabida a la diferencia sin que esta genere incomodidad, todo dentro del límite del respeto, porque ante todo somos seres humanos, sintientes y pensantes que cada uno a su modo asume los diversos procesos. Para el común denominador de las personas puede resultar un poco confuso y hasta abrumador la complejidad que hay detrás del término género, ya que este por tradición e imposición social ha sido directamente relacionado con el sexo biológico, por lo tanto desarraigar todo eso entramado histórico, para hacer una deconstrucción en un proceso que también se debe entender, debe haber empatía por parte de todos los actores para que finalmente exista la igualdad que tanto se anhela, y no solo paras las comunidades que pertenecen o se identifican entre los LQTBI+, sino también para los grupos indígenas, raizales, afros, , que también, a pesar de gozar de un reconocimiento, no son totalmente incluidos en los diversos procesos que hacen parte de una Estado-nación. Es innegable que se ha avanzando muchísimo en el tema de la igualdad, el reconocimiento del género y del empoderamiento, pero aun existe un camino largo por recorrer y desde la academia esto puede marchar de una forma más idónea. @malvarezc
La igualdad de los derechos de hombres y mujeres es una obligación conjunta del Estado, la Familia y la ciudadanía por ello es indispensable que por medio de los educadores se materialicen los derechos humanos, por medio de la instrucción a la población infante, ya que son los niños, niñas y adolescentes la población mas vulnerable y gozan de especial protección constitucional; desde la edad temprana se deben superar los estereotipos de genero de la sociedad, y enseñar que tanto las mujeres y los hombres somo iguales ante la ley -igualdad formal -, pero somos diferentes desde la concepción cultural, y en esa diferencia cultural recae el concepto de genero, solamente de esta manera se puede construir una sociedad más educada pues los niños son la esperanza para un mejor futuro.
@malvarezc
Es muy interesante cuando se entiende que hombres y mujeres somos iguales, pero que la cultura nos hace diferentes, esa frase dicha en el texto tiene muchísima razón, y no, no hablamos de referencias anatómicas y capacidades referentes a la fuerza, sino a aquellas de merecer igualdad de trato, oportunidades y de cambiar definitivamente esa percepción de que hombre es superior que mujer y que esta última está hecha para servir. Si bien se ha erradicado en gran parte del mundo esa idea tan machista de superioridad, en muchas regiones aún siguen siendo obligadas las mujeres a servir, y así como se mencionó al inicio del texto, se necesita que el cambio sea colectivo. Los ODS plantean muchas cosas, pero no es solo deber y obligación del Estado ponerlas en marcha, también se hace necesario que la sociedad en general sea partícipe de ese cambio e intervenga de manera activa, te educas, me educo, nos educamos, nos apoyamos, lograremos la igualdad solo si todos nos comprometemos.
Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible esta la igualdad de genero que como fin tienen el objetivo de disminuir esa desigualdad; y como factor importante se recalca nuevamente la importancia de la educación donde se enseñe la igualdad de ambos sexos tanto a niños como a niñas para ir rompiendo con esas imposiciones, sistemas y estereotipos que en la antigüedad eran impuestos a la mujer para que a futuro no se vuelva a presentar esta desigualdad. Pero para que esto se logre es necesario que ambos sexos tanto hombres como mujeres aporten para cumplir con este objetivo de desarrollo.