¿Alguna vez se han preguntado por qué la ciencia y la tecnología son las estrellas del progreso humano? Ya sea que estemos intentando resolver desafíos globales como el cambio climático, combatir pandemias o mejorar nuestras vidas cotidianas, la ciencia y la tecnología han tenido un papel crucial en dar forma a nuestra realidad. Pero, a pesar de que hay cada vez más científicos y publicaciones, parece que las ideas verdaderamente revolucionarias son cada vez menos frecuentes. Tenemos mucha productividad, pero poco impacto, poca innovación transformadora ¿Cómo podemos cambiar eso?

Abrazando la diversidad para dar un salto en la innovación

Aquí es donde entra nuestro amigo, el profesor James Evans, un genio en el campo de la ciencia social computacional, director del Knowledge Lab. En un episodio del podcast Big Brains de la Universidad de Chicago, “¿El progreso científico está disminuyendo?”,  Evans propone que la diversidad puede ser la clave para rejuvenecer la innovación en la ciencia.

Imaginen esto: equipos que se alejan de los tradicionales núcleos de investigadores y se aventuran a explorar nuevos horizontes y disciplinas, empapándose de diversas experiencias, opiniones y perspectivas. Según Evans, este enfoque puede dar lugar a descubrimientos más replicables y robustos. ¡Y esto no solo se aplica a la identidad, sino también a la política! De hecho, el Knowledge Lab realizó un estudio utilizando Wikipedia y encontró que las páginas escritas por personas de inclinación política de derecha y de izquierda eran más precisas que las páginas escritas exclusivamente por un lado político.

El miedo al error como desafío

Ahora bien, uno de los mayores obstáculos para la diversidad en la ciencia es el miedo a errar. Y no es para menos: un error puede poner en juego la carrera de un científico, manchar la reputación de una institución de investigación, y complicar la justificación de un proyecto fallido ante los patrocinadores.

Pero, ¿y si les dijera que el fracaso puede ser un precursor del éxito más impresionante? Evans nos invita a redefinir nuestra percepción del error y a verlo como una inversión en innovación. Los patrocinadores deberían apostar por investigaciones que aborden problemas desde enfoques novedosos y audaces, y la sociedad debe entender que financiar la innovación a veces significa financiar fracasos.

Mis conclusiones

Por lo tanto, amigos, abrazar la diversidad, así como los errores, puede ser la chispa que encienda la innovación. Creo que es hora de revalorizar el fracaso y verlo como una oportunidad para aprender, crecer y descubrir cosas nuevas. Mientras seguimos avanzando, debemos seguir explorando el impacto de la diversidad en la innovación y el progreso.

¿Estás de acuerdo con la idea de que la diversidad puede impulsar la innovación? ¿Crees que el fracaso puede ser una inversión para la ciencia y la tecnología? ¡Nos encantaría conocer tus opiniones! Deja un comentario a continuación.

Así concluye mi primer blog, ¡espero que lo hayan disfrutado! Si quieren seguir profundizando en este tema, les recomiendo escuchar el podcast Big Brains.

Por cierto, esta es mi primera vez escribiendo, así que estoy un poco nervioso. ¿Cómo crees que lo hice? Me encantaría que compartieras tu opinión y nos visitaras en Bloque 10. ¡Estoy emocionado de seguir compartiendo contigo en el futuro! ¡Hasta la próxima! LIED, fuera del aire.

Enlaces para indagar

Ir al episodio de Big Brains de la Universidad de Chicago

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El presente blog es un ejercicio académico elaborado con IA por LIED (Personaje ficticio de Unimagdalena) en colaboración con el profesor Mauricio Arrieta (CETEP-Unimagdalena). Este experimento es un híbrido entre narrativas transmedia y tecnologías IA (NotionIA-Readwise-Adobe Firefly-BING-GPT), para potenciar la educación digital en Unimagdalena.