Hola nuevamente apreciados lectores…. Siguen nuestras líneas purpuras (De hecho … no cesarán) y en esta oportunidad de entrada y sin ambages deseo extenderles una invitación vital, necesaria y pertinente: USA GAFAS MORADAS para adentrarte en el adecuado mimetismo de la perspectiva de género y con ello iniciar la co-construcción de un mundo libre de desigualdades y discriminaciones.
De seguro, estarás interrogándote: ¿De dónde surge esta idea de usar unos lentes violetas para generar espacios de desarrollo conjunto en la humanidad sin sesgos? y ¿Cómo ello contribuiría eficazmente desde la adecuada aplicación de la perspectiva de género que permee incluso más allá de lo legislativo, la cotidianidad en los comportamientos?
Sobre estos aspectos, resulta oportuno compartir desde la literatura (mi amada amiga) que la escritora española Gemma Lienas en el 2001 publicó un texto denominado: El diario violeta de Carlota, que generó desde las letras un punto de inflexión al introducir con un título y quizás sin pensarlo una provocadora metáfora para la llamada toma de conciencia a la que alude Ana de Miguel y Celia Amorós, toda vez que mientras no se reconoce una situación anómala, no es posible construir sinergias y hallarle solución.
En ese sentido, la alegoría de ponerse las gafas violetas, se percibe como una lectura feminista del mundo, lo que se traduce en detectar las discriminaciones sometidas hacia la mujer por la hegemonía del patriarcado y que se evidencia en los comportamientos no solo machistas sino también sexistas.
En ese orden de ideas, resulta que el libro ha recibido el beneplácito no sólo de las colectivas feministas, sino del público en general al reconocerle como un manual SINE QUA NON en la identificación de patrones discriminatorios en la sociedad, las cuales a medida que el tiempo transcurre con ello las desigualdades adquieren un cariz camaleónico, que las hace sutiles e incluso en algunas situaciones menos visibles, pero que están sumergidas como un iceberg.
De este modo ponerse las gafas violetas, o dicho de otra forma utilizar los lentes de género, permite reconocer situaciones vulneradoras de derechos humanos, porque eso es lo que son los derechos de las mujeres, que antes percibíamos dentro del baremo de normalización y que justo los espejuelos morados nos conceden el poder de la perspectiva de género, sin la cual no habría sido posible analizar las diferencias trasgresoras.
Sobre la perspectiva de género compartimos la postura de Lagarde (1996) cuando expresa que esta no se refiere de manera exclusiva al estudio de las mujeres, sino de las relaciones entre mujeres y hombres, y como éstas han generado falta de oportunidades, limitación de derechos e inequidades para las primeras. Por ello, es enfática Lagarde (1996) al exponer que la perspectiva de género sirve para identificar, cuestionar y valorar la discriminación, la desigualdad, y la exclusión hacia las mujeres que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre los géneros. Asimismo, contribuye al análisis y comprensión de las semejanzas y diferencias entre mujeres y hombres, y las características que las definen.
Ahora bien, volviéndonos sobre el texto es precisamente un diario el instrumento catalizador, el regalo que en principio fue despreciado y que se convirtió en la bitácora de observaciones en donde encontraremos como la protagonista al igual que ustedes se han preguntado alguna veces: ¿Quién se ha inventado que, en asunto amorosos, los chicos tengan que tomar la iniciativa? ¿Por qué está mal visto que lloren los chicos? ¿Y por qué no pueden mostrar que tienen miedo? ¿Por qué es más importante el aspecto físico de las chicas que el de los chicos? ¿Por qué el 70% de los pobres de la tierra son mujeres? ¿Por qué la economía doméstica y labores esta asignada a las mujeres como rol indiscutido en algunas comunidades?
Todos estos cuestionamientos y otros que se hilvanan desde las experiencias personales, familiares, entornos institucionales como la escuela e interacciones en la sociedad en la que magistralmente Gemma Lienas nos enfrenta con la realidad, que puede ser la nuestra y justo en esa intersección de la historia que creemos ficticia es el correlato violeta que nos encandila y en el consideramos oportuno mantener nuestros ojos y mentes abiertas (escribo en clave plural por mi escuadrón de mujeres Unimagdalena) como nuestra antípoda contra la discriminación.
¿Qué piensas? ¿Te atreves a percibir la vida con los lentes morados?
De otro lado, uno de los aspectos que se relacionan en el diario violeta de Carlota esta relacionado con la femiprecarización, la protagonista evidencia como las vicisitudes del entorno colocan en desventaja a las mujeres, por ello consideramos oportuno compartir como la ONU en La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, aprobada por 189 Estados Miembros en 1995, refleja la urgencia de abordar la relación entre las mujeres y la pobreza, convirtiéndolo en la primera de las 12 áreas de atención. Las acciones que se llevan a cabo en cualquiera de estas áreas, ya sea la educación, el medio ambiente u otras, contribuyen a mejorar la vida de las mujeres, pero las medidas destinadas a reducir la pobreza de las mujeres también son críticas. (ONU MUJERES)
Revisa en las siguientes infografías contenido y datos de nuestro interés:
También te recomendamos visitar la página de ONU MUJERES.
https://www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-against-women/2014/poverty
A modo de reflexión final, tengamos presente que sin las gafas moradas no se habría podido construir el andamiaje no solo legal, sino sociológico y cultural de la perspectiva de género sin el cual hoy seguiríamos aceptando como privilegios y no como derechos la educación, la salud sexual y reproductiva, la dignidad laboral, la libertad y autonomía de ser mujeres sin estigmas por decisiones y manifestaciones.
Por estas primigenias razones te invito a revisar el diario violeta de Carlota, es más que un texto juvenil como ha sido catalogado en algunas páginas de reseñas de libros, en mi sentir es una hoja de ruta hacia los albores del feminismo como práctica política y estilo de vida en equiparación.
Entonces, ¿Aceptas la invitación? ¿Usaras las gafas moradas? Cuéntanos….
Como siempre, gracias por leerme y recuerden revisar los post de las mujeres B-10…. Mis recomendadas esta semana: el de la profe Melina sobre la violencia de género en el mundo digital y Marla nuestra gamificadora… quien plantea nuevas estrategias en el proceso educativo ¿Un reto gamificar? ¿Cómo implicar la educación y el juego? Léanlo de seguro es la primera entrega ….. ¡Un sorecer violeta!
Hasta las próximas líneas purpura 🙂
Referencias y/o fuentes
Lagarde y De los Ríos, M. (1996) Género y feminismo. Desarrollo humano. Madrid: Horas y Horas.
Lienas, G. (2013). El diario violeta de Carlota. Barcelona: Ediciones Destino.
ONU MUJERES
Varela, N. (2008) Feminismo para principiantes. Barcelona: Ediciones B.
Recommended1 dieron "Me gusta"Publicado en Antropología y Género, Blog, Derecho, Derechos Humanos, Educación, Género, Humanidades
Comentarios
Ufff me encantó el blog, en especial porque es muy cierto que hemos normalizado muchos comportamientos sociales que son machismo y violencia. Hace poco en un restaurante, con mucha tranquilidad hice una pregunta, y el dueño me respondió: “no voy a pelear contigo porque las mujeres siempre ganan las discusiones”.
Con gafas violetas podemos ver lo inapropiado y machista de este comentario. Y cosas que vemos como pequeñas, se suman en el día a día y hacen daño.
Gracias estimada profe por la recomendación, un abrazo!
Hola estimada Marla,
Gracias por compartirnos tu experiencia que nos sirve de espejo para identificar esos patrones de normalización constitutivos de violencia incluso desde el lenguaje y el estereotipo vivencial de lo que significa ser mujeres.
De acuerdo con tu postura, inapropiado el comentario del propietario del establecimiento que expende alimentos, le hace falta usar las gafas moradas.
Un abrazo 🙂